Tras cinco días de precipitaciones, la zona centro-sur del país entró en una nueva etapa. El sistema frontal dejó tres fallecidos, 32.841 evacuados, 42.120 aislados, 1.245 albergados y 33.234 damnificados, de acuerdo al balance hecho por las autoridades durante este jueves. A ello se suman 21.832 viviendas con daño menor, 2.899 con daño mayor y 44 destruidas, además de 3.541 que están en evaluación.
No obstante, el director nacional del Servicio Nacional de Prevención y Respuesta ante Desastres (Senapred), Álvaro Hormazábal, sostuvo que las autoridades están en permanente contacto a través de los distintos municipios para monitorear y actualizar la información de todas las zonas y así “evitar que queden desprovistos de alimentación o algún elemento básico de subsistencia”.
Sobre los albergados, Hormazábal indicó que son 1.245 y que hay hasta este momento 96 albergues habilitados (de 221 disponibles entre Valparaíso y Biobío), donde se les entrega alimentación, frazadas y cama para que puedan estar en el lugar.
Pero la nueva etapa conlleva tareas y desafíos. Por un lado, remover barro y escombros, y por otro, enfrentar la humedad y las heladas. Desde el gobierno señalaron que ahora se trabaja en limpiar calles, casas y toda infraestructura que haya quedado bajo el barro o desechos que arrastraron los ríos y canales que se desbordaron.
Además, señalaron que ya se comenzó a aplicar la encuesta FIBE (ficha básica de emergencia) para poder viabilizar las ayudas tempranas para las personas afectadas, con funcionarios acreditados para esta labor.
En ese sentido, la ministra de Desarrollo Social, Javiera Toro, señaló que “entre Valparaíso y Biobío hay alrededor de 5.600 funcionarios acreditados que -en la medida en que las condiciones climáticas y de conectividad lo permitan- se están desplegando en el territorio para hacer este proceso lo más rápido posible”.
Y añadió: “Lo que viene ahora tiene que ver con cómo nos recuperamos, cómo nos ponemos de pie. Sabemos que aquí hay familias, personas -especialmente las que han sido doblemente golpeadas- que la tienen muy difícil. Y el Estado tiene que estar presente, como lo ha hecho hasta ahora”.
Pero después de las lluvias vienen las heladas. Según la Dirección Meteorológica de Chile (DMC) la temperatura en el valle podría llegar a -2°C, lo que además del frío podría escarchar los caminos y provocar accidentes.
No obstante lo anterior, el subsecretario del Interior, Manuel Monsalve, dio cuenta de una buena noticia: “No se proyectan nuevos eventos de precipitaciones que sean significativos, a lo menos en los próximos tres días”.
La isoterma, por otra parte, para esta jornada oscilará entre 1.300 y 2.100 metros sobre el nivel del mar, lo que generará chubascos de nieve en sectores cordilleranos, acumulando “una cantidad pequeña de nieve de tres centímetros”. Aunque con el viento normal, variando a moderado, pronosticado entre las regiones de Coquimbo y Biobío, podría haber ventiscas: “Hay que ser cuidadoso”, dijo Monsalve.
“Las bajas temperaturas también son un evento climático de riesgo. Por lo tanto, llamamos a la población a la prevención. Los equipos del Ministerio de Desarrollo Social también se van a desplegar, pero pedimos ayuda a las personas que vean a gente en situación de calle para llevarlas a albergues”, dijo.
“Son periodos de bajas temperaturas y, por lo tanto, de alto riesgo para las personas que están en situación de calle. Y, eventualmente, puede haber un nuevo sistema frontal que podría proyectarse en la zona central ya hacia el 28 y 29 de agosto”, añadió.
Sobre las últimas lluvias, Monsalve destacó que en la estación Curicó, de la estación de monitoreo de la Dirección General de Aguas, ubicada en la Región del Maule, en el evento que está concluyendo se acumuló en cinco días precipitaciones por 309 milímetros.
“Para compararlo con el evento del mes de junio -fueron tres días- en esa estación se acumularon 79,8 milímetros”, sostuvo. Es decir, hubo un aumento cercano al 286%.
En esa misma estación, además, en términos de milímetros caídos, el 20 de agosto esa estación monitoreó la caída de 150,2 milímetros en 24 horas. “Desde el punto de vista del registro histórico que nos informa la Dirección Meteorológica de Chile, el registro histórico más cercano de milímetros en 24 horas estaría en el año 63, con 84,3 milímetros”, sostuvo. “Quiero colocar este contexto para ver los fenómenos que estamos enfrentando, que son fenómenos de una magnitud muy superior a lo que el país ha enfrentado en otros momentos de su historia”.
Respecto a las bajas temperaturas, el meteorólogo de la DMC Arnaldo Zúñiga señala que “esperamos una disminución de temperaturas para la Región Metropolitana. A partir del jueves, e incluso el viernes, van a permanecer las mínimas en torno a 3° y 4° y las máximas no van a superar los 18°”.
“En el sector sur, el viernes y sábado las temperaturas estarían cercanas a los 0°, incluso -2° en algunas localidades”, agregó el profesional.
Monitoreo a las enfermedades respiratorias
Otro aspecto a monitorear, dicen las autoridades, es el sistema sanitario y el posible aumento de pacientes con enfermedades respiratorias. La subsecretaria de Salud Pública, Andrea Albagli, explicó que “lo que ocurre con la emergencia es que muchas personas están albergadas, por lo que aumenta la aglomeración, subiendo a su vez el riesgo de contagio”.
Añadió que “a la fecha tenemos 19 establecimientos de salud que no están operativos por diferentes motivos. Hay 15 en la Región del Maule y el resto está en O’Higgins”. “Algunos están aislados por los caminos, y otros tienen algún grado de daños en su infraestructura”, detalló.
Por otra parte, este jueves hubo suspensión total de clases en establecimientos municipales, SLEP, jardines infantiles Junji, VTF e Integra en 63 comunas de las regiones Metropolitana (Estación Central, Paine, San José de Maipo, San Miguel y Tiltil), O’Higgins (33), Maule (21) y Ñuble (4).
Entre filtraciones, goteras, inundaciones y problemas de techumbre y acceso en los establecimientos, 659 establecimientos educacionales reportan algún tipo de daño de infraestructura, y de ellos 95 registran daño mayor.
Hay también establecimientos específicos (se incluyen particulares) que han debido suspender clases en las regiones del Biobío, Ñuble, Maule, O’Higgins, Metropolitana y Valparaíso.