El Papa Francisco celebró este sábado un nuevo Consistorio Ordinario Público en la Basílica de San Pedro. En la instancia, el Pontífice ordenó cardenal al arzobispo de Santiago, Celestino Aós, junto a otros doce religiosos de diferentes países.

La ceremonia en que se nombraron a los trece nuevos cardenales se celebró en latín, como es tradición, y estuvo marcada por el coronavirus, razón por la que se debieron implementar restricciones sanitarias.

Por ejemplo, se redujo el aforo de asistentes en el lugar y no se realizarán las tradicionales “visitas de cortesía” que se hacían en general al día siguiente del Consistorio. Además, los presentes debieron utilizar mascarillas y respetar la distancia física.

Al inicio de la instancia, el primero de los nuevos cardenales y nuevo secretario general del Sínodo de los Obispos, el maltés Mario Grech, dirigió un saludo a Francisco, aludiendo a “las dramáticas condiciones que la Iglesia y el mundo están atravesando” en el contexto de la pandemia.

Luego, después de la oración y lectura de un pasaje del Evangelio de San Marcos, el Papa hizo la homilía, leyó la fórmula de creación y el nombre de todos los nuevos purpurados.

El rito prosiguió con la profesión de fe de los nuevos nombramientos ante los fieles, su juramento de fe y obediencia al Papa Francisco y a sus sucesores.

Los nuevos cardenales -entre ellos Aós-, entonces, se arrodillaron ante el Pontífice, quien les entregó el solideo y el birrete cardenalicio, además del anillo y la Bula de la creación, como también el documento de asignación del Título de una Iglesia de Roma.

Cabe recordar que Celestino Aós fue nombrado arzobispo de Santiago en diciembre de 2019. Desde marzo de ese mismo año se desempeñaba como administrador apostólico de la Arquidiócesis de Santiago tras la renuncia de Ricardo Ezzati.