Rousseff dice confiar en "remontada" pero ya se prepara para la "resistencia"
"Creo que toda la tendencia es de remontada", afirmó a periodistas poco después de depositar su voto hoy en la ciudad de Belo Horizonte.
La expresidenta brasileña Dilma Rousseff dijo hoy que confía en una remontada de Fernando Haddad en la segunda vuelta de las elecciones presidenciales de este domingo en Brasil frente al favorito, el ultraderechista Jair Bolsonaro, aunque admitió que ya se prepara para la "resistencia".
"Creo que toda la tendencia es de remontada", afirmó a periodistas poco después de depositar su voto hoy en la ciudad de Belo Horizonte la que fuera la primera mujer presidenta en la historia de Brasil (2010) y quien fue destituida en un juicio político por el Congreso en 2016.
Rousseff, derrotada en la disputa por un escaño en el Senado en las elecciones legislativas de este mes, afirmó que los sondeos de los últimos días mostraron que Haddad, su correligionario del Partido de los Trabajadores (PT), viene creciendo y puede remontar frente al ultraderechista, que fue el más votado en la primera vuelta.
Según las últimas encuestas, difundidas este sábado, Bolsonaro, un polémico candidato por su defensa de la dictadura militar (1964-1985) y por sus declaraciones de tiente machista, racista y homófoba, tiene una clara ventaja y sería elegido presidente con una votación que oscilará entre el 54 % y el 56,8 %.
Sin embargo, los mismos sondeos han mostrado en las últimas dos semanas un crecimiento sostenido de las posibilidades de Haddad, que sucedió al encarcelado expresidente Luiz Inácio Lula da Silva como candidato del PT y a quien los sondeos de este sábado le atribuían una intención de voto que varía entre 46 % y 43 %, frente al 41 % que tenía la semana pasada.
Rousseff atribuyó esa respuesta a la reacción de los electores a las declaraciones autoritarias de Bolsonaro en los últimos días.
"El candidato Bolsonaro va a morir por la boca", dijo la expresidenta al recordar unas declaraciones en las que un hijo del ultraderechista defendió el cierre de la Corte Suprema.
"Cuando uno de sus hijos dice eso muestra el grado de autoritarismo y de falta de respeto al Estado democrático de derecho. Es una bravata pero que deja evidente un grado casi de fascismo", aseguró la ahijada política y sucesora de Lula en la Presidencia.
Pese a su confianza en la remontada, Rousseff admitió que, ante una posible victoria de Bolsonaro, habría que prepararse para resistir.
"Creo que habrá una gran resistencia. Tenemos que esperar la resistencia de la democracia brasileña, de las instituciones políticas y de los movimientos sociales. Porque él dijo que los opositores tienen que ir a la cárcel o al exilio y que los movimientos sociales serían criminalizados como terroristas", aseguró.
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