Líder norcoreano invita a Presidente de Corea del Sur a reunión en Pyongyang
La hermana de Kim Jong Un entregó el mensaje durante una reunión con el Mandatario surcoreano. De llevarse a cabo la cita, se trataría de la tercera cumbre intercoreana de la historia y la primera en más de 10 años.
"Espero que Pyongyang y Seúl se acerquen en los corazones de los coreanos y traigan la unificación y la prosperidad en un futuro próximo", escribió Kim Yo Yong, la hermana más poderosa del líder norcoreano, Kim Jong Un, en el libro de visitas de la residencia presidencial de Corea del Sur.
En la jornada, la también directora de propaganda y miembro del politburó del partido único norcoreano, entregó un mensaje clave para ambas naciones: una invitación del líder norcoreano para el Presidente del Sur, Moon Jae-in, a celebrar un encuentro en Pyongyang "lo más pronto posible". La inusual invitación marcó la segunda jornada de la visita de una delegación de altos cargos norcoreanos al país, en el marco de los Juegos Olímpicos de Invierno, que se realizan en territorio surcoreano.
La presencia de la delegación norcoreana en Pyeongchang ha sido considerada histórica, ya que se trata del primer miembro del clan Kim en viajar al Sur. La iniciativa responde a los acuerdos alcanzados en enero entre ambos países para que el Norte participe del evento deportivo.
"Kim Yo Jong entregó una carta personal" de su hermano que expresa su "deseo de mejorar las relaciones intercoreanas", declaró el portavoz de Moon, Kim Eui-kyeom, quien detalló que verbalmente expresó la invitación de "visitar el Norte cuando más le convenga".
Por ahora no se ha concretado nada sobre la posible visita del dirigente surcoreano, pero la invitación es parte de una racha de acercamientos entre ambas naciones.
De llevarse a cabo el encuentro, se trataría de la tercera cumbre intercoreana de la historia y la primera en más de 10 años. Hasta la fecha solo se han producido dos cumbres de jefes de Estado entre las dos Coreas. Ambas se realizaron en la capital norcoreana en 2000 y 2007, durante lo que fue llamado el decenio de la "política del sol" que marcó la mayor fase de acercamiento
Esas cumbres incluyeron la participación del fallecido líder y padre de Kim Jong Un, Kim Jong Il y de los ex mandatarios del Sur, Kim Dae-jung y Roh Tae-woo. El último miembro del clan que visitó Seúl fue Jim II Sung, fundador del régimen, cuando sus tropas conquistaron la capital en 1950.
En el encuentro en Seúl, Moon instó a Norcorea a tratar de retomar el diálogo con Estados Unidos para desactivar las tensiones que han marcado la relación entre ambos países desde que Donald Trump llegó a la Casa Blanca. Desde entonces, Norcorea ha realizado una serie de pruebas de su arsenal balístico intercambiando una agresiva retórica con el Mandatario.
"Un pronto reinicio del diálogo entre Estados Unidos y el Norte es también algo necesario para un mayor desarrollo de las relaciones entre Corea del Sur y Corea del Norte", puntualizó Moon.
Sin embargo, Washington no ha dado muestras de querer ceder su postura. Más bien se ha mostrado escéptico frente a lo que ha tildado de "operación de seducción" del régimen norcoreano en la cita olímpica.
El vicepresidente estadounidense, Mike Pence, no saludó a la delegación norcoreana ni en el palco de autoridades durante la ceremonia inaugural ni en la cena de mandatarios previa.
Durante su viaje a Corea del Sur, Pence ha insistido en mantener una línea dura con Pyongyang, a quien insta a dar pasos hacia la desnuclearización antes de retomar el diálogo. Además, ha anunciado nuevas sanciones contra el régimen de Kim como castigo por su programa de armas.
"Estados Unidos no permitirá que la farsa que constituye la propaganda norcoreana siga sin respuesta en el escenario internacional", aseguró a través de la red social Twitter donde también escribió: "El mundo no puede permanecer sordo ante la opresión y las amenazas del régimen de Kim".
Más tarde, a bordo del Air For Two, de regreso a su país, Pence declaró que "no hay problemas entre Estados Unidos, Corea del Sur y Japón sobre la necesidad de aislar a Corea del Norte de forma económica y diplomática hasta que abandone su programa nuclear y balístico".
Según los analistas, con esta invitación el régimen de Corea del Norte buscaría obtener una suerte de ablandamiento de las sanciones y debilitar las relaciones entre Seúl y Washington.
Un eventual encuentro entro los líderes de ambas Coreas podría incluso generar discordia entre Trump y Moon, ya que este último ha mostrado una postura de incentivar el diálogo frente al tema.
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