Los Pulpos es el nombre de una banda que aterroriza a los comerciantes de barrio en el corazón de la capital. Extorsionan a los dueños de locales, cobrándoles millonarias sumas de dinero como un “tributo” por seguridad. El castigo por no pagar es la quema de los negocios. Dueños y trabajadores viven bajo amenaza constante.
Esta semana, una indagatoria desarrollada por la Policía de Investigaciones (PDI) en conjunto con la Fiscalía Metropolitana Centro Norte, culminó con la detención de cuatro sujetos vinculados a la organización criminal, originaria de la ciudad de Trujillo, Perú.
Se trata de unas de las ocho bandas de origen foráneo que operan en Santiago.
Los cuatro detenidos son peruanos y enfrentarán a la justicia por delitos de incendio y extorsión.
Se les responsabiliza por al menos dos siniestros provocados en establecimientos comerciales de propiedad de extranjeros en el centro de Santiago.
La red de la banda se extiende a otros municipios capitalinos de la zona norte, como Recoleta e Independencia. Además de las extorsiones, se dedican a la usurpación de terrenos para una posterior venta y el sicariato.
En junio, la PDI dio cuenta de la detención de quien sería el líder del grupo en Chile, un sujeto de 28 años acusado de dar muerte a balazos a otro integrante de la organización, en Colina, a principios de año.