Lacalle Pou, el lado B del futuro Presidente de Uruguay
Descrito por sus amigos como perseverante y tenaz, el mandatario electo del Partido Nacional creció en un ambiente familiar marcado por la política, aunque según sus conocidos habría tomado la decisión de dedicarse a ella por vocación propia.
"Estamos enamorados de nuestra verdad y la defendemos, pero respetamos al que tiene otra distinta, y también para él queremos gobernar", decía Luis Lacalle Pou en junio de 2014, tras ganar las elecciones internas del centroderechista Partido Nacional (PN), mientras sus partidarios lo aplaudían agitando banderas blancas y celestes.
Sin embargo, ese apoyo no se materializó en las urnas. Cinco meses después, perdió en segunda vuelta contra el actual mandatario uruguayo, Tabaré Vázquez. Pero Lacalle Pou no se dio por vencido. En agosto de este año, el nacionalista confirmó que competiría en la carrera presidencial. Esta vez pasó a segunda vuelta junto al frenteamplista Daniel Martínez y tras un recuento de los votos, el jueves se confirmó que la ventaja que consiguió era irremontable para su rival.
Con 46 años, Lacalle Pou se convertirá en uno de los Presidentes más jóvenes de la historia de Uruguay, y tendrá el desafío de suceder al Frente Amplio tras 15 años en el gobierno. Pero sus cercanos aseguran que el Ejecutivo siempre fue su objetivo.
Un asunto familiar
La vocación política es de familia. El Presidente electo es bisnieto de Luis Alberto de Herrera, líder histórico del Partido Nacional, e hijo del exmandatario Luis Alberto Lacalle Herrera (1990-1995) y la exsenadora Julia Pou. Tiene un hermano, Juan José, que es economista, y una hermana, Pilar, que se desempeña como artista plástica.
Lacalle cursó su enseñanza básica y media en el British School, donde conoció a su mejor amigo, el periodista y abogado Horacio "Tano" Abadie. "Nos conocimos a los cinco años. Íbamos a un colegio que no estaba en el barrio donde vivíamos, entonces Luis cuenta que yo llegué antes, estaba sentado en mi pupitre, y aparece Julita (Pou) y le dice 'Sentate al lado de él, que vive cerca de casa'. Así fuimos cosechando una amistad que lleva ya 41 años", cuenta Abadie a La Tercera.
"Básicamente hicimos todo juntos. La escuela, el liceo, entramos juntos a la facultad, jugábamos en el mismo equipo de fútbol, el mismo equipo de rugby y soy el padrino de su hijo mayor", agrega.
Si bien "Tano" Abadie señala que Lacalle Pou ha crecido mucho a lo largo de los años, estima que hay características que persisten: "La tenacidad, la perseverancia y el ser agradecido son las condiciones que mantiene inalterables desde que era niño".
Otra de las cualidades que destaca del político es su orden, y en eso coincide Esteban Leonís, autor del libro Luis Lacalle Pou, un rebelde camino a la Presidencia. "Cuando él resuelve lanzarse a la arena política, incluso antes de ser candidato a diputado, lo primero que hace en la sede partidaria de su madre es instalarse en un rincón y enseguida pone en la pared un gran calendario donde iba marcando todo lo que iba a hacer, dónde iba a estar dentro de 10, 30, 60 días. Es realmente muy metódico, da todos sus pasos estratégicamente. Tenía en su teléfono celular una cuenta regresiva de cuántos días faltaban para las elecciones, entonces él arrancaba un acto y decía 'faltan 222 días para las elecciones'", cuenta el periodista.
La decisión de lanzar su carrera política la tomó un año antes de egresar de Derecho en la Universidad Católica de Uruguay. "Se lo propuso, armamos una agrupación en Montevideo y otra en Canelones, él se ocupó de Canelones, lo recorrió de punta a punta y terminó siendo diputado. De ahí en más, su objetivo siempre fue llegar a la Presidencia. Él entró a la entidad para dar un 100%", recuerda su amigo.
Un "rebelde"
Pero pese a haber nacido en un ambiente familiar marcado por la política, sus cercanos creen que la inquietud por dedicarse a ella fue personal, y se debe a su "vocación de servicio". Hace un tiempo, el político separó su carrera de su vida familiar, y ve a sus padres más como abuelos de sus hijos que como referentes políticos directos.
Durante su juventud, se describía a sí mismo como un "rebelde". De hecho, declaró a la revista Galería que consumía cocaína y marihuana, pero más tarde aclaró que nunca fue adicto, y que una noche conversando con un amigo decidió dejarlas para siempre.
En junio de 2000, cuando tenía 27 años, Lacalle Pou se casó con Lorena "Loli" Ponce de León, con quien tuvo a los mellizos Luis Alberto y Violeta, en 2003. Tres años después nació Manuel, su tercer hijo. Desde 2006 viven en el barrio privado La Tahona, lo que lo ha convertido en foco de críticas por estar alejado de las clases medias y bajas. Sin embargo, Lacalle ha dicho que no se avergüenza de esto, y que no mentiría sobre su situación para obtener más votos.
Entre 2000 y 2015 fue diputado por el departamento de Canelones y en 2011 asumió la presidencia de la Cámara de Representantes. Dos años después confirmó su candidatura a la Presidencia de Uruguay. En 2015, tras perder en segunda vuelta frente a Tabaré Vázquez, llegó por primera vez al Senado.
En agosto de 2019, renunció a su cargo para competir nuevamente por el Ejecutivo, con la exdiputada Beatriz Argimón como su compañera de fórmula.
Abadie piensa que hay ciertas características particulares que harán a Lacalle un buen Presidente. "Luis tiene un liderazgo hiperpositivo. No necesita imponerse a los gritos, sino que simplemente sabe delegar. No tiene un afán personalista en lo que significa llevar adelante una tarea. Con un gobierno de coalición de cinco partidos, me parece que es una virtud muy importante, sin perder de lado la firmeza del liderazgo, es decir, las decisiones siempre pasan por él", señala el abogado.
"Actualmente, es la mejor versión de sí mismo. Está en un momento, como padre, sensacional, como político, superlativo, y como marido, tremendo. Lo veo en una etapa de madurez general muy importante", concluye Abadie.
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