Simpatizantes y familiares despiden a candidato asesinado Fernando Villavicencio e imputan cargos a sospechosos

Partidarios del asesinado candidato a la presidencia de Ecuador Fernando Villavicencio se reunieron el viernes en un acto público en memoria del político, mientras su familia celebraba una misa en el cementerio donde será enterrado.

Villavicencio, un exdiputado y antiguo periodista investigador de hechos de corrupción, fue asesinado a tiros cuando salía de un evento de campaña el miércoles por la noche, a menos de dos semanas de las elecciones.

El asesinato, ocurrido en medio de una ola de creciente violencia y delincuencia en el país sudamericano, ha llevado a algunos ecuatorianos a sopesar si votarán el 20 de agosto y ha hecho que una elección inestable sea aún más difícil de pronosticar.

El partido Construye de Villavicencio realizó un gran evento en el centro de convenciones de Quito, en donde su candidata a la vicepresidencia, Andrea González, habló mientras vestía un chaleco antibalas.

En tanto, la familia de Villavicencio celebró una misa para un centenar de personas en una capilla del cementerio de Monte Olivo, en el norte de la ciudad, acompañada por policías fuertemente armados.

“Mi hijo deja un legado de lucha, de transparencia, de sacrificio,” dijo la madre del político asesinado, Gloria Valencia a los asistentes. “Toda esa lucha y todo lo que él hizo, espero que eso no sea una mercancía para hacer usufructo de todo eso”.

El ataúd fue cargado en un coche fúnebre al grito de los asistentes de “¡Fernando vive para siempre!”

Seis sospechosos, todos colombianos que según la policía pertenecen a grupos criminales, fueron puestos bajo custodia por 30 días por un juez el jueves por la noche.

Los seis hombres también enfrentan acusaciones de tráfico ilícito de sustancias. Dos de ellos habían sido acusados el 5 de julio de recepción de bienes robados, según los documentos.

Más temprano, un pequeño grupo de simpatizantes y aliados políticos, algunos ondeando pancartas, se reunieron en la funeraria en Quito, en donde se realizaba un velatorio privado.

“Estoy aquí para dar el último adiós a nuestro presidente”, dijo a Reuters la seguidora Lola Alvarez. “Fernando Villavicencio era un líder que con papeles en mano denunció a todas las mafias del Ecuador y ese fue el motivo de su muerte”, agregó. “Ya no sé lo que pasa en mi país”.

Villavicencio no estaba protegido de las amenazas en su contra, manifestó Patricia Aguilera, candidata a la Asamblea por una zona rural de Quito.

“Le mataron porque tenían miedo que un hombre correcto asuma el poder y diga la verdad de toda la corrupción de este país”, dijo. “Este estado no le cuidó”.

Todos los sospechosos tenían antecedentes penales en Ecuador y Colombia, dijo un portavoz de la policía ecuatoriana.

Otro sospechoso del crimen murió por las heridas sufridas en un tiroteo con las autoridades el miércoles.

La esposa de Villavicencio, Verónica Sarauz, dijo que aún no se ha reunido con las autoridades para discutir por qué fracasó el dispositivo de seguridad.

“Él estaba consciente de que las amenazas en su contra eran reales”, dijo Sarauz a Caracol Radio de Colombia.

“Sabemos que ellos son los autores materiales”, dijo sobre los seis acusados. “Pero necesitamos saber los autores intelectuales, quién los contrató?”.

El Gobierno dijo que está en busca de los “autores intelectuales” del asesinato y prometió aumentar la seguridad en el país para garantizar unas elecciones pacíficas.

Villavicencio murió por trauma craneal, hemorragia y laceración cerebral causada por una bala, según la autopsia citada en los documentos de acusación. También sufrió una fractura craneal.

Como organizador laboral y luego como periodista, Villavicencio estuvo expuesto durante mucho tiempo a amenazas por sus mordaces y meticulosamente documentadas acusaciones de corrupción contra algunos de los nombres más importantes del establecimiento político y financiero de Ecuador.

Los candidatos presidenciales condenaron universalmente el asesinato, aunque el partido de Villavicencio ha denunciado lo que califica el “uso político” de su muerte, luego de que se intercambiaran acusaciones sobre denuncias de vínculos con grupos criminales.

Dos de los opositores de Villavicencio, el candidato indígena Yaku Pérez y el candidato de la ley y el orden, Jan Topic, han suspendido sus campañas.

Luisa González, quien cuenta con el respaldo del expresidente Rafael Correa, una férrea opositora de Villavicencio desde hace largo tiempo, y quien lidera la carrera con poco menos del 30% de apoyo de los votantes, no ha suspendido su campaña.

Tampoco Otto Sonnenholzner, aunque ni él ni González tenían eventos públicos programados para el viernes.

Villavicencio, padre y esposo, obtuvo un 7,5% de apoyo en las encuestas, que lo ubicaba en el quinto lugar entre ocho candidatos.

La violencia en Ecuador ha escalado en los últimos años, especialmente en ciudades por las que cruzan las rutas del narcotráfico como Guayaquil y Esmeraldas.

Varios países latinoamericanos han sufrido problemas similares desde la pandemia de coronavirus.

Lasso, quien enfrento un juicio político en su contra, convocó elecciones anticipadas.

El presidente ha sido criticado por no lograr reprimir la violencia, mientras su Gobierno atribuye el derramamiento de sangre en las calles y en las prisiones a luchas internas criminales para controlar las rutas de tráfico de drogas utilizadas por los cárteles mexicanos, la mafia albanesa y otros.

Más allá de la seguridad, el empleo y la migración son temas importantes en la contienda presidencial.