Papa Francisco pide concordia en Venezuela y Nicaragua

Jorge Mario Bergoglio, el Papa Francisco, llamó a la concordia en Venezuela y Nicaragua durante su mensaje de Navidad para entregar la tradicional bendición "Urbi et orbi", que en español significa a la ciudad y al mundo, en la Plaza de San Pedro del Vaticano.

"Que este tiempo de bendición le permita a Venezuela encontrar de nuevo la concordia y que todos los miembros de la sociedad trabajen fraternalmente por el desarrollo del país, ayudando a los sectores más débiles de la población", dijo el líder de la Iglesia Católica, quien también deseó que "los habitantes de Nicaragua se redescubran hermanos para que no prevalezcan las divisiones y las discordias".

Actualmente, la nación al mando de Nicolás Maduro se encuentra bajo una profunda crisis económica y de carácter humanitario, caracterizada por la falta de bienes básicos y una inflación que -según cálculos del Fondo Monetario Internacional (FMI)- alcanzará 10.000.000% el próximo año. Lo anterior ha provocado un importante éxodo de venezolanos, que según cifras de Naciones Unidas llevó a la salida de 2,3 millones desde 2015.

Por su parte, Nicaragua, desde principios de abril, vive una importante crisis institucional de la mano de una serie de protestas antigubernamentales, cuya represión ha dejado al menos 320 muertos, según los grupos humanitarios, y 340 detenidos, de acuerdo con datos revelados hoy por el mismo gobierno de Daniel Ortega.

Israel y Palestina, Yemen, Tierra Santa, Siria, el continente africano y Ucrania también recibieron palabras de parte del Papa Francisco, quien aprovechó de hacer una enumeración de algunos conflictos alrededor del mundo, pidiendo paz para cada uno de ellos.

Asimismo, el Sumo Pontífice también manifestó su deseo de "fraternidad" entre los pueblos de toda nación y de toda cultura. "Que todos compartimos en una gran variedad de etnias, lenguas, de culturas, pero todos hermanos en humanidad", dijo ante decenas de fieles que llegaron hasta la sede central de la Iglesia Católica en Italia.

Finalmente, y tal como lo ha realizado en sus cinco años de pontificado, el Papa Francisco abogó por "los pueblos que sufren colonizaciones ideológicas, culturales y económicas, viendo lacerada su libertad y su identidad, y que sufren por el hambre y la falta de servicios humanitarios".