La pandemia por Covid-19 no solo ha significado 6,8 millones de contagios y casi 400 mil muertes a nivel global, sino que también ha expuesto la labor de un personal médico que se ha visto sobrepasado ante la falta de insumos, la difícil decisión de “a quién salvar” y a la estigmatización de la sociedad por el riesgo a ser un foco de contagio. Así lo plantea en esta entrevista con La Tercera el presidente de la Asociación Médica Mundial, el médico brasileño Miguel R. Jorge.
Es la primera línea de la pandemia la que ha visto enfrentada a una realidad que no tenía en sus radares. Según el experto, la crisis sanitaria ha expuesto las grandes deficiencias en el sector público de salud en la región, mientras “algunas clínicas privadas en América Latina ofrecen el mismo nivel de atención de los países ricos”.
¿Cómo ha visto la Asociación Médica Mundial la evolución de la pandemia de Covid-19?
A finales de enero de 2020, la Asociación Médica Mundial ya había recibido mensajes de las Asociaciones Médicas Nacionales de Asia denunciando la escasez de suministros médicos para prevenir la infección por coronavirus del personal de salud. La AMM, entonces, hizo un llamado a los gobiernos de esos países y a la Organización Mundial de la Salud (OMS) para establecer una cadena internacional para proporcionar medicamentos y suministros como guantes, mascarillas, capas protectoras y ventiladores.
La Asociación apoyó una petición firmada a fines de mayo por más de 40 millones de profesionales de la salud para pedir a los líderes del G20 que fortalezcan la salud pública. ¿Qué tan preparado estaba este sistema para enfrentar una pandemia?
En febrero de 2020, la AMM reconoció cierto retraso por parte de la OMS en la difusión de información de las noticias procedentes de China, pero reforzó su confianza en las recomendaciones técnicas de la OMS. Incluso antes, reconociendo también las fallas de diferentes gobiernos para prevenir y actuar en la preparación para emergencias, la AMM propuso una revisión, que se realizará en el futuro, de las leyes de contención de costos que llevaron a un recorte en los gastos de salud.
Hemos visto que los médicos y enfermeras piden mayor protección frente al coronavirus. ¿A qué tipo de vulnerabilidades y problemáticas han tenido que enfrentarse?
El principal problema para los profesionales de la salud que trabajan en la primera línea (salas de emergencia y unidades de cuidados intensivos), incluso en países bien desarrollados, era la falta de equipo de protección personal que los expone a un riesgo de infección. Muchos médicos, enfermeras y otros miembros del personal se infectaron y el número de muertes entre ellos no fue bajo. El número de profesionales de la salud bien capacitados no fue suficiente y luego, los que trabajaban estaban sobreexigidos de carga laboral y emocionalmente, por descansos inadecuados durante sus turnos. Al acercarse al peak de la pandemia, la falta de camas suficientes en la Unidad de Cuidados Intensivos también plantea un dilema para los médicos que tienen que decidir quién ocupará o no esas camas. Además de todo eso, los profesionales de la salud sufren la estigmatización e incluso violencia en las calles debido al temor de las personas a ser infectados por ellos.
¿La AMM recibió denuncias o quejas directas de los médicos con respecto a las vulnerabilidades a las que estaban expuestos? En esa línea ¿Cuenta la Asociación con un protocolo ante estos casos?
Los reportes de estas situaciones usualmente llegaban a las asociaciones médicas nacionales, miembros de la AMM, que luego repasaban estas informaciones. Recibimos reportes de falta de equipamientos de protección personal en diversos países, reportes de estigmatización de los médicos y otros profesionales de salud en algunos países (incluyendo relatos de violencia contra ellos en India) y reportes sobre tener que decidir a quién salvar recibimos por parte de pocos países. Nosotros no teníamos protocolos para estas situaciones, pero tenemos conocimiento de que sobre la decisión de quién salvar, sociedades de especialidades médicas, como por ejemplo de Terapia Intensiva y/o de Infectología los desarrollarían y pondrían a disposición de los médicos. Con respecto a la falta de equipamientos, la AMM envió un documento a los gobiernos y a la OMS solicitando inmediata disposición en crear cadenas de suministro para garantizar la llegada de equipamientos donde fueran necesarios. Y con respecto a situaciones de violencia contra el profesional de la salud en India, yo mismo, como presidente de la AMM, grabé una mensaje por video para difundir a la población de ese país para detener los ataques a los profesionales que estaban poniendo sus propias vidas en riesgo para atenderlos.
¿Cómo evalúa usted la situación del personal sanitario de A. Latina frente a la pandemia? ¿Qué tan preparado está en términos de recursos en comparación a Europa?
No conozco las particularidades de todos los países de América Latina, pero si puedo tomar a Brasil como representando de alguna manera la realidad de América Latina, diría que tenemos profesionales de la salud que están bien preparados pero no en cantidades suficientes y no están bien distribuidos entre las diferentes regiones y entre los servicios públicos y privados. Algunas clínicas privadas en los países de América Latina ofrecen el mismo nivel de atención en comparación con los de los países ricos. Pero el sector público de América Latina experimenta todo tipo de dificultades para brindar atención médica de buena calidad a la mayoría de nuestra población. Las deficiencias que se observan en tiempos normales, generalmente crecen durante emergencias como la crisis sanitaria que estamos viviendo con el Covid-19.
¿Qué países se enfrentan a una situación más delicada? ¿Brasil por ejemplo?
Como dije, nuestras dificultades económicas y particularmente las desigualdades en la distribución de la riqueza son un problema importante en los países latinoamericanos. No estamos testeando lo suficiente y nuestro número de casos y muertes son subestimadas. Además de todos los problemas comunes que enfrentan los países latinoamericanos, Brasil tiene la particularidad de ser un país enorme, que contiene muchas diferencias entre sus regiones y con 2/3 de su población que se considera a si misma como perteneciente a la clase media baja o baja. Desafortunadamente, Brasil venía de un período de estancamiento económico (por decir lo menos) y está experimentando una crisis sanitaria junto con una agitación política. El Presidente de Brasil no está siguiendo las recomendaciones de la OMS, ha cambiado dos veces su ministro de Salud y siempre está tratando de presionar a la población contra los gobernadores y alcaldes que mantenían a las personas en sus hogares.
¿Qué recomendaciones daría usted a los gobiernos de la región en medio de una crisis sanitaria que parece estar alcanzado su peak?
No considero que hayamos alcanzado el peak de la pandemia Covid-19 en América Latina y me temo que no sucederá antes de julio o incluso a principios de agosto. A medida que los países europeos han superado el peak y ahora están relajando la cuarentena, algunos países latinoamericanos están haciendo lo mismo, sin considerar que la pandemia nos llegó más tarde que a Europa. No estamos observando aún lo que es esencial para relajar las medidas de distancia social y la cuarentena en el hogar. La OMS recomienda que para considerar relajar la cuarentena, se debe tener la capacidad de evaluar y aislar todos los casos sospechosos, así como la capacidad del sistema de salud para atender adecuadamente los casos confirmados, incluidos los gravemente afectados.