Primer test electoral: La ultraderecha alemana avanza en dos elecciones regionales

Supporters of the anti-Islam movement PEGIDA attend a demonstration in Dresden
FOTO: REUTERS

El partido xenófobo y euroescéptico, Alternativa para Alemania (AfD), quedó como segunda fuerza política en dos comicios del en el este del país. El cansancio frente a los partidos tradicionales acentúa la división entre el este y el oeste de Alemania, a 30 años de la caída del muro de Berlín.


La ultraderecha avanza en Alemania de cara a los próximos comicios generales de 2021. Así lo demostraron las elecciones regionales de este domingo en dos estados del Este del país, en Brandeburgo y Sajonia, en donde el partido Alternativa para Alemania (AfD) quedó como la segunda fuerza política. Estas dos elecciones fueron el primer gran test electoral regional después de que lograran ingresar al Bundestag (Parlamento nacional) hace dos años.

Los resultados representan un duro golpe para la coalición de gobierno del partido de la canciller Angela Merkel (CDU) y los socialdemócratas (SPD), que pese a que mantuvieron su victorias en ambos territorios, deberán revisar sus estrategias.

En Sajonia, la gobernante CDU obtuvo el 32,1% de los votos, cuatro puntos menos que en las elecciones regionales de 2014, y seguido por AfD, que logró un 27,5%, un aumento de 17,7 puntos con respecto a las últimas elecciones del estado cuando AfD tenía solo un año de existencia. En Brandeburgo, en tanto, el SPD logró la mayoría con el 26,2% de los votos (5,5 puntos menos que en 2014), y los ultraderechistas concentraron el 23,5% (10,6 puntos más que en 2014). De todas formas, estos resultados son muy similares a los que concentró el AfD en estos mismos territorios en las últimas elecciones nacionales de 2017.

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El principal candidato en Sajonia de Alternativa para Alemania (AfD), Joerg Urban (izq.), junto al máximo candidato de AfD en Brandeburgo, Andreas Kalbitz (der.) en una prensa conferencia después de las elecciones estatales, hoy en Berlín. FOTO: EFE[/caption]

"AfD ha llegado para quedarse"

"Lo apuntaron los pronósticos y ahora los resultados son claros: AfD ha llegado para quedarse. Ya no habrá política sin nosotros", sostuvo el candidato de la ultraderecha en Brandeburgo, Andreas Kalbitz, quien ha sido asociado al neonazismo. Pero otros líderes ultraderechistas han sido más cautos con estos resultados. "Estoy muy satisfecho de los resultados, pero AfD no es aún la primera fuerza", afirmó el político de AfD, Alexander Gauland. El presidente del partido, Joerg Meuthen,  señaló que "nuestro trabajo acaba de empezar".

El AfD ha pasado de ser un partido euroescéptico outsider de la política, al partido de oposición más fuerte del Parlamento, según indica CNN. En los últimos años el partido ha cambiado su enfoque contra los inmigrantes y el Islam, mostrando su descontento hacia la política abierta de refugiados de Merkel en 2015.

"La principal razón es el hecho de que las diferencias entre las promesas del SPD y la CDU, y los resultados reales de su política son tan grandes que han creado una insatisfacción que promueve AfD: educación, transporte local, atención médica y seguridad doméstica, por ejemplo. Además de esto, hay muchas personas que comparten hábitos y valores extremistas de derecha", dijo a La Tercera Gero Neugebauer, politólogo de la Universidad Libre de Berlín.

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FOTO: REUTERS[/caption]

División política

Según los expertos, en el este del país ha existido una baja participación electoral en los últimos años, en relación con el oeste de Alemania. Sin embargo, para esta cita electoral la participación aumentó sorpresivamente. En Sajonia votó el 65% del electorado (39% hace cinco años), y en Brandeburgo la participación alcanzó el 60,5% (47,9% en 2014). Y es precisamente el electorado del este, de la antigua República Democrática Alemana (RDA), el que AfD ha sabido movilizar, especialmente de la clase trabajadora que se siente decepcionada de los partidos tradicionales.

Esto demuestra la creciente fragmentación del paisaje político nacional tras la caída del Muro de Berlín hace 30 años y la reunificación alemana. "La AfD se afianza con la insatisfacción hacia las élites políticas y los partidos establecidos. El partido también utiliza a su favor la hostilidad hacia los extranjeros que es más alta en la Alemania Oriental que en la Alemania Occidental", señaló a La Tercera Florian Hartleb, analista político alemán y autor de La hora de los populistas.

Este resultado favorable de la ultraderecha supone una complejidad a la hora de formar coaliciones de gobierno, ya que los partidos tradicionales, es especial la CDU, ya han advertido que no pactarán con AfD. Por eso, se espera que estos estados terminen siendo gobernados por amplias alianzas entre la derecha y la izquierda, lo que a juicio de expertos podría provocar una parálisis política. "Una coalición anti-AfD es muy probable. Incluso puede ser que la CDU que giró a la izquierda bajo Angela Merkel (en continuidad con la nueva presidenta del partido Kramp-Karrenbauer) esté dispuesta a ir a la coalición con los poscomunistas", advierte a este diario la investigadora alemana del think tank Brookings Institution, Constanze Stelzenmüller. "Ningún otro partido está dispuesto a formar una coalición con ellos, y no van a obtener una mayoría absoluta, por lo que no estarán en el gobierno en ningún lado", agrega.

De esta manera, los ojos ahora estarán puestos en los comicios regionales en un tercer estado federal del este de Alemania, en Turingia, el próximo 27 de octubre.

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