Las diferencias y similitudes en materia de educación de los candidatos están a flor de piel. Es una red de conceptos en que los cuatro mejor posicionados en las encuestas coinciden y difieren. Porque mientras Gabriel Boric y Yasna Provoste proponen terminar con “el modelo neoliberal”, José Antonio Kast pretende frenar la desmunicipalización escolar. En este ámbito, Sebastián Sichel se distancia del aspirante a La Moneda del Partido Republicano y, al menos en ese ámbito, comparte visión con el diputado de Convergencia Social y la senadora DC, quienes apuestan por reforzarlo.
Lo anterior es un ejemplo de los encuentros y desencuentros en materia de educación de los cuatro candidatos mejor posicionados a La Moneda, quienes, en lo que sí coinciden, es en la fuerte recuperación de contenidos que se deberá hacer producto de la pandemia.
Gabriel Boric: condonación del CAE y eliminar la subvención por asistencia
En el programa de Boric, al igual que en el de sus contendores, hay especial foco en el periodo pospandemia, con un Plan de Reparación Educativa Integral por la crisis sanitaria.
En la educación inicial se busca el enfoque de derechos y perspectiva feminista, además de la desescolarización de párvulos y profesionalización de las educadoras.
Mientras, en educación superior la propuesta es ampliar el beneficio de la gratuidad y sacar a la banca del sistema, para proceder a la condonación progresiva de las deudas estudiantiles. “Es una prioridad”, asegura Cristián Bellei, uno de los encargados de educación del comando.
Este es el aspecto que más distancia de sus contendores al diputado de CS, quien sí comparte la idea de establecer una carrera directiva docente.
“En el largo plazo, lo más importante es transformar la educación integral en un derecho universal, con un enfoque educativo más rico, comprensivo y desafiante”, señala Bellei. Y remarca: “La manera en que se ha organizado hasta aquí ha empobrecido todo, y eso tiene que ver con el modo de competencia, el mercado y el excesivo uso de test estandarizados; ese modelo es el que queremos superar”.
La propuesta incluye, además, un Programa de Salud Mental y Bienestar Socioemocional de las comunidades educativas; persigue ampliar la cobertura de internet en instituciones educativas; institucionalizar aprendizajes a través de TV, radio e internet y extender el seguro obligatorio Covid-19 a los practicantes.
Boric pretende dejar atrás la subvención por asistencia. “Chile vivió convencido de que el mercado era una buena alternativa de organizar la educación. El sistema de financiamiento se basa en competencia por asistencia, con idea neoliberal de que el incentivo monetario es lo que mueve a las instituciones educativas”, señala el encargado de educación del candidato de CS.
Entre las ideas del candidato también está fortalecer el traspaso de la administración de los colegios desde los municipios a los Servicios Locales de Educación. “La municipalización es la muerte de la educación pública, hay que continuar el proceso. Hay que reforzarlo”, señala Bellei.
¿El Simce? Terminarlo como se conoce. Eso propone. “No queremos que las escuelas vivan estresadas por él. Queremos fortalecer la evaluación que hacen profesionales, no estos sistemas externos”, finaliza Bellei.
José Antonio Kast: frenar la desmunicipalización y eliminar la propaganda de apoyo al aborto e ideologías de género
Es, probablemente, el programa en materia educativa que más se separa del resto. En él, Kast es claro: asegura que quieren eliminar la reforma educacional y la definición de valores por parte del Estado, buscando eliminar la “propaganda de apoyo al aborto e ideologías de género”, además de derogar la Ley de Inclusión.
También persiguen crear una subvención especial a usarse en todos los colegios, públicos y privados. “El Estado financiará la educación del niño que sea, de la comuna que sea”, sostiene la propuesta
Donde más choca con sus contendores es en el apartado de la desmunicipalización. El candidato del Partido Republicano, derechamente, quiere frenarla. “Los sostenedores municipales que demuestran capacidad no deberían estar obligados a traspasar la educación”, dice al respecto Sebastián Figueroa, uno de los líderes de educación del programa de Kast.
En sus ideas fuerza, Kast propone dar a conocer las evaluaciones de los colegios y de los docentes, para que los padres tengan información a la hora de elegir, además de contar con profesores de religión en todas las escuelas públicas que lo requieran.
“Sichel propone algo donde es bueno marcar diferencias: habla de poner en el centro a los profesores, y nosotros, a niños y familias”, agrega Figueroa, quien remarca que el otro pilar de ellos es la libertad de enseñanza.
En educación superior, el programa de Kast pretende igualar ayudas estudiantiles, independiente de si es una institución estatal o privada, reasignar recursos del beneficio de la gratuidad y elevar requisitos de ingreso a carreras pedagógicas.
Sobre el Simce, Figueroa señala que “no se trata de encadenarse a él, pero sí se necesitan evaluaciones estandarizadas que aporten a las familias y a la generación de políticas públicas”.
En cuanto a condonar el CAE, el líder de educación del programa de Kast es claro y marca diferencias con Boric. “Cuesta más de nueve mil millones de dólares, creemos que los recursos hay que destinarlos y ver prioridades y esas están en la primera infancia”. Eso sí, asegura que se debe crear un sistema único de financiamiento de educación superior.
Donde sí coincide con todos los otros candidatos es que, quien sea que asuma el gobierno, deberá priorizar el foco en la pospandemia, además de centrarse en la carrera directiva docente.
“Cuando uno mira las propuestas de los otros se ven inconsistencias: no es posible avanzar en gratuidad universal para kínder y prekínder cuando en tu programa tienes establecida la idea de mantener la gratuidad en la universidad, condonar el CAE o reconocer la deuda a los profesores”, expone Figueroa. Y cierra: “Hay que ser realistas y reconocer que el presupuesto es acotado. Hay coincidencias en los diagnósticos, pero diferencias en las medidas”, acota.
Yasna Provoste: sistema único de educación parvularia pública y reconocer deuda histórica con profesores
La profesora y actual senadora conformó un equipo que suma una decena de persona exclusivamente dedicadas a la educación. En su programa, al que han ido sumando las ideas del resto de los contendores del pacto, promete una educación pública con enfoque de derechos, inclusiva y no sexista, con conciencia ecológica y ciudadana.
Además, señala que la idea es terminar con la “actual política educacional orientada por el mercado y la competencia” y que se quieren “humanizar procesos”, especialmente la evaluación escolar. Clama por un Estado “garante de la educación y consideración de niños, niñas y jóvenes como sujetos de derecho”.
Se reparará, dice el escrito, la deuda histórica con los profesores y se creará un sistema de educación parvularia único y descentralizado, además de evaluar y ajustar la política de la carrera docente.
Lorena Medina, representante del equipo de educación de Provoste, dice que han trabajado con duplas paritarias y oyendo lo que sale de los ‘Ayllú Ciudadanos”, vocablo quechua que remite a la organización social comunitaria de los pueblos andinos.
“Se sustenta en el concepto de justicia educativa, seguir hablando de equidad no resulta suficiente a esta altura”, señala la académica de la UC. “Somos profesores y profesoras, hablamos desde el terreno, no desde el escritorio. Eso marca una diferencia fundamental con los programas de otros candidatos”, agrega, antes de señalar que proponen una educación parvularia única y pública.
Y añade: “Esta lógica de competencia, estandarización, que ha tenido efectos segregadores, no puede seguir operando. Queremos dar un giro de acompañamiento más que de rendición de cuentas, tanto a estudiantes como a docentes”.
Además, dice que “por primera vez en muchas décadas los equipos de educación de diversos candidatos tienen más puntos en común que diferenciadores y creo que eso no es negativo, es bueno para el país”.
Sobre la desmunicipalización, señala que se debe revisar el proceso de instalación, aunque sí se asegura la instalación de lo faltante. “No queremos seguir avanzando sin profundizar y revisar problemas”.
La idea es reemplazar el Simce por un diagnóstico para el monitoreo y no censal, además de un nuevo modelo de financiamiento a la educación pública y superar la subvención por asistencia.
También se quiere aumentar el tiempo de cobertura del beneficio de la gratuidad, analizar la fijación de aranceles regulados y ponerle fin -aunque no condonar- al CAE. “Sería irresponsable”, dice Medina. Por último, se propone, al igual que Sichel y Boric, una carrera directiva docente, “con un enfoque más pedagógico que gerencial”.
Sebastián Sichel: carrera directiva docente y 100 nuevos Liceos Bicentenario
Dentro de su programa, Sichel propone acelerar el Sistema de Desarrollo Profesional Docente, evaluar -pero no frenar- el avance de la desmunicipalización escolar e impulsar, al igual que Boric, una carrera directiva docente, donde quiere nivelar el atractivo salarial.
Además, incluye un programa de becas para la formación en el extranjero de educadoras de párvulos, suma 100 Liceos Bicentenario a los actuales 320 y asocia el beneficio de la gratuidad de la educación superior a la acreditación. Todo en el marco del desarrollo de un Plan Nacional de Habilidades Socioemocionales Pospandemia.
Ana Luz Durán, coordinadora de educación del equipo de Sichel, señala que a diferencia de sus contendores, ellos diagnosticaron que los cambios estructurales en educación que ha tenido Chile fueron por amplias mayorías políticas. “Somos hombres y mujeres de Estado, hay que respetar las políticas que van más allá de los gobiernos”.
“El problema de la educación no es el modelo neoliberal; no hemos sido capaces de entender que hay que generar condiciones para la calidad, que no se van a dar por alguna ley”, dice. Y añade: “Hay que apuntar a profesores y profesoras”.
Por eso, asegura, quieren alejarse de “los fuegos artificiales”, porque prometer resolver la calidad en cuatro años, “probablemente alguien dirá ‘estás mintiendo’”.
La decana de Educación de la U. San Sebastián ejemplifica con la desmunicipalización: “Es una ley moderna y tiene procesos de autoevaluación. ¿Ha habido problemas? Sí. Entonces lo vamos a impulsar con criterio”. Además, quieren modernizar el Mineduc y hacer que las escuelas se dediquen a su función principal “y no a responder 8.000 millones de papeles”.
“Vamos a respetar el derecho a elegir, independiente de que el rol como Estado sea la educación pública”, dice.
Del Simce señala que se debe cambiar, porque se ha utilizado mal, pero que debe haber un instrumento para medir. Del CAE, en tanto, reseña que hay una mala evaluación y que está la idea de crear un nuevo mecanismo de financiamiento para la educación superior, ayudando a los morosos actuales con “pagos justos y responsables”, pero descarta una condonación masiva.
Además, dice que el problema con el beneficio de la gratuidad es algo de lo que las universidades tienen que hacerse cargo “si aceptan a estudiantes con puntajes bajos”, y asegura que para incentivar que más personas estudien pedagogías mejorarán las becas de vocación de profesores, además de flexibilizar la carrera docente.
Finalmente, del financiamiento para la subvención escolar por asistencia expone que el país “no está preparado” para terminarlo. “No es prioridad acelerarlo por la magnitud de los recursos”, añade.