Entre 1980 y el inicio del nuevo milenio, Perú vivió uno de las etapas más oscuras de su historia con el conflicto armado interno causado por las organizaciones subversivas Sendero Luminoso y el Movimiento Revolucionario Túpac Amaru. Fueron 69.280 las personas fallecidas durante el sanguinario período de guerra, según la Comisión de la Verdad y Reconciliación. Sin embargo, se trata de una cifra que ya quedó corta frente a las muertes que ha cobrado el coronavirus en Perú.
Y es que pese a que el gobierno había informado oficialmente hasta este miércoles 29.259 fallecidos desde que el virus llegó al país el 6 de marzo, existe una cifra muy superior según los datos del Sistema Informático Nacional de Defunciones (Sinadef), que no se explica si no es por la pandemia.
En 2019, entre abril y agosto, el número de decesos en Perú rondaba los 9.000 al mes. Sin embargo, entre abril y agosto de este año, las cifras de defunciones mensuales van desde los 12.898 en abril hasta los 28.236 en julio. Así, existe un exceso de 71.538 fallecidos este año, si se compara el período de abril y agosto de 2019 con igual lapso en 2020 (marzo no tuvo cambios significativos entre un año y otro).
Exceso extraordinario
Si de ese exceso extraordinario de fallecidos registrado en esos cinco meses, solo 29.259 son por Covid-19, entonces hay 42.279 que no tendrían explicación. Eso sí, el Centro Nacional de Epidemiología, Prevención y Control de Enfermedades del Ministerio de Salud contabiliza 11.075 muertes sospechosas de Covid-19 al 29 de agosto.
Según la consultora peruana Vox Populi, el Sinadef desde hace 39 meses (enero 2017 a marzo 2020) ha dado cifras muy estables en relación a las defunciones en el país, por lo que no se explica este exceso de muertes de un 149% en comparación con el año pasado. El Financial Times ya había advertido en junio el mismo porcentaje de exceso de muertes. “Países muy golpeados por la pandemia como España e Italia, no pasan del 50% de exceso de muertes, Perú es el triple”, dijo a La Tercera el director de Vox Populi, Luis Benavente.
“Si hay cambios tan bruscos frente a estadísticas tan estables, eso tiene que tener una explicación, como una guerra, suicidios colectivos, una epidemia, un terremoto catastrófico. Lo único que ha habido es la epidemia”, añade. Pero Benavente asegura que hay otro dato que confirma que ese exceso es consecuencia del virus. “En esos 39 meses, la proporción de muertes por género es un 53% de hombres y un 47% de mujeres, y esa proporción es muy estable. Debió ser la misma proporción ahora pero eso ha cambiado. En el exceso de muertes la proporción es de 69,2% para hombres y 30,8% para mujeres, es demasiado distinto y casi idéntica a la que el Ministerio de Salud da de muertos por género por Covid-19: 70,3% de hombres y 29,8% de mujeres”, explica. Así, indica, esa diferencia de un punto porcentual correspondería a personas que no habrían muerto por el coronavirus.
Perú es el país con la mayor tasa de mortalidad por Covid-19 del mundo, con 885 decesos por millón de habitantes. En tanto, su tasa de letalidad (proporción de personas con Covid-19 que fallecen en relación con el total de personas que han contraído la enfermedad) es de 4,42%. La de Chile alcanza a 2,7%.
Con este ritmo mensual de fallecimientos en el país, los seis meses de emergencia por la pandemia ya han superado el saldo mortal de cualquier guerra o conflicto bélico en 199 años de independencia de Perú, incluida la Guerra del Pacífico contra Chile (1879-1884) que dejó unas 18.000 muertes.
Según indica EFE, hace casi tres meses que en Perú mueren a diario por Covid-19 más personas que las 117 que perdieron la vida en 1984 en la masacre de Soras, la mayor matanza atribuida a Sendero Luminoso en sus numerosas venganzas terroristas contra pueblos de los Andes que no se sumaban a su lucha armada.
“El gobierno actúa como si tuviera una victoria en la lucha contra la pandemia. La cifras reales harían ver que el gobierno danza victorioso sobre 70 mil cadáveres”, asegura Benavente.