Fractura facial compleja, del paladar duro, nasal y en el septo nasal. Esas fueron las graves consecuencias que enfrentó Miguel Miño, profesor de un liceo municipal de la comuna de San Ramón que fue agredido por un alumno durante la mañana del 30 de octubre de 2023.
Como pudo establecer la Fiscalía, los hechos tuvieron lugar a eso de las 9.25 horas del mencionado día al interior del Centro Educacional Municipal San Ramón, ubicado en calle Almirante Latorre, y luego de que la víctima le comunicara al acusado de que, debido a sus malas calificaciones, repetiría de curso.
Eso habría generado la fuerte reacción del adolescente de iniciales B.A.R.B., quien al momento de los hechos tenía 17 años. Le propinó a Miño golpes de puño y pie, y tras meses de investigación, durante la mañana de este jueves comenzará el juicio en su contra.
De acuerdo con antecedentes recabados por La Tercera, a juicio del Ministerio Público los hechos son constitutivos del delito de lesiones graves a profesionales al interior de establecimiento educacional, por lo que se pide que cumpla con dos años de internación en régimen semicerrado con programa de reinserción social.
Para ello, durante el procedimiento el fiscal expondrá pruebas documentales, como el certificado de lesiones y la ficha clínica de la víctima, el testimonio de 12 testigos, e informes elaborados por dos peritos.
“El profesor se salvó de milagro”
Consultado sobre el proceso que inicia, el abogado Ramón Sepúlveda, quien representa a la víctima junto a José Diaz Maldonado, manifestó que esperan que “con la prueba contundente que se ha reunido en esta investigación, se acrediten los hechos contenidos en la acusación y se condene al acusado a las máxima penas que contempla nuestro sistema. Este caso tiene un gran mal causado y eso se debe reflejar en la sanción penal, ya que además se enmarca en un caso muy grave de violencia contra un profesor”.
“Este es un caso donde un académico de gran vocación, que ejercía su cargo con todo el compromiso que uno se puede imaginar, fue agredido violenta y cobardemente, con un tremendo daño, no solo físico y patrimonial, sino que también emocional. En palabras de él, nada fue igual después de este evento en el que pensó que perdía la vida. En nuestro parecer esto fue un homicidio frustrado, el profesor se salvó de milagro”, agregó el penalista.
Junto con ello, indicó que todo lo ocurrido ha significado para Miguel Miño “vivir con temor y angustia. Conversando con él, uno se da cuenta que tiene miedo de declarar y de enfrentar al autor del delito y que si lo hace, es por hacer justicia y evitar que esto le pase a otras personas”.