Boric califica como un “paso valioso” el informe del Ejército que condena ejecuciones y crímenes cometidos por la institución durante la dictadura de Pinochet

El presidente electo Gabriel Boric -quien está a siete días de asumir su mandato- se refirió a través de su cuenta de Twitter sobre el informe que fue divulgado por ex comandante en jefe del Ejército, general Ricardo Martínez, quien en un último acto al mando hizo público el documento titulado “Reflexión sobre las actuaciones del Ejército y sus integrantes en los últimos 50 años y sus efectos en el ethos militar”, que contiene un mea culpa por el actuar de la institución en casos de violaciones a derechos humanos durante la dictadura de Augusto Pinochet.

El futuro mandatario, manifestó que “el reconocimiento y condena que ha hecho el Ejército de su responsabilidad institucional en violaciones a los DDHH durante la dictadura es un paso valioso para Chile”, pues constituye un “paso histórico para avanzar en verdad”.

Asimismo, se comprometió a “seguir trabajando por la justicia y reparación’', “para que nunca más” ocurra un hecho similar en el país.

Las palabras de Boric también aluden a un mensaje publicado a través de la misma red social por la futura ministra de Defensa, Maya Fernández, nieta del Presidente Salvador Allende, quien afirmó que “las heridas de la dictadura no cerrarán sin verdad, justicia y reparación”, y que “el reconocimiento de las violaciones a los derechos humanos es un acto necesario para sanar el alma de Chile y poder, por fin, mirar de frente al futuro”.

El texto “Reflexión sobre las actuaciones del Ejército y sus integrantes en los últimos 50 años y sus efectos en el ethos militar”, en 120 páginas analiza la actuación de las fuerzas castrenses entre el período de 1973 al 1989, lo que incluye los actos realizados bajo el mando de Augusto Pinochet.

El documento aborda diversos actos conocidos de violaciones a los derechos humanos ocurridos bajo el régimen militar. Entre ellos, el caso de la “Caravana de la muerte”, comitiva liderada por el general Sergio Arellano Stark, calificando el hecho como “uno de los episodios más condenables”.

Sobre el hecho, el documento reconoce que dejó “una huella de ejecuciones que afectó gravemente a la institución y que significó posteriormente que integrantes del Ejército en su mayoría de baja graduación jerárquica fueran procesados y condenados. Estas personas quedaron desvalidas de apoyo, ya que se asumió que las responsabilidades eran individuales”.

Además, confirma que “existió una conducta previa que buscaba producir temor e involucrar a integrantes de todas las unidades que visitaban, entregándoles la responsabilidad de enfrentar a los familiares de los afectados y así, dejar a esos jóvenes oficiales y suboficiales de aquellos regimientos, como la cara visible de las ejecuciones”.

Otro de los actos duramente calificados por el informe del Ejército, fue el asesinato del excomandante en Jefe Carlos Prats y de su esposa Sofía Cuthbert, que fue realizado en Buenos Aires, en 1974.

Respecto al hecho, el informe lo calificó como “una vergüenza nacional”. Además, afirma que “a pesar que fue realizado por un organismo de seguridad que no pertenecía al Ejército, pero quienes resultaron condenados por la justicia en su mayoría pertenecían a la institución”.