El pasado 10 de mayo, cuando comenzó la actual espiral de violencia, al menos 198 palestinos han perdido la vida, de ellos 58 niños, y más de 1.300 han resultado heridos.

El domingo se registró el mayor números de víctimas en un día: 42 palestinos, entre ellos al menos ocho niños y dos médicos, murieron en los bombardeos israelíes en Gaza, según datos del ministerio de Sanidad local.

Los israelíes, especialmente los del sur del país que viven con continuas alertas de cohetes, fueron llamados por el primer ministro Benjamin Netanyahu a “limitar sus actividades al aire libre”.

Por el lado israelí, diez personas murieron, entre ellas un niño, y 294 resultaron heridas por la explosión de los cohetes lanzados desde Gaza.