El Consejo de Defensa del Estado (CDE) interpuso una demanda de indemnización de perjuicios en contra del empresario Raúl Schüler Gatica por un monto superior a 485 millones de pesos por el daño ocasionado a una gran cantidad de piezas que poseen categoría de Monumentos Nacionales, encontradas en su casa ubicada en San Francisco de Mostazal, en la Región de O´Higgins.
La acción civil se añade a las querellas criminales presentadas por el mismo organismo en contra del empresario a fines de 2018 y principios de 2019, que buscan establecer su responsabilidad en delitos de receptación, afectación y daños a objetos declarados Monumentos Nacionales.
El presidente de la entidad estatal, Juan Peribonio, indicó que “el Consejo busca que se indemnice económicamente al Estado y, además, se condene energéticamente graves acciones como ésta, que dañan nuestro patrimonio intangible, representado por nuestros valores históricos y culturales”.
De las 102 piezas incautadas que se encontraban en su poder, 56 poseen categoría de Monumento Nacional: cinco tienen la condición de Monumentos Históricos (MH); una de Monumento Público (MP); 31 son Monumentos Arqueológicos (MA) y, las 19 restantes, corresponden a fósiles con categoría de Monumentos Paleontológicos (MP). Además, se recuperaron 18 vasijas de cerámica de procedencia peruana, una pieza arqueológica de bronce repujado, también originaria de ese país, y otras 15 piezas textiles elaboradas con fibra vegetal o animal cuya procedencia no ha podido ser determinada.
De las seis esculturas de valor patrimonial incautadas desde el domicilio de Schüler, cinco estaban emplazadas originalmente en lugares patrimoniales de Santiago declarados Monumentos Históricos: “La Polimnia", perteneciente al MH Cerro Santa Lucía y otras cuatro esculturas de mármol se ubicaban en el MH Casco Histórico del Cementerio General. Además, en su propiedad se encontró la obra “La Industria”, confeccionada en fierro fundido de 180 kilos por la fundición Val d’Osne que había sido sustraía desde la Plaza Rubén Darío, en Valparaíso.
Como consecuencia de la ausencia de medidas de mantenimiento adecuadas conforme con sus respectivas materialidades, una de las esculturas fue encontrada en muy mal estado de conservación, otras tres evaluadas con mala conservación y dos presentaron regular conservación.
Situación similar presentan las 19 piezas paleontológicas. El peritaje realizado por el Área de Patrimonio Natural de la Secretaría Técnica del Consejo de Monumentos Nacionales establece que su estado de conservación es malo, puesto que éstas “presentan abrasiones en su superficie, suciedad superficial generalizada y los individuos fosilizados se presentan incompletos, no entregando la suficiente información física para realizar una clasificación taxonómica más precisa o la zona precisa en que se levantó el fósil”.
La demanda del CDE subraya que es relevante considerar que el daño no solo es material, ya que “la sustracción de estas obras escultóricas impide la comprensión, el entendimiento y la valorización patrimonial directa del área protegida en relación con cada uno de sus elementos integrantes y, viceversa, pues las esculturas resultan descontextualizadas”, lo que genera la pérdida del significado patrimonial más profundo y trascendente del Monumento Histórico, “que es lo que precisamente debe ser preservado para las futuras generaciones, siendo ese el propósito mismo de una declaratoria de Monumento Nacional. Todo ello provoca, en definitiva, un grave daño al acervo cultural del país”, sostiene el Consejo.