Altruye, un centro de atención y terapia de niños con la condición de trastorno del espectro autista (TEA) ubicado en la comuna de Ñuñoa, cuestionó el procedimiento realizado en sus instalaciones por parte de inspectores municipales ante un reclamo de vecinos por ruidos molestos.
El hecho tuvo lugar la mañana del miércoles 6 de enero y motivó una carta de protesta emitida desde centro hacia el municipio capitalino. En el texto se señala que los padres de los menores afectados no descartan iniciar acciones legales por lo ocurrido.
Según expone en la carta el fonoaudiólogo Darío Durán, profesional que lidera el espacio, los fiscalizadores “entraron a todos los rincones del recinto sin aplicar un protocolo o criterio mínimo de educación para informarse de los niños que asisten”.
En el texto se explica que el personal del municipio no tuvo en cuenta “la condición del espectro autista, en donde los niños poseen dificultades: con los cambios, con las personas nuevas, con los imprevistos, entre otros”.
“Y al verlos evidentemente desregulados con llanto, gritos y físicamente alterados, siguieron en su afán disruptivo”, expuso Durán en su misiva, acotando que “lo más grave y lo que nos tiene sobrecogidos (no solo a los profesionales sino a los padres), es que tomaron fotografías de los niños”.
“Ahora bien, sin la intención de ser los persecutores de dichos inspectores queremos mostrar nuestro absoluto rechazo al procedimiento carente de criterio. No se descarta acciones legales por parte de algunos padres frente a estas personas, ya que así lo han manifestado”, expresó el profesional, haciendo hincapié en que esperan que “se comprenda que nuestra labor es fundamental para la inclusión y la inmersión de todos los niños en nuestra sociedad”.