A las 7:40 de la mañana del domingo, Metro emitía sus primeras alertas: “por extensión de trabajos nocturnos en la estación Bío Bío, la línea 6 iniciará servicio desde Cerrillos hasta Franklin y desde Ñuble hasta Los Leones”. ¿El problema? Las lluvias del día anterior ocasionaron una acumulación de agua que hacía imposible el funcionamiento de la estación. Sin embargo, advertían que a eso del medio día volvería a estar operativa.
Pero, el inconveniente era más grande que el que los que los operadores habían imaginado en primera instancia, pues cuando se iba a cumplir el plazo fijado por el organismo, actualizaron a través de sus redes sociales que “lamentablemente los trabajos se han extendido más de lo previsto ya que sigue ingresando agua a estación Bío Bío”.
Así, este miércoles el trayecto cumplirá tres jornadas funcionando de forma parcial. Hasta el momento, y aunque desde Metro afirman que están haciendo todo para resolver el percance lo antes posible, aún no se divisa una solución.
De hecho, en conversación con ADN, el ministro de Transportes, Juan Carlos Muñoz, reconoció que “no es fácil de pronosticar, porque exige poder aumentar muchísimo la cantidad de bombas que habría que instalar para poder sacar el agua (...) En este caso no me animo a decir cuándo se va a resolver”.
Mientras, se ha reforzado el sistema con buses RED, los que realizan el mismo recorrido que la línea 6.
Un conflicto subterráneo
Este es un problema que también ha llamado la atención de quienes transitan por ese trayecto habitualmente, pues durante la misma jornada que se detuvo el funcionamiento de la estación, las lluvias también cesaron, lo que abre la duda de qué es lo que está generando el cúmulo de agua que aún no pueden extraer.
En ese contexto, el ministro Muñoz explica que el problema es subterráneo: “Pareciera que hubiese subido la napa subterránea de agua y la estación Bío Bío, que es una de las más bajas del sistema, ha enfrentado una entrada permanente de agua a niveles enormes”.
Consultados por La Tercera, desde Metro explicaron que se trata de un problema inusual de filtración subterránea de aguas lluvias que no han parado de emanar desde el domingo. Y detallan que “de acuerdo al análisis de nuestro especialistas, estas aguas corresponderían a bolsones de aguas lluvias que se han ido acumulando bajo la tierra, y por ser estaciones muy profundas, el agua ha seguido escurriendo, incluso luego de finalizar las lluvias”.
También aclararon que la cantidad de agua es superior a la habitual y por eso las bombas que tiene la estación para sortear este tipo de dificultades no han sido suficientes para enfrentar la emergencia. Y relatan que “lo que hemos hecho estos días es apoyar e instalar bombas adicionales de extracción de agua y estas bombas no son compatibles con el paso de los trenes, porque están instaladas sobre las vías”.
Según cifras de Metro, la Línea 6 promedia 27 metros de profundidad, diez más que los 17 metros que tiene la Línea 1, ocho más que los 19 de la Línea 2, seis más que los 21 de la Línea 4 y cuatro más que los 23 de la Línea 5 (1997). Convirtiéndola así como unas de las más profundas del sistema.
En ese contexto, hay usuarios que han reportado cúmulos de agua en otras estaciones, como la de Los Leones de la misma línea seis.
Ahora, respecto al problema actual, Hernan Alcayaga, director de la Escuela de Obras Civiles de la Facultad de Ingeniería y Ciencia de la UDP, asegura que “la posibilidad de la napa no la veo tan probable, pero no se puede descartar. Para determinar el origen del agua, en hidrología y en hidrogeología hacemos estudios de isótopos radiactivos que ahí uno puede ver el origen efectivamente de estos cúmulos. Y esa es una opción que se podría evaluar”.
En tal sentido, el experto asegura que si bien se requieren estudios previos, “el problema de las napas podría mantener suspendida la línea de metro si los daños son severos”. A lo que agrega tienen que aplicar algún plan de contingencia, no más de tratar de o impermeabilizar la superficie o bien desviar ese flujo que está entrando