Terremoto en Turquía: Ankara inicia acciones legales contra las constructoras

Un hombre sentado en los escombros de un edificio en Atareb, Siria. Foto: AP

A una semana del sismo, los muertos superan los 33 mil entre Turquía y Siria. Con las elecciones en menos de tres meses, Erdogan declara que perseguirá los saqueos.


A una semana de uno de los peores terremotos de la historia de Turquía y Siria, los rescatistas siguen salvando de los escombros a más personas. Sin embargo, cada vez se reducen más las posibilidades de encontrar sobrevivientes. El número de muertos por los sismos de 7,8 y 7,5 de magnitud registrados el lunes pasado superó este domingo los 33 mil en ambos países, mientras que se habla ya de más de 92 mil heridos. Con estas cifras, este terremoto se consolida como el segundo más letal de la región, solo superado por el ocurrido en 1939 en Erzincan, y en el que casi 33 mil personas perdieron la vida.

Los habitantes desplazados de la ciudad de Kahramanmaras, cerca del epicentro del terremoto, han puesto carpas cerca de sus domicilios con el objetivo de evitar el saqueo de sus casas destruidas o dañadas.

Equipo de rescatistas turcos trabaja para sacar a un joven de un edificio derrumbado en Antakya. Foto: AP

El gobierno del Presidente turco Recep Tayyip Erdogan, mientras tanto, comenzó a perseguir a las constructoras de los miles de edificios que se desplomaron o dañaron seriamente a causa del terremoto. Oficiales de policía turcos han arrestado o emitido órdenes de arresto a cerca de 130 personas, acusadas supuestamente de estar involucradas en métodos de construcción ilegales.

En Turquía, aun cuando en el papel existen estrictos estándares antisísmicos en las leyes relativas a la construcción, estos se ven raramente aplicados, lo que explica por qué miles de edificios se derrumbaron de lado o cayeron sobre sí mismos y sobre sus residentes.

El vicepresidente turco Fuat Oktay declaró este sábado que se había emitido la orden de detención de 131 personas sospechosas como responsables de estos colapsos. En tanto, el ministro de Justicia, Bekir Bozdag, aseguró que se castigará a los responsables, y que los fiscales ya están acumulando evidencia respecto de los materiales usados en las construcciones.

Desde ese ministerio se anunció el establecimiento de las oficinas de “investigación de crímenes del terremoto”. El objetivo sería identificar contratistas y otros responsables por las obras colapsadas, consultando a arquitectos, geólogos e ingenieros, además de hacer un chequeo de los permisos de construcción y ocupación en tales obras.

A pesar de que los dos terremotos ocurridos fueron particularmente fuertes, con 7,8 y 7,5 grados Reichter, respectivamante, tanto los damnificados como los expertos culpan a las malas construcciones por empeorar la devastación.

Un hombre sentado en los escombros de un edificio en Antakya, Turquía. Foto: AP

En el Aeropuerto de Estambul, este domingo se detuvo a dos contratistas que fueron acusados por la destrucción de varios edificios en Adiyaman. Se supo que ambos, según una agencia de noticias privada, iban en camino a Georgia. Yavuz Karakus, uno de los arrestados, respondió a los reporteros: “Mi conciencia está limpia: construí 44 edificios. Cuatro de ellos fueron demolidos. Hice todo siguiendo las reglas”.

En el mismo aeropuerto se detuvo también a un contratista que realizó un edificio de lujo de 12 pisos en la histórica ciudad de Antakya y que terminó por colapsar, dejando un número de muertos desconocido por el momento.

Otras dos personas fueron arrestadas en la provincia de Gaziantep, acusados de haber reducido la columna de un edificio para edificar una pieza extra. A causa del terremoto, ese edificio colapsó, informó la agencia estatal Anadolu.

El Presidente turco Recep Tayyip Erdogan conversa con la gente durante una visita a Kahranmanmaras. Foto: Reuters

A medida que las elecciones parlamentarias y presidenciales de mayo se acercan, se especula que las detenciones de estos contratistas podrían ayudar a dirigir la ira popular contra las empresas constructoras, desviando la atención que se habría dirigido a los agentes estatales que permitían las edificaciones defectuosas.

El gobierno de Erdogan ya estaba viendo problemas para su reelección desde el año pasado: una grave crisis económica ha llevado a una seria devaluación de la lira turca, además de tener que lidiar con la creciente inflación.

Durante la semana, el mandatario turco reconoció que la respuesta inicial de su gobierno al terremoto se había visto perjudicada por la extensión del daño de este. Según Erdogan, afectó un área de 500 kilómetros de diámetro, y a 13,5 millones de los 84 millones de habitantes de Turquía. En un tour por las ciudades afectadas, el presidente se refirió al sismo como “el desastre del siglo”

Algunos opositores al gobierno han acusado a Erdogan de un lento actuar, e incluso se preguntan por qué el Ejército, que jugó un rol clave en el terremoto de 1999, no fue llamado antes. El presidente ha reconocido problemas, como el desafío de la distribución de ayuda con las carreteras dañadas, pero también pidió solidaridad y condenó el hacer “política negativa” con la tragedia.

El Presidente turco Recep Tayyip Erdogan en una conferencia de prensa en Kahramanmaras. Foto: AP

Este sábado, el presidente turco también declaró un estado de emergencia para evitar los saqueos y otros delitos en la región. “Esto significa que, de ahora en adelante, todas las personas involucradas en saqueos y secuestros tienen que saber que el Estado los perseguirá”, aseguró.

Según la agencia Anadolu, 98 personas fueron arrestadas durante ese día por presuntos saqueos de edificios dañados, robo o estafa a las víctimas del terremoto. Dos de esas personas fueron detenidas luego de que se hicieran pasar por trabajadores humanitarios y empezaran a saquear camiones llenos de alimentos para las víctimas del terremoto en la provincia de Hatay.

Comenta

Por favor, inicia sesión en La Tercera para acceder a los comentarios.