El 7 de diciembre la Corte de Apelaciones de Santiago dejó en prisión preventiva a las ocho imputados por amenazar a la fiscal de Alta Complejidad Centro Norte, Ximena Chong. Gabriel Jara, Daniel Goldberger, Solange Aravena, Paula Narváez, Osvaldo Urcola, Benjamín Zaragoza y Fernando Hasler, fueron formalizados por amedrentar a la persecutora, al igual que Pablo Martínez, quien cuando fue detenido tenía una subametralladora UZI en su casa.

A dos semanas desde que están en la cárcel, las defensas de Jara, Goldberger y Hasler pidieron revertir su prisión preventiva por, supuestamente, haber nuevos antecedentes en el caso. Además, estos dos últimos y Urcola requirieron a Gendarmería su traslado al anexo penitenciario Cápitán Yáber, respuesta que está pendiente.

En el caso de Goldberger su defensa, Pablo Sanzana, citó una inserción difundida a través de medios de comunicación el lunes pasado, donde el imputado reconoció que él escribió la carta con la que amenazaron a la fiscal y pidió disculpas públicas.

Asimismo, indicó que Goldberger es sicólogo titulado de 2011 de la Universidad del Desarrollo y leyó parte de un informe realizado por la sicóloga Pamela Latam de diciembre de 2020, “que da cuenta de que Daniel posee y estaba siendo tratado por un trastorno de personalidad en el Centro Médico DBT Vive”.

“El paciente consulta con el objeto de adquirir habilidades de autorregulación emocional, dado que presentaba un trastorno de personalidad limítrofe con descontrol, también conocido como borderline. Durante el tratamiento el paciente mostró un alto compromiso en su proceso terapéutico (...) Las temáticas abordadas durante el tratamiento están relacionadas en gran medida con su baja tolerancia a la frustración y a la sensación de injusticia social, percibiendose en él un comportamiento emocional impulsivo por el logro de la equidad”, dice el informe leído por su abogado.

Debido a este diagnóstico, la sicóloga recomendó entregar al imputado “un ambiente de bajo nivel estresor con el fin de lograr una adecuada estabilidad emocional que le permita al paciente conservar su trastorno siquiátrico en forma compensada”. Además, el defensor dijo que su representado se está tratando con un ansiolítico.

Así, Sanzana planteó que “este nuevo antecedente que coopera con la investigación, que lo posiciona en el lugar de los hechos, en la confección de la carta, hoy disminuye la investigación respecto del único hecho por el cual ha sido acusado”.

Sin embargo, la jueza Pilar Ahuamda, del Séptimo Juzgado de Garantía de Santiago, resolvió mantener a los tres imputados en la cárcel. “Una carta de esa índole, con ese tenor de agresividad, de amenazas serias a una fiscal (...) uno que forma parte del Estado está sujeto a una revisión y cuestionamiento pero ello debe ser en el marco del respeto y que las personas que formamos parte de ella tengan la libertad y la tranquilidad de ejercer sus funciones”, dijo.

El fiscal del caso, Francisco Jacir, aseguró que “el tribunal tuvo especialmente en cuenta los diversos antecedentes hechos valer y sobre todo acogió los planteamientos en cuanto a que ninguno de los supuestos nuevos antecedentes son suficientes para alertar en régimen cautelar dispuesto”.