Vacunación contra el Covid-19 y crisis económica e institucional: Las tareas pendientes para el sucesor de Moreno en Ecuador

El Presidente de Ecuador, Lenín Moreno, acompañado por el ministro de Defensa, Oswaldo Jarrin, a la izquierda, y el ministro de Salud, Camilo Salinas, visitan el Fuerte Militar de Epiclachima para supervisar el proceso de vacunación a los soldados en Quito. Foto: AP

Según datos de Our World in Data, tan solo el 1,4% de la población del país, de 17,8 millones de habitantes, ha recibido al menos una dosis de la vacuna.


Los ecuatorianos llegan al fin del mandato del Presidente Lenín Moreno (2017-2021) y ponen sus esperanzas en los próximos cuatro años del nuevo Ejecutivo que encabezará el exbanquero Guillermo Lasso.

Una de las primeras tareas de Lasso será enfrentar la crisis desatada por la pandemia del Covid-19. Cuatro días antes del balotaje y después de solo 19 días en el cargo, el gobierno de Moreno solicitó la renuncia al ministro de Salud, Mauro Falconí tras la filtración de un audio en el que presionaba por el desorden en la campaña de vacunación contra el coronavirus.

El candidato presidencial Andrés Arauz durante el cierre de campaña, en Quito. Foto: Reuters

Según datos de Our World in Data, Ecuador ha administrado 356 mil dosis, lo que significa que tan solo el 1,4% de su población de 17,8 millones de habitantes ha recibido al menos una inoculación. El sucesor de Falconi, Camilo Salinas, quien es el cuarto ministro de Salud en casi dos meses, anunció que esperan inmunizar hasta 50 mil personas por día desde la próxima semana.

De acuerdo con el diario El País, semanas atrás Moreno reconoció públicamente que el plan de inoculación nacional -que debió empezar a mediados de enero con la llegada del primer lote de 8.000 vacunas- era inexistente y que estaba solo en “la cabeza” del ministro que gestionó la pandemia durante casi un año, Juan Carlos Zevallos.

Un niño camina junto a carteles electorales que promocionan al candidato Guillermo Lasso, en Quito. Foto: AP

“La primera misión para el sucesor de Moreno será vacunar a la gente. Si Lenín Moreno hubiera tenido un buen plan de vacunación habría salido exitoso de su gobierno, porque recuerdan lo último que pasó. Lamentablemente no fue así”, señaló a este diario la periodista y analista política ecuatoriana, Ana Karina López.

Aunque no es lo único. La pandemia también azotó la ya golpeada economía ecuatoriana que tiene un endeudamiento de alrededor de US$ 70 mil millones. Según la agencia EFE, otro duro indicador es el crecimiento de la informalidad laboral. Además, el futuro gobierno enfrenta el descenso del ingreso por habitante, que en 2020 se situó en US$ 5.500 anuales. Se espera una recuperación este año para alcanzar a US$ 5.600.

Tras meses de cierre por la cuarentena decretadas para frenar el coronavirus, el gobierno ecuatoriano cerró 2020 con una estimación que situaba en más de dos millones las personas que cayeron en la pobreza durante el primer semestre, mientras que sobre 500 mil personas estaban cesantes para septiembre.

El Presidente de Ecuador, Lenin Moreno, en un discurso tras la llegada de un primer lote de dosis de la vacuna de Pfizer contra el Covid-19. Foto: Reuters

“Las elecciones se dieron en medio de una de las mayores crisis del país. Ecuador ya venía sufriendo con un proceso de recesión por las medidas económicas tomadas por los gobiernos anteriores y la pandemia afectó aún más a la economía, al punto que en 2020 registramos el mayor decrecimiento del PIB en la historia y una de los más altos de Latinoamérica, con un 7,8%”, señala a La Tercera el analista ecuatoriano Andrés Campaña Remache.

Las normativas sanitarias, entre ellas los confinamientos, el cierre del comercio y el toque de queda impuesto de 20.00 a 5.00, paralizaron virtualmente el 70% del aparato productivo por meses y dejaron sin empleo a 600 mil personas, según cifras oficiales.

Según el diario El Mercurio de Ecuador, el alcalde de Quito, Jorge Yunda, solicitó al gobierno declarar un nuevo estado de excepción de 15 días después de las elecciones para evitar un posible colapso sanitario.

La polarización también será uno de los desafíos para el próximo inquilino del Palacio de Carondelet. La politóloga ecuatoriana Karen Garzón-Sherdek explica a La Tercera que “el próximo gobierno tendrá que enfocarse en los temas prioritarios que necesita el país, pero adicionalmente tendrá que reforzar el tema institucional”. “Se ha perdido mucha credibilidad en las instituciones. La Asamblea Nacional cuenta con entre el 2% al 4% de credibilidad y, en este sentido, creo que el gobierno, dentro de las varias metas, objetivos y acciones que tenga que adoptar, también tendrá que generar una reinstitucionalización y procurar que los ecuatorianos se sientan representados por el gobierno”, afirmó.

Yaku Pérez, candidato presidencial por el partido Pachakutik, habla durante una conferencia de prensa en Quito, en febrero. Foto: AP

Los indígenas, que quedaron a las puertas del balotaje con su candidato Yaku Pérez, un anticorreísta de izquierda que alegó un supuesto robo de elecciones, se perfilan como una fuerza determinante. El partido de Pérez, Pachakutik, no dio su apoyo a ninguno de los candidatos.

El futuro presidente no gozará de mayoría absoluta en el Congreso y tendrá que negociar con Pachakutik, pues el partido indígena quedó segundo en las legislativas celebradas en febrero por detrás de Unión por la Esperanza (Unes), el movimiento de Arauz. Creando Oportunidades (Creo), la fuerza de Lasso, tendrá una representación mínima.

En el balotaje de ayer Pérez anuló su voto públicamente con la leyenda “Yaku presidente resistencia”, prometiendo una oposición de “resistencia” en caso de que el vencedor incumpla con sus promesas. “Hay crisis económica, sanitaria y de gobernanza en este momento (...) Cualquiera que gane tiene un panorama completamente dividido, bien difuso”, apuntó Wendy Reyes, consultora política y catedrática de la Universidad de Washington, citada por France Presse.

La analista política Grace Jaramillo, de la Universidad British Columbia, en Vancouver, destacó a The Associated Press que la tarea principal para el nuevo gobernante es “despolarizar el país. No habrá visos de gobernabilidad si el nuevo gobierno no tiende la mano y no genera una plataforma donde los acuerdos con la Asamblea sean posibles... crear una plataforma y una secuencia clara de acuerdos sobre la mesa”.

Comenta

Por favor, inicia sesión en La Tercera para acceder a los comentarios.