Maastricht, la ciudad de Países Bajos que castiga a quienes estacionan bicicletas en cualquier parte
La localidad europea ha tomado medidas drásticas para quienes dejan sus bicicletas amarradas a postes o barandas.
Los funcionarios de los Países Bajos están haciendo frente al estacionamiento desordenado de bicicletas, mediante una serie de medidas que van desde la confiscación hasta el aumento de penas para recuperarlas.
Por ejemplo, la ciudad sureña de Maastricht este año prohibió a las personas que dejen abandonadas sus bicicletas en la calle. Y quienes lo hagan, sufrirán el retiro de sus bicicletas y las multas para recuperarlas es más alta.
Según el diario The Guardian, los ciclistas en el centro de la ciudad deben estacionarse en un portabicicletas, y no pueden dejarlas en un poste o en una baranda. A partir de enero, aquellos a quienes les hayan confiscado una bicicleta deberán pagar 50 euros (unos $48.000) para liberarla en lugar de 25 euros.
Maastricht tiene poco más de 120.000 habitantes, alrededor de una quinta parte de ellos son estudiantes, y el estacionamiento para bicicletas ha sido un problema durante años, indicó el periódico británico.
Según la alcaldía, que fue consultada por el diario, en lo que va de este año se han retirado 2.159 bicicletas “estacionadas ilegalmente”. En 2022, el total fue 2.611. Una nueva campaña pretende fomentar el ciclismo responsable.
El municipio de Maastricht impuso, además, un período máximo de estacionamiento ininterrumpido para bicicletas en el centro de la ciudad. Este plazo máximo es de 14 días. Así, el municipio retirará las bicicletas que hayan estado estacionadas durante demasiado tiempo tras emitir un aviso.
“Es positivo ver que cada vez más gente utiliza la bicicleta”, afirmó a The Guardian el alcalde de Maastricht, Wim Hillenaar.
“Pero, por otro lado, esto a veces trae problemas en el espacio público... y esta decisión se debe a que el número de bicicletas mal estacionadas sigue siendo demasiado alto a pesar de todos los esfuerzos”, añadió.
Al igual que Amsterdam y Utrecht, Maastricht ha estado construyendo garajes para bicicletas, pero ha descubierto que la gente todavía tiende a asegurar sus bicicletas a postes de luz, ya que estacionar en estos lugares no necesariamente disuade a los ladrones.
Otro de los problemas que preocupa en el país es la cantidad de personas que circula en las vías para bicicletas. La Unión de Ciclistas (Fietsersbond) ha expresado su preocupación por la seguridad en los carriles de bicicleta a medida que éstos se vuelven más concurridos. La organización dijo que los carriles para bicicletas en Ámsterdam son particularmente inseguros y está más preocupada por la seguridad de los estudiantes que usan con frecuencia los carriles para bicicletas para ir a la universidad durante las horas punta.
Según la Unión de Ciclistas, uno de los principales problemas en los carriles para bicicletas de los Países Bajos es la gran variación en la velocidad de los ciclistas. Las bicicletas normales no pueden moverse tan rápido como las bicicletas eléctricas, lo que puede hacer que algunos usuarios se sientan intimidados o inseguros. “El 40% de los residentes de Ámsterdam no se sienten seguros en el tráfico”, dijo Florrie de Pater, del sindicato de ciclistas de Ámsterdam, en declaraciones a la cadena de televisión AT5. “(Esa estadística es) sobre ciclistas y creo que eso es demasiado”, añadió.
El sindicato sostiene que, dado que las bicicletas eléctricas pueden viajar hasta 30 km/h, deberían considerarse vehículos de carretera y excluirse del uso de los carriles de bicicleta. “Casi todo circula a treinta kilómetros por hora en la ciudad, por lo que si las bicicletas van a más de veinte kilómetros por hora, tienen que ir a la carretera”, dijo de Pater a AT5 . “Entonces el carril para bicicletas quedará para los ciclistas vulnerables”.
La vicealcaldesa de Ámsterdam, Melanie van der Horst, ya está estudiando cómo solucionar los problemas de tráfico que surgen en la capital. Según AT5, el concejal de Tráfico ya está en conversaciones con el gobierno central sobre la actualización de la normativa para las bicicletas eléctricas, incluidas las fatbikes. Los planes que se dice que están sobre la mesa incluyen edades mínimas para los usuarios de bicicletas eléctricas, límites de velocidad más bajos y más reglas viales.
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