Usaban cigarrillos con fósforos atados alrededor con hilo para iniciar focos de incendios. Instalaban un artefacto elaborado con esos elementos y se movían a otro punto para repetir la acción. Así, provocaron un siniestro que cobró la vida de 137 personas. Madres, padres, hermanos, hijos, que perecieron entre las llamas el 2 de febrero de 2024. Hubo 9 mil hectáreas arrasadas y 16 mil damnificados en Valparaíso, Viña del Mar, Quilpué y Villa Alemana.
Primero, la Policía de Investigaciones detuvo a Francisco Ignacio Mondaca Mella (22) voluntario de la 13° Compañía de Bomberos de Valparaíso. Luego cayó Franco Antonio Pinto Orellana (31), brigadista de la Corporación Nacional Forestal (Conaf) que sumó $420 mil en horas extra el mes del megaincendio. Ambos están en prisión preventiva en Santiago 1 desde mayo. Este martes, en tanto, fue formalizado un tercer implicado, Elías Antonio Salazar Inostroza (39), bombero en la misma compañía que Mondaca y funcionario del Servicio Nacional de Prevención y Respuesta ante Desastres (Senapred). Este último, cumplirá su medida cautelar en el Complejo Penitenciario Rancagua.
Pinto sería el autor intelectual de los incendios, porque, según lo expuesto por el Ministerio Público, motivó a Mondaca para construir los artefactos incendiarios y hasta habría indicado la fecha adecuada para que se propagaran los siniestros.
Se les vincula a otros hechos similares y serán reformalizados el 30 de octubre.
El recorrido criminal
Mondaca confesó que Pinto lo contactó cuatro meses antes del incendio para proponerle llevar adelante el plan para la propagación de un siniestro. Contó que en la mañana del 2 de febrero salió en su Suzuki S-Presso color blanco a comprar los cigarrillos y que también contaba con una caja de fósforos e hilo de volantín para para fabricar los dispositivos incendiarios. Tras ello, se dirigió por la Ruta 68 hasta el sector Melosilla, donde comenzó a lanzarlos prendidos al suelo.
“Los succionaba una sola vez para encenderlos y lanzaba a través del vidrio del copiloto”, declaró Mondaca ante los fiscales. “Recuerdo perfectamente que poco después de haber arrojado los primeros artefactos incendiarios en la Ruta 68 y Camino Antiguo a Santiago, realicé un llamado telefónico desde mi aparato a Franco Pinto (...) para avisarle y decirle que ‘estaba listo’, aludiendo al lanzamiento de artefactos incendiarios, recordando que el Franco me dijo que estaba en la base y que seguramente lo despacharían a la brevedad al lugar”.
El bombero se habría desplazado entre las 11.49 y las 12.10 horas por los cuatro puntos en los que se iniciaron focos de incendio. Acorde al Ministerio Público, las cámaras de seguridad de los vecinos de Casa Blanca, posicionaron al vehículo de Mondaca entre Las Taguas, Antena de Melosilla, La Isla y Las Tablas.
Los dos primeros puntos fueron controlados, pero los focos incendiarios en los sectores La Isla y Las Tablas se propagaron hacia la Reserva Lago Peñuelas y a sectores habitados como las poblaciones El Olivar y Pompeya.
No se descartan más involucrados
El fiscal especializado de Incendios de la Fiscalía Regional de Valparaíso, Osvaldo Ossandón, explicó que a Salazar, superior de Mondaca en Bomberos, se le ubica por pericias de georreferencia telefónica junto a él en el mismo punto.
“Ambos tenían comunicación telefónica, tenían un rango de cercanía y están posicionados telefónicamente en el sitio de suceso, ambos en la misma ruta, telefónicamente con sus teléfonos y antenas respectivos, a la hora de las 11.40 a las 12.20 horas aproximadamente de ese fatal día 2 de febrero”, explicó Ossandón tras la audiencia del martes en el Juzgado de Garantía de Valparaíso.
El fiscal dijo que a raíz de la detención de los dos primeros involucrados “se empieza de a poco a desenmarañar quiénes son los partícipes en esta situación.
“Obviamente, no descartamos que puedan haber otros, pero es una situación que estamos investigando y por eso mantenemos el sigilo y la reserva necesaria para evitar que existan filtraciones y que alerte a las personas que se están investigando”, planteó el fiscal.
El aprendizaje y las motivaciones
El persecutor dijo que hay varias versiones sobre cómo es que aprenden a realizar estos ataques.
“Entre ellos se echan la culpa respecto de quién es que le enseña al otro. Hablan de videos, hablan de una película. Personalmente no tenemos registro de este tipo de artefactos, sino hasta el año 2020 que encontramos uno similar en Peñuelas, justamente”, reveló.
Por otro lado, no quiso ahondar en que es lo que motivó a este grupo a generar los siniestros.
“Puede ser desde que le gusta la adrenalina del ataque al fuego, que le gusta alimentar el ego, al ser validado como héroe por apagar el fuego, o puede ser efectivamente una autogeneración de fuente de trabajo (...) Pero, no estamos aquí para buscar en este sentido algún tipo de motivación, sino que estamos por los hechos. Y los hechos que hoy día objetivamente son que los tres han participado en la comisión, y probablemente otros incendios en el lugar”, planteó el fiscal.
“La motivación particular de cada uno de ellos es propia de la criminología y nosotros estamos aquí para hacer justicia por las víctimas”, recalcó.