Muerte de adolescente genera ola de disturbios y críticas a legítima defensa de la policía en Francia

Fotograma del video en el que un policía dispara al joven de 17 años en Nanterre. Foto: AP

La muerte de un joven de 17 años durante un control policial en Nanterre, cerca de París, desató protestas e incidentes en varios puntos del país, reflotando el fantasma de la ola de disturbios de 2005. Mientras autoridades y expertos cuestionaron el procedimiento del agente, la Justicia inició dos investigaciones.


Nanterre, una localidad en las proximidades de París, fue testigo el martes de una noche marcada por revueltas y enfrentamientos entre los manifestantes y la policía. La indignación se desató luego de que un policía disparara y matara a un menor de 17 años, que intentaba huir en un automóvil mientras era perseguido por dos agentes.

El prefecto de policía de París, Laurent Núñez, informó que durante la noche del martes se detuvo a 31 personas por su participación en los disturbios que se extendieron más allá de Nanterre, alcanzando otras ciudades de la periferia parisina. Además, se reportó el incendio de 42 autos y maquinaria de construcción.

Según Núñez, la presencia de 350 policías y gendarmes logró evitar el saqueo de comercios y edificios públicos. “El dispositivo se prolongará tanto como haga falta”, aseguró el prefecto, y lamentó que 24 miembros de las fuerzas del orden resultaran heridos levemente durante los enfrentamientos.

El ministro del Interior, Gérald Darmanin, informó que 1.200 policías se desplegaron durante la noche y 2.000 participarían en el operativo de la noche de este miércoles en la región de París y en las inmediaciones de otras grandes ciudades para “mantener el orden”. Según el diario Le Figaro, durante la jornada ya se habían realizado 11 detenciones en la región de París, mientras se registraban incidentes en Toulouse y Lille. Un bus fue incendiado en Grigny, en Essonne, en la zona de Fournil. El grupo de personas que prendió fuego al vehículo primero bajó a los pasajeros, indicó el periódico.

En Toulouse, Zohra, una madre de 48 años, dijo estar preocupada por el resto de la noche: “Todos recordamos los disturbios de 2005 y no queremos revivir eso. Pero casi 20 años después, un nuevo joven ha sido víctima de la policía, nada cambia en nuestros barrios”, comentó a Le Monde, en alusión a la ola de disturbios que afectó a Francia durante tres semanas en 2005, entre octubre y noviembre, la cual se inició cerca de París, pero se extendió rápidamente al resto del país. Los incidentes involucraron en esa oportunidad a jóvenes en ataques violentos e incendios de automóviles y edificios públicos.

Esta vez, la indignación llegó a nivel nacional cuando se hizo viral un video donde se puede observar cómo un oficial, de 38 años, apunta directamente a un menor -identificado hasta ahora solo como Naël M.- con su arma a través de la ventana del conductor, mientras su compañero se encuentra en el mismo lado del vehículo hablando con el joven.

El disparo se produce en el momento en que el auto acelera, sin que este suponga una amenaza directa para la integridad de los agentes, según la prensa local. En un principio, la “legítima defensa” fue la justificación inicial proporcionada por el policía autor del disparo, quien actualmente se encuentra bajo custodia policial junto a su colega. La Justicia inició dos investigaciones: una centrada en el “homicidio voluntario” cometido por un funcionario público, y otra que examina la responsabilidad del brigadier involucrado.

El abogado Yassine Bouzrou, encargado de la defensa de la familia del joven fallecido, sostiene que “existe un homicidio voluntario en este caso y no hay legítima defensa”. En una entrevista con CNEWS, Bouzrou expresó su intención de llevar a juicio al agente responsable y solicitó su imputación. Asimismo, hizo hincapié en que solo una aplicación estricta de la ley permitirá que la situación se calme en Nanterre.

Un auto quemándose en medio de las revueltas por la muerte de Naël, en Nanterre. Foto: Reuters

La posible condena para el agente varía dependiendo de la calificación del delito. En caso de que se le impute homicidio voluntario, es decir, causar intencionadamente la muerte de la víctima, podría enfrentar hasta 30 años de prisión, según el artículo 221-1 del Código Penal francés. Además, en caso de ser condenado, el tribunal podría imponerle penas complementarias, como la prohibición de ejercer su profesión durante un período limitado de hasta cinco años o de forma permanente.

El abogado Jérôme Navy, del Colegio de Abogados de París, señala que la pena podría agravarse en caso de que se demuestre que los agentes mintieron en su versión. En ese caso, se podría considerar el delito de “falsedad en documento público cometida por un funcionario público”, que está castigado con 15 años de prisión y una multa de 225.000 euros.

El Presidente francés Emmanuel Macron durante una visita a Marsella. Foto: AP

El trágico incidente ha provocado la reacción de diversas personalidades en Francia. La primera ministra, Élisabeth Borne, ha calificado la intervención policial como “evidentemente no conforme a las reglas de actuación”.

Emmanuel Macron, Presidente de Francia, se refirió a lo sucedido como “inexcusable” e “inexplicable”. “Nada, nada justifica la muerte de un joven”, aseguró, evocando “la emoción de una nación entera”. “Tenemos un adolescente que fue asesinado, es inexplicable, inexcusable, y desde ya van mis palabras de afección, de pena compartida y de respaldo a su familia y cercanos”, agregando que “ningún comentario será tolerado frente a tal drama”.

Precisamente comentando las palabras de Macron, la líder de Agrupación Nacional, la diputada de extrema derecha Marine Le Pen, señaló: “¿Acaso el acto es inexcusable? ¿Acaso es inexplicable? Eso lo tiene que responder la justicia. El presidente está listo para olvidar sus principios constitucionales para intentar apagar un potencial incendio”.

Personalidades destacadas también se sumaron a las voces de indignación. El futbolista francés Kylian Mbappé expresó su dolor y solidaridad con la familia del joven fallecido, tuiteando: “Me duele Francia. Una situación inaceptable. Estoy con la familia y los seres queridos de Naël, este angelito que se fue demasiado pronto”.

Del mismo modo, el actor Omar Sy escribió: “Mis pensamientos y oraciones van a la familia y cercanos de Naël, muerto a los 17 años esta mañana, asesinado por un policía a Nanterre. Que una justicia digna de su nombre honre la memoria de este niño”.

Según el diario Le Monde, el tiroteo fatal planteó la cuestión de las normas sobre el uso de armas por parte de policías y gendarmes. En 2022, 13 personas murieron después de negarse a cumplir durante los controles en carretera, según un recuento de la agencia France Presse.

También ha aumentado el uso de armas en dirección a “vehículos en movimiento”, una categoría que incluye, entre otras cosas, la negativa a obedecer, indica el periódico. La Inspección General de la Policía Nacional reporta unas 115 declaraciones de tiroteo por año, en promedio, entre 2012 y 2015, frente a más de 150 en 2020 y 2021.

El artículo 435-1 del código de seguridad interior señala que la policía sólo tiene derecho a utilizar un arma en cinco situaciones claramente descritas: cuando se atente contra su vida o su integridad física o la de otros; cuando, después de dos citaciones hechas en voz alta, no pueden defender de otro modo los lugares que ocupan o las personas a ellos confiadas; cuando, inmediatamente después de dos citaciones pronunciadas en voz alta, no pueden obligar a detener, sino con el uso de las armas, a las personas que puedan perpetrar, en su huida, atentados contra su vida, su integridad o la de los demás y traten de evitar su custodia o investigación.

Las otras dos causales, detalla Le Monde, son: cuando no puedan inmovilizarse, sino mediante el uso de armas, vehículos, embarcaciones u otros medios de transporte, cuyos conductores no obedezcan la orden de alto y cuyos ocupantes sean susceptibles de perpetrar, en su huida, atentados contra su vida, su integridad física integridad o la de los demás; y con el único objeto de impedir que se repita, en un futuro próximo, uno o más asesinatos o tentativas de asesinato que se acaben de cometer, cuando tengan razones reales y objetivas para considerar que tal reiteración es probable en base a la información de que dispongan en el momento en que usan sus armas.

Pero Christian Mouhanna, sociólogo e investigador del Centro Nacional para la Investigación Científica (CNRS), considera que el texto está “más en el registro de la vaguedad que de la precisión”. En declaraciones a Le Monde, afirmó que el artículo 435-1 deja demasiado espacio para la interpretación. “Pedimos a la policía que prediga el comportamiento, que es bastante peligroso”, explicó.

El ministro Darmanin ordenó este miércoles una investigación contra un sindicato policial de extrema derecha que justificó en un mensaje en redes sociales la muerte a tiros del adolescente de 17 años. “El grupúsculo ‘France Police’ que no representa de ninguna manera a los sindicatos de la Policía Nacional (...) publicó un tuit inaceptable”, reza el comunicado del Ministerio del Interior, que emprenderá acciones legales contra el sindicato en virtud del artículo 40 del Código penal francés.

En tanto, otro sindicato, la Alianza de Policía Nacional, criticó las declaraciones del Presidente Macron, que tildó la muerte del joven de “inexcusable”. “Tenemos derecho a la presunción de inocencia”, destacó su portavoz, Rudy Manna, a la cadena francesa BFMTV.

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