Muerte de migrantes en el canal de la Mancha eleva críticas contra plan británico de deportaciones a Ruanda
El gobierno conservador de Rishi Sunak logró aprobar una ley que declara a Ruanda como un país “seguro” donde transferir a solicitantes de asilo y extranjeros que hayan entrado ilegalmente a Reino Unido. La muerte de al menos cinco personas, entre ellas una niña de cuatro años, al intentar cruzar desde Francia, desató una avalancha de cuestionamientos.
Mientras se discutía en el Parlamento británico, una tragedia tuvo lugar en las costas de Reino Unido. Cinco personas, entre ellas una niña de cuatro años, murieron este martes por la madrugada mientras intentaban cruzar el canal de la Mancha, que une Francia con la isla. Los migrantes viajaban en una barca con otras 107, luego de zarpar de una playa en Boulogne-sur-Mer.
Solo durante este año, ya han muerto 15 personas en la zona: en menos de cuatro meses ya se llegó al total de todo 2023. Los fallecidos en este caso fueron tres hombres de entre 25 y 40 años, una mujer entre 30 y 35 años, y una niña de cuatro años, indicaron los bomberos de la costa francesa.
De la ONG Osmose 62, el voluntario Dany Patoux habló con France 3: “Conocíamos a la niña. Tenemos fotos con ella, con una gran sonrisa de esperanza en una vida mejor. Ahora todo se ha jodido. El padre se ha derrumbado en nuestros brazos. No para de llorar, está conmocionado. Ha visto morir a su hijita”.
Esta tragedia ocurrió justo un día después de que se aprobara definitivamente el “plan Ruanda”, una idea que ha terminado siendo el símbolo de la administración del primer ministro británico Rishi Sunak. Metiendo presión antes de las votaciones que hubo este lunes en el Parlamento, el líder conservador indicó: “Puedo confirmar que ya tenemos preparado un aeropuerto, y hemos reservado vuelos comerciales chárter con horarios comprometidos. Hemos entrenado a 500 personas para acompañar a los inmigrantes ilegales hasta Ruanda, e incorporaremos a otras 300 en las próximas semanas”, anunció entonces.
Se trató de meses de debates, discusiones y cambios en el texto, pero en la noche del lunes finalmente el Parlamento aprobó una ley que declara a Ruanda como un país “seguro” donde transferir a solicitantes de asilo y extranjeros. La idea de Sunak es que este recurso, la transferencia a Ruanda, funcione para disuadir a personas de intentar llegar a Reino Unido.
En lo práctico, la idea es que cualquier solicitante de asilo que hubiera ingresado ilegalmente a Reino Unido, desde el 1 de enero de 2022, pueda ser enviado al país africano, donde se procesará su solicitud de refugio. En caso de que la solicitud se apruebe, la persona deportada podrá permanecer en el país centroafricano, pero bajo ningún concepto volver a Reino Unido.
Ruanda fue, hace tres décadas, escenario de un genocidio, y la calidad su democracia ha sido puesta en duda por las organizaciones internacionales. Este país, y no otro, es el que consiguió Reino Unido para mandar a sus deportados, luego de que ambos gobiernos firmaran un acuerdo en 2022, en el cual la isla enviaría 150 millones de dólares al país africano a cambio de recibir inmigrantes.
Sunak ha dejado claro el fin de la iniciativa: “Disuadir a migrantes vulnerables de realizar los peligrosos cruces (en barco) y romper el modelo de negocio de las bandas criminales que los explotan. El plan dejará muy claro que si vienes ilegalmente, no podrás quedarte”, agregó el jefe de gobierno.
Según la BBC, cerca de 52 mil personas podrían ser deportadas en los próximos cinco años: más de la mitad de los 100 mil solicitantes de asilo que hay en este momento en Reino Unido.
La iniciativa ha sido criticada no solo por la oposición, sino también por líderes al interior del Partido Conservador. “No apoyo este plan por razones legales, éticas y de practicidad”, dijo en 2022 la ex primera ministra Theresa May, mostrándose preocupada de que una iniciativa así incentive el tráfico de mujeres y de menores.
El rey Carlos III, que de todos modos tendrá que firmar la ley en breve, había calificado de “pésima” la idea. Esto, en tiempos en que aún no ascendía el trono.
El ministro de Interior, James Cleverly, aseguró por su parte que era un momento clave “en su plan para detener los botes”. “La ley que considera a Ruanda un lugar seguro acaba de ser aprobada en el Parlamento, y se volverá ley en unos días. Esta norma impedirá que las personas abusen de la ley, utilizando afirmaciones falsas de derechos humanos para evitar las expulsiones. Y deja claro que el Parlamento de Reino Unido es soberano, lo que otorga al gobierno el poder de rechazar medidas de bloqueo provisionales impuestas por los tribunales europeos”, indicó en un video en redes sociales.
Según Euronews, organizaciones de derechos humanos han criticado la nueva ley británica aprobada en la madrugada de este martes. Entienden que enviar al país africano a los inmigrantes ilegales puede ser un golpe al derecho de asilo y someterlos a una quiebra de derechos.
El Comisario de Derechos Humanos del Consejo de Europa, Michael O’Flaherty envió un mensaje al gobierno británico. Pidió que la aplicación de la nueva ley “debe realizarse siempre respetando plenamente las normas internacionales”.
Sunak ha llegado a amenazar con abandonar la Convención Europea de Derechos Humanos si el Tribunal de Estrasburgo veta el plan de externalización de la asistencia a inmigrantes a Ruanda, indica Euronews.
Según el diario londinense The Times, Ruanda no había sido el único país en la mira cuando Reino Unido buscaba donde enviar a sus migrantes. En un primer momento, había llegado a contactarse con los gobiernos de Botswana, Costa de Marfil, Armenia y Costa Rica para firmar un pacto similar al que tiene ahora con Ruanda.
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