Una validación del uso de escopetas antidisturbios y la conclusión de que “no existe certeza” de que este tipo de arma haya causado las lesiones oculares del estudiante Gustavo Gatica durante una manifestación en los alrededores de Plaza Italia el 8 de noviembre de 2019, forman parte del sumario interno de Carabineros remitido a la Fiscalía Centro Norte.
El documento, realizado por el fiscal Renato Avello García y fechado el 9 de diciembre, establece que fueron ocho los funcionarios policiales que usaron una escopeta antidisturbios durante esa jornada (el coronel Santiago Saldivia, el teniente coronel Marcelo Bustos, el mayor Jean Hirsch, los capitanes José Cárdenas y Rodrigo Pérez, el suboficial Víctor Fernández y los sargentos Geronimo Saavdera y Eric Aburto), pero que resulta imposible definir quién habría efectuado los disparos y si estos efectivamente habrían ocasionado la lesión de Gatica.
“Luego de efectuado el respectivo análisis de la descripción de la conducta realizada y un estudio del uso diferenciado y gradual de la fuerza, se estima concluir que el personal que utilizó la escopeta antidisturbios dio cabal cumplimiento al protocolo para el mantenimiento del orden público”, dice el sumario. Y agrega que “no existe certeza que la munición utilizada por Carabineros haya causado las lesiones oculares al ciudadano Gustavo Gatica Villarroel”.
Entre sus argumentos, se señala que “si bien es cierto que existe la información pero no la certeza del lugar y rango horario donde habría ocurrido el hecho, dado a que solo es la versión entregada por la persona afectada, no se cuenta con los instrumentos científicos y técnicos que permitan identificar, en primer lugar, cuál de los ochos funcionarios individualizados anteriormente que intervinieron en ese sector haya posiblemente causado dichas lesiones”
Asimismo, se señala que “no se descarta que (las lesiones) pudieran haber sido provocadas por los mismos manifestantes (que) utilizaban distintos elementos para agredir al personal policial, ya que como se aprecia en los videos, hay un alto nivel de violencia en esa intersección”.
Así, concluye que “en atención a lo anterior y en especial a lo que respecta al empleo de la escopeta antidisturbios, su uso fue a consecuencia de una aplicación necesaria, legal y progresiva de los medios, toda vez que la acción del agua y los gases resultaron insuficientes ante el alto nivel de agresividad de los manifestantes”.
Además, se agregó que “no se observaron infracciones funcionarias por parte por parte del personal policial involucrado” y que “se deja establecido que, de los hechos investigados, no le asiste responsabilidad administrativa a ningún miembro de la institución”.
En el sumario declararon los ocho funcionarios sospechosos. Uno de ellos, el capitán Cárdenas dijo que ese día cerca de las 16.05 “procedió por calle Carabineros de Chile donde había una gran cantidad de individuos a rostro cubierto lanzado todo tipo de elementos contundentes, fuegos artificiales, bombas incendiarias tipo molotov, proyectiles esféricos lanzados con resorteras, dirigido hacia personal policial”. Agregó que cerca de las 17.45 “viendo que se encontraba en riesgo la integridad física del personal y se había utilizado gradualmente el carro lanza aguas y el gas lacrimógeno, hizo uso de la escopeta antidisturbios de forma selectiva, esto último contra los manifestantes que atacaban directamente al personal policial y que estaban siendo participe en forma activa de las agresiones de los funcionarios”.
El sargento Saavedra, en tanto, declaró que “se encontraba siendo sobrepasado ante la gran multitud de manifestantes” y que “después de haber agotado las instancias de intervención y los niveles de resistencia, procedió a hacer uso de la escopeta antidisturbios”.