Asistencia escolar mejora levemente, pero sigue bajo los niveles prepandemia: SLEP están al límite de un estado grave

A inicios de este año el ministro de Educación, Nicolás Cataldo, fijó metas de asistencia escolar ambiciosas para el sistema. “Esperamos llegar al 90%, acercarnos a los índices prepandemia”, dijo en Canal 13, meta que aún no se cumple, acorde a los datos del Centro de Estudios del propio Mineduc, los cuales dan cuenta de que la asistencia anual acumulada mejora respecto de 2023, pero sigue bajo los niveles que se observaban antes de la crisis sanitaria del Covid-19.

En tal sentido, el último informe del centro -julio 2024- llamado “Reporte nacional de asistencia de mayo de los años 2018, 2023 y 2024″, señala que, a nivel país, la tasa de asistencia acumulada entre marzo y mayo de este año es del 88,3%, lo que refleja un incremento de 0,5 puntos porcentuales respecto de 2023, cuando era del 87,8%. El alza, sin embargo, contrasta con las cifras de 2018 que exhibe el informe, cuando en el mismo periodo se llegó al 91,2%, es decir, 2,9 puntos más.

Para Mauricio Bravo, vicedecano de la Facultad de Educación de la U. del Desarrollo, “este aumento modesto sugiere que las medidas implementadas van por el camino correcto, pero aún queda un largo camino para recuperar los niveles de asistencia necesarios para alcanzar aprendizajes de calidad”. Y suma que para recuperar los niveles de asistencia necesarios “es esencial implementar intervenciones tempranas que identifiquen y apoyen a los estudiantes con altos índices de inasistencia, involucrar a las familias en el proceso educativo, crear ambientes escolares seguros, establecer programas de apoyo psicosocial, adaptar el currículo, y desarrollar políticas de incentivos para fomentar la asistencia regular”.

Y es que el académico mira de reojo que el reporte del Mineduc detalla que a nivel nacional el porcentaje de estudiantes con inasistencia grave (85% de asistencia o menos) disminuyó del 26,6% que se registró en marzo-mayo de 2023, a un 24,5% en 2024, pero lejos aún del 15,8% del mismo periodo de 2018. La menor tasa de inasistencia grave en 2024 se da en la región del Maule con un 17,6%, mientras que la mayor tasa se detecta en Atacama con un 34,9%.

“Es alentador ver que la inasistencia grave ha disminuido en un 2,1% entre 2024 y 2023. Sin embargo, este dato también nos recuerda que más de una cuarta parte de los estudiantes siguen ausentándose gravemente, lo cual es un indicador preocupante de desconexión con el sistema educativo y que, junto con lo anterior, es el principal predictor de la deserción escolar”, señala Bravo.

En una línea similar, Ingrid Olea, directora ejecutiva de Educación 2020, dice que siempre se debe apuntar a que los estudiantes asistan a un 100% de sus clases y el informe “da cuenta de que estamos lejos de esa realidad, ya que -a pesar de la mejora en el último año que vale la pena destacar-, casi un cuarto de los estudiantes (24,5%) registra inasistencia grave, lo cual es preocupante, ya que los pondría en riesgo de desvinculación escolar”.

En cuanto a regiones, se tiene que las que tienen mayor tasa de asistencia hasta mayo son las del Maule (90,8%) y del Ñuble (90,5%), mientras que en la otra vereda aparecen Atacama (85%) y Tarapacá (87,2%). La primera de estas dos últimas refleja así los resabios de una crisis que lentamente ha empezado a dejar atrás, misma que el año pasado tuvo a sus estudiantes en un limbo y que explican que esa región sea la que presenta el mayor aumento de asistencia -6,2%- en comparación con 2023.

Al analizar la tasa de asistencia acumulada según dependencia administrativa, la dependencia que exhibe una mayor tasa es la particular subvencionada con un 89,6%, y la que posee menor tasa es la de los servicios locales de educación pública -85%- más conocidos como SLEP, que aunque son los que muestran el mayor salto de 2023 a 2024, con 1,7%, están en los límites de inasistencia grave. Los particulares subvencionados, en tanto, evidencian la menor brecha respecto de la prepandemia, ubicándose a 2,7 puntos de ese entonces. En tanto, los establecimientos de dependencia municipal, que reciben a una población similar a la que asiste a los de SLEP, registran 86,6% de asistencia hasta mayo de 2024.

El reporte da cuenta que 10 de los 15 SLEP actualmente en funcionamiento mejoraron su asistencia escolar, otros cuatro bajaron y otro -Colchagua- se mantuvo. El detalle dice que el SLEP con mayor tasa de asistencia es Punilla Cordillera con un 89,4%, seguido por Costa Araucanía con un 88,6%, mientras que Atacama (81,7%) e Iquique (82,3%) son los servicios con menor asistencia, ambos en estado de inasistencia grave, mismo estado en que están los SLEP Gabriela Mistral, Barrancas, Valparaíso y Andalién Sur.

Cabe destacar que en su informe el Centro de Estudios precisa que clasifica en cuatro estados la asistencia: destacada (mayor o igual al 97%), normal (menor al 97% y mayor o igual al 90%), inasistencia reiterada (menor al 90% y mayor o igual al 85%) e inasistencia grave (menor al 85%).

Pero, además, al analizar la inasistencia grave según dependencia administrativa en 2024, si por un lado la menor tasa se da en los establecimientos particulares subvencionados con un 21,1%, la mayor tasa se refleja en los mismos SLEP, con un 33,2%, aun cuando tienen la mayor disminución -6%- respecto de 2023.

En este sentido, la inasistencia grave según SLEP muestra que la menor se observa en Punilla Cordillera (20,9%), seguido de Colchagua (23,8%). Al contrario, la mayor inasistencia grave está en Atacama (44,6%), seguido de Gabriela Mistral (40,4%). En general, cuatro de los 15 SLEP (Chinchorro, Barrancas, Gabriela Mistral y Costa Araucanía) incrementan su inasistencia grave, y diez disminuyen, donde el más destacado y aparejado a su crisis en 2023, es Atacama, que baja del 80,9% al 44,6%.

Desde la UDD, el vicedecano Bravo expone al respecto que la situación de asistencia de los SLEP “confirma que el nuevo sistema de educación pública enfrenta diferentes niveles de complejidad que requieren atención urgente para evitar una profundización de su crisis educativa”.

Mientras, Ingrid Olea cree que si el documento da cuenta de que la asistencia es menor en la educación pública, particularmente en los SLEP, “esto se debe en parte a que ella concentra a los estudiantes más vulnerables, quienes son más propensos a faltar a clases ante cualquier eventualidad. Es por ello que es en estos establecimientos y sostenedores en los que se deberían poner los esfuerzos de asistencia y revinculación”.