Musk-a-Lago: el papel de Elon Musk en el equipo de transición de Trump
El hombre más rico del mundo ha estado presionando para que sus aliados ocupen puestos en la nueva administración.
En el salón frente a la oficina de Donald Trump en Mar-a-Lago, los aspirantes al gabinete se mezclan con asesores y amigos del futuro presidente. De vez en cuando pasa algún miembro del personal del resort. Es, como dice un republicano, la feria de empleo más importante del mundo.
En el interior, Trump se sienta con sólo un puñado de sus socios más cercanos, y su nuevo “amigo en jefe”, Elon Musk.
Algunos de los que esperan afuera han sido convocados por el presidente electo. Otros han pedido a los miembros de Mar-a-Lago que conocen que los inviten al resort, con la esperanza de pasar unos minutos con él. Casi tan importante es también estar en el radar de Musk.
Los dos hombres han sido inseparables durante esta última semana en Mar-a-Lago, donde el director ejecutivo de Tesla se ha convertido en una figura tan habitual que Trump le ha dado su propia “canción de entrada”, que suena cuando entra al comedor: “Space Oddity”, de David Bowie.
Musk se ha convertido en el miembro “más influyente” de la órbita del presidente electo, según dos personas cercanas a la transición. El hombre más rico del mundo ha asistido a reuniones y entrevistas con candidatos a puestos en el gabinete, participando en las llamadas de Trump con líderes extranjeros, como el presidente ucraniano Volodymyr Zelensky, y reclutando amigos y aliados para puestos cruciales en el gobierno.
Musk no respondió a las solicitudes de entrevista de Wall Street Journal. Karoline Leavitt, portavoz de transición de Trump, dijo en un comunicado: “Elon Musk y el presidente Trump son grandes amigos, y líderes brillantes que trabajan juntos para hacer que Estados Unidos vuelva a ser grande. Elon Musk es un líder empresarial de los que aparecen una vez en cada generación, y nuestra burocracia federal ciertamente se beneficiará de sus ideas y eficiencia”.
Musk gastó personalmente 200 millones de dólares para la campaña de Trump, según indican personas familiarizadas con el asunto: una cantidad extraordinaria para un individuo, y más de lo que el multimillonario había indicado públicamente. Después de que The Wall Street Journal informara en julio que Musk había dicho en privado a la gente que donaría unos 45 millones de dólares al mes a su súper PAC pro-Trump, Musk dijo que estaba donando a un “nivel mucho más bajo”.
Musk también se unió a Trump el miércoles en su primer viaje a Washington, D.C., después de ser reelegido, para una reunión en la Casa Blanca con el presidente Biden. Musk y el presidente electo han pasado la mayor parte del tiempo juntos en la oficina de Trump de Florida.
Musk se ha estado quedando en Mar-a-Lago, según personas familiarizadas con el asunto, junto con miembros de su familia. A veces, Musk lleva consigo a su hijo X, de 4 años. La nieta de Trump publicó una foto de él en el campo de golf y decía: “Elon alcanzando el estatus de tío”. Por la noche, lo han visto cenando con Trump y su esposa, Melania. “Estoy feliz de ser el ‘primer amigo’”, publicó Musk en X, anteriormente Twitter.
Musk no tiene un título formal en el equipo de transición de Trump, pero trabaja diariamente con los dos jefes de la transición, Howard Lutnick y Linda McMahon, en sesiones sobre movimientos de personal y minutas. Con grandes pantallas frente a ellos, Musk y otros opinan sobre los candidatos mientras sus retratos se presentan en grandes pantallas de televisión.
Melissa Rein Lively, una publicista que ha estado buscando públicamente el puesto de secretaria de Prensa de la Casa Blanca, ha estado tratando de reunirse con asesores de Trump, incluido Musk. Ella dijo que Musk recientemente le envió un SMS, y le sugirió que se reunieran mientras estaban en Florida, diciendo que escuchó que ella era alguien a quien debería conocer. Incluso, le ha propuesto ser su portavoz personal, si el trabajo en la Casa Blanca no funciona.
Cuando Trump asuma el cargo en enero, Musk se hará cargo de una nueva entidad que Trump llama Departamento de Eficiencia Gubernamental, con el excandidato presidencial Vivek Ramaswamy. (Sin embargo, no será un departamento gubernamental; el nombre, con las iniciales en inglés DOGE, es el homenaje de Musk a dogecoin, una criptomoneda sobre la que bromea con frecuencia).
En el cargo, Musk ha dicho que buscaría espacios para reducir la burocracia y recortar billones de dólares del presupuesto gubernamental.
Pero incluso cuando amenazó con recortar empleos, la semana pasada Musk recurrió a amigos cercanos para ocupar nuevos roles gubernamentales que también podrían afectar a sus seis compañías, incluidas Tesla, SpaceX y X, dicen personas cercanas a la transición y a Musk.
SpaceX, que ha firmado más de 15 mil millones de dólares en contratos gubernamentales durante la última década, es la empresa dominante utilizada por el Pentágono y la NASA. De hecho, Musk y sus empresas han sido investigados repetidamente por agencias gubernamentales.
Las personas cercanas a la transición esperan que el amigo de Musk y empresario de Silicon Valley, David Sacks, esté entre los que asesoren al nuevo grupo de eficiencia gubernamental.
Los aliados de Musk en Silicon Valley, incluidos ingenieros, han estado enviando sus currículums desde de que el empresario multimillonario alentara a algunos a hacerlo.
John Hering, otro inversor en muchas de las empresas de Musk, está realizando muchos de estos contactos, dijo una de las personas.
“Creo que uno de los elementos más atractivos para esas personas es que sentirán que están trabajando para Elon en lugar del presidente Trump”, dijo una persona familiarizada con el proceso.
Algunos donantes de Silicon Valley han expresado en privado su frustración por los nominados que Trump ha anunciado hasta ahora, quejándose de que sus puntos de vista deberían estar mejor representados después del dinero y el tiempo que le dieron a la campaña de Trump.
Trump publicó el martes por la noche X que el papel de Musk en DOGE será trabajar con la Oficina de Administración y Presupuesto de la Casa Blanca, para implementar sus recomendaciones a la hora de reducir costos.
Musk está particularmente obsesionado con lo que considera el tamaño inflado de la fuerza laboral federal, y ha dicho a la gente (posiblemente en broma) que más de la mitad de los empleados del gobierno deberían ser despedidos, según fuentes familiarizadas con las conversaciones.
Como director ejecutivo, ha realizado grandes despidos en sus empresas y espera hacer lo mismo en todo el gobierno. Pero es más fácil despedir a trabajadores del sector privado que a empleados del gobierno, que disfrutan de fuertes protecciones laborales.
Musk ha predicho que podría recortar el gasto federal en al menos 2 billones de dólares. Los veteranos de administraciones pasadas, incluidos republicanos prominentes, se muestran escépticos de que pueda lograr ese objetivo sin recortar programas que cuentan con un amplio apoyo bipartidista.
Cualquiera que sea su función exacta, su cartera potencial durante el segundo mandato de Trump es tan amplia que una persona lo describió como “a cargo del presupuesto federal”.
Musk ha dicho que los trabajadores federales despedidos deberían recibir hasta dos años de indemnización, así como capacitación laboral, según una persona familiarizada con sus planes.
Se espera que apunte a recortes en las agencias que regulan o investigan sus empresas, incluida la Comisión Federal de Comercio, el Departamento de Justicia, la Comisión de Bolsa y Valores y el Servicio de Impuestos Internos, según personas que trabajaron con Musk y hablaron con él sobre las agencias.
Otros veteranos del primer mandato de Trump esperan que Trump eventualmente se vuelva contra Musk, particularmente si este último lo eclipsa en eventos, o intenta tomar la iniciativa en la comunicación con los líderes mundiales. Esto, sobre todo considerando que Musk ya tiene relaciones preexistentes con muchos de ellos.
Pero hasta ahora, las personas que han presenciado sus interacciones dijeron que Trump y Musk parecen llevarse bien.
Durante el fin de semana, Trump cenó con Musk en el amplio patio de Mar-a-Lago. Las personas que estuvieron allí dijeron que Musk recibió un trato de celebridad por parte de los clientes del club privado, que competían por su atención. Su poder estelar es tan brillante entre los partidarios conservadores de Trump que pasan las tardes en Mar-a-Lago, que un cliente habitual del club lo comparó con Paul McCartney.
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