Los viejos conocidos que protagonizan las primarias de la oposición en Venezuela y buscan destronar a Maduro
Con miras a octubre próximo, tanto Henrique Capriles como Juan Guaidó recibieron el apoyo de sus partidos para aparecer en la boleta de la Plataforma Unitaria Democrática, pero en las encuestas sería una “outsider” quien enfrentaría a Nicolás Maduro en 2024.
Quedan casi dos años para que termine el mandato de Nicolás Maduro en Venezuela, y luego de que el bloque opositor decidiera participar en los próximos comicios de 2024, la búsqueda de un candidato que pueda sacar al actual mandatario del Palacio de Miraflores se aceleró. Al interior de la Plataforma Unitaria Democrática, el conglomerado que une a los partidos de oposición más importantes del país, cada colectividad está moviendo sus fichas para ver a quién llevar a la primaria, que tendrá lugar el 22 de octubre, y para la cual hay que tener inscritos a los postulantes el 24 de mayo.
Los dos partidos más importantes de la coalición, Primero Justicia y Voluntad Popular, tienen listo ese proceso: los últimos nombraron a Juan Guaidó, el “expresidente interino” de Venezuela, como su candidato, mientras que PJ nombró hace unos días a Henrique Capriles, histórico opositor, como la figura que llevarán a las primarias.
Dos veces candidato a la presidencia y exgobernador del estado de Miranda, Capriles fue nombrado a principio de mes como el candidato de Primero Justicia. Esto, a través de una elección entre las bases del partido, en las que derrotó a otras figuras de su colectividad, como Juan Carlos Guanipa y Carlos Ocáriz.
La presidenta del partido, María Beatriz Martínez, indicó entonces al respecto: “Desde hoy les decimos que tenemos candidato presidencial, y es Henrique Capriles Radonski. Creo que es un gran regalo, porque no existe un rincón de Venezuela donde no haya un afiche de Henrique Capriles y, sobre todo, una conexión emocional con Henrique Capriles”.
Capriles participó en las elecciones de 2012, que perdió contra Hugo Chávez, y en 2013 contra Nicolás Maduro. Esa vez fue derrotado con una diferencia mínima del 1,49% de los votos, y presentó denuncias respecto a irregularidades que habrían ocurrido en la votación.
Casi una década después, con boicots de la oposición y negociaciones en México de por medio, fue Capriles uno de los que pidieron el fin del “gobierno interino” de Juan Guaidó, señalando que se trató de “una política que fracasó”: “Si algo pudiera decir yo a quienes tienen la responsabilidad de tomar una decisión (de votar para la continuidad o no del gobierno interino) es que no se dejen chantajear, ya basta de ese modus vivendi”, dijo en una conferencia de prensa.
Sobre Capriles pesa una inhabilitación por “irregularidades administrativas” durante su gestión como gobernador de Miranda, impuesta por la Contraloría General de la República y que, señalan desde su partido, es sencillamente un instrumento del chavismo para impedir su candidatura. A causa de esta inhabilitación, que el PJ espera se anule cuando llegue el momento de las elecciones presidenciales, también existe la posibilidad de que el partido termine más tarde sustituyendo a su abanderado.
A pesar de la evaluación general del interinato como un “fracaso”, Juan Guaidó sigue contando con la simpatía de su partido, Voluntad Popular, que este martes lo nominó como candidato para las primarias presidenciales del 22 de octubre. El coordinador político del partido, Freddy Superlano, declaró al respecto: “Voluntad Popular decidió, por mayoría absoluta de todos los estados y del Equipo Nacional de Activista, que Juan Guaidó sea el candidato”.
“Guaidó no está en campaña política, hay que esperar que él mismo haga una rueda de prensa para oficializar su candidatura a las primarias. Sin embargo, será nuestro candidato”, detalló el dirigente de VP. En enero, Juan Guaidó ya se había referido a las presidenciales que tendrán lugar en 2024, asegurando que “Maduro es 100% derrotable”.
Al igual que en el caso de Capriles, Guaidó fue inhabilitado por el régimen de Maduro en 2019, lo que le impide postularse y ejercer cargos públicos hasta 2038. Sin embargo, Superlano cree que no todo está perdido en las congeladas negociaciones de México: “Nosotros tenemos que agotar la vía de la negociación”, comentó. Luego de cuatro años como “presidente interino”, sin embargo, la popularidad de Juan Guaidó resultó muy dañada, y no destaca particularmente en las encuestas hechas hasta el momento.
En la delantera de los sondeos, en cambio, se ha venido posicionando una figura más “radical” de la derecha: María Corina Machado, a la que el diario El País llegó a nombrar como “la dama de hierro de la oposición venezolana”. A diferencia del resto de la oposición, Machado no ha querido “sentarse a negociar” con el régimen de Maduro, y de hecho su partido Vente Venezuela no forma parte del “G4″ de la oposición, conformado por Primero Justicia (PJ), Voluntad Popular (VP), Un Nuevo Tiempo (UNT) y Acción Democrática (AD).
“Outsider” y más a la derecha que la oposición venezolana tradicional, también se negó a aliarse con sectores específicos del antichavismo argumentando “reservas éticas”. Sin tener una plataforma basta de militantes en su partido, esta exdiputada de la Asamblea Nacional es, de momento, la líder de la carrera por las primarias de oposición, con un 37% de las intenciones de voto según la última encuesta de la consultora Delphos. Por lo demás su partido, Vente, no está reconocido por el Consejo Nacional Electoral, lo que podría traerle problemas en el futuro de cara a su eventual carrera presidencial.
Director del grupo Datanálisis, el economista Luis Vicente León comentó las posibilidades de Machado de llegar a la presidencia en 2024. “Cualquier candidato que gane una primaria sólida y de alta participación y que decida integrar a sus adversarios a su propia lucha contra su real enemigo tiene una opción de lucha”, tuiteó. Otro “outsider” con posibilidades para triunfar en octubre es Benjamín Rausseo, un famoso comediante conocido como “Er Conde del Guácharo”, y que ya está en campaña.
Del partido más tradicional Un Nuevo Tiempo, el gobernador socialcristiano Manuel Rosales también destaca entre las encuestas opositoras.
Las elecciones presidenciales para 2024 aún no tienen fecha fijada, pero el ganador de ellas tendría que gobernar entre el 10 de enero del 2025 hasta el 10 de enero de 2031. La ocasión pasada, en 2018, los comicios se habían fijado para el 22 de abril, aunque terminaron ocurriendo el 20 de mayo para que coincidieran con otras elecciones.
Esos comicios no contaron con los candidatos de la entonces Mesa de la Unidad Democrática, que decidió boicotearlos alegando que eran “fraudulentos” y que buscaban dar “apariencia de legitimidad” a Nicolás Maduro. Tanto la ONU como la OEA y la Unión Europea rechazaron el proceso en ese entonces, acusando también falta de transparencia.
Respecto a las posibilidades de la oposición de ganar las presidenciales de 2024, considerando la presencia del chavismo en todos los poderes del Estado, Luis Vicente León tuiteó al respecto: “Creo que es injusto, no competitivo y difícil. Pero Perú, Chile, Bolivia entre otros lo hicieron posible en esas condiciones. Lo que nunca ha ocurrido es que exigiendo condiciones perfectas que no vas a obtener, termines promoviendo abstención y puedas ganar. Eso sí que no ha pasado”.
Un sondeo de More Consulting publicado el 19 de febrero indicó que, entre todos los votantes en Venezuela, se puede contar con un 43,4% de “no alineados”, contra un 31,5% de opositores y 21,5% de oficialistas.
Entre los candidatos opositores, la encuesta de Delphos de febrero dio un 37,1% de las intenciones de votos a María Corina Machado, seguida de lejos con un 17,7% por Henrique Capriles y Manuel Rosales, con 12,9%. En tanto, el comediante Rausseo y el expresidente interino Juan Guaidó empatan con un 9,7% de las intenciones de voto.
Los malos resultados en los sondeos continúan para Guaidó, que es el único candidato que, según Delphos, no le gana a Maduro en segunda vuelta: logra un 16% frente al 25% del mandatario. En la misma pregunta, María Corina Machado triunfa con un 38% contra el 24% que sacaría el actual presidente en el potencial balotaje, siendo la candidata que consigue mayor distancia en segunda vuelta.
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