Yo ya voté en pandemia

El Covid-19 ha trastocado todo, incluso el panorama electoral en varios puntos del orbe. Qué duda cabe. Datos del Instituto Internacional para la Democracia y Asistencia Electoral (IDEA Internacional) dan cuenta de ese fenómeno: más de 70 países y jurisdicciones subnacionales en el mundo han decidido postergar comicios de todo tipo y más de 50 los han llevado a cabo en condiciones de pandemia.

Entre estos últimos figuran varios países de Europa y América Latina, que bajo estrictas medidas sanitarias han desafiado al rebelde coronavirus en las urnas. En este especial, votantes de Francia, Italia, República Dominicana, Bolivia y Uruguay entregan sus testimonios de cómo es votar en tiempos de pandemia.

En Uruguay, las elecciones departamentales y municipales se celebraron el domingo 27 de septiembre, postergadas desde su fecha original, el 10 de mayo. Esteban Leonís, periodista y conductor de Radiocero, cuenta que se realizaron bajo un estricto protocolo instrumentado por la corte electoral, que incluia kits sanitarios para todas las mesas de votación y varias normas a seguir para la población: hacer filas con distancia de un metro y medio entre votante y mascarilla obligatoria para entrar al centro. Casi un mes luego de las elecciones los casos de Uruguay se han mantenido estables. El proceso electoral no influyó en su curva de contagios, la más baja de la región.

Ana Clara Viñar, periodista residente en Montevideo, acudió a votar en unas elecciones muy distintas a todas las que ese país había vivido antes. El voto uruguayo se deposita en pequeños sobres, que los votantes tienden a cerrar con saliva. Por supuesto, debido a la ley de mascarilla obligatoria, este año esto tuvo que cambiar.

Francia vivió las dos vueltas de sus elecciones municipales en pandemia. Ambas fueron diametralmente opuestas. Camille Tchou, residente de París, cuenta que, aunque no pudo ir a votar en la primera vuelta, a mediados de marzo, sabe que las medidas de seguridad eran escasas. La única recomendación era llevar lápiz propio y no acercarse a la gente.

Para la segunda vuelta, en junio, las cosas habían cambiado: los centros contaban con alcohol gel, a todos les exigían mascarillas y el aforo se había reducido.

El referendo italiano para ver si se aprobaba la medida de reducir el número de parlamentarios estaba pautado para marzo, pero se terminó haciendo entre el 20 y el 21 de septiembre. El 51.12% de los habilitados para votar participaron, y lo hicieron siguiendo estrictas medidas sanitarias. Tommaso Catalano, estudiante de filosofía, cuenta que, además del uso de mascarillas, el distanciamiento físico y el control policial, los centros estaban ordenados en dos filas, una para quienes ya habían votado y otra para quienes iban entrando. Así reducían al mínimo las posibilidades de contacto.

Al ingresar al centro de votación los votantes recibían una papeleta y un lápiz para marcarla, que era desinfectado por el personal encargado después de cada uso.

En algunas provincias bolivianas muchos todavía no creen en la enfermedad, según reporta Elizabeth Mamani, periodista de El Alto. Mamani votó - y participó como jurado electoral - en el municipio de Patacamaya, en el departamento de La Paz, donde contó que el uso de las mascarillas estuvo generalizado, ayudado por los controles policiales.

Carlos Zannier, docente de la Universidad Católica Boliviana (UCB), fue a votar en las elecciones generales de Bolivia con tapabocas y al momento de identificarse lo hizo solo mostrando su cédula de identidad a distancia sin contacto con el encargado. Además, cada centro de votación ofrecía hisopos para marcar el dedo pulgar al momento de votar sin tener que reutilizar ningún elemento.

Carlos Morales fue uno de los electores que acudieron a las urnas este domingo 18 de octubre en Bolivia, para los comicios generales convocados por la Presidenta interina Jeanine Áñez tras la renuncia de Evo Morales en noviembre de 2019. Además de la norma que obligaba a los votantes a usar mascarilla para entrar a cada centro de votación, la población fue separada en dos grupos según la terminación de su carnet de identidad. Así, quienes tenían documentados finalizados entre 0 y 4 sufragaron en la mañana, mientras que los concluidos del 5 al 9 lo hicieron en la tarde.

Morales, periodista de la revista Forbes Bolivia, cuenta que en el país vecino es obligatorio votar, por lo que la participación fue alta (superior al 88%), pero que todavía es temprano para saber el efecto que las elecciones tuvieron en los contagios por Covid-19.

Henry Valdez García, licenciado en Administración de Empresas, considera que las elecciones en República Dominicana se hicieron respetando todas las medidas de bioseguridad, que fue un proceso viable y seguro para todos. Además del uso generalizado de mascarilla, Valdez destaca que al momento de la toma de la firma de los votantes se usó gel antibacterial para evitar contagios.

Diulka Pérez participó en las elecciones extraordinarias generales presidenciales, senatoriales y de diputaciones de República Dominicana, que se llevaron a cabo el 5 de julio de este año y que originalmente estaban programadas para mayo.

Con un padrón electoral superior a los 7,5 millones de votantes, la participación fue del 55,29%. Pérez, excandidata a diputada por el Partido Revolucionario Moderno (PRM) y actual directora general de comunicaciones del Ministerio de Educación, cuenta que los partidos políticos y el ente electoral llamaron a sufragar manteniendo la distancia y cuidando las medidas de higiene, pero que nada de eso se respetó durante las celebraciones tras las elecciones. Los contagios de Covid-19 se triplicaron en el país en las semanas siguientes a los comicios, asegura.