La Comunidad Judía de Chile condenó la manifestación realizada ayer miércoles en el frontis de la casa central de la Universidad de Chile, donde estudiantes de la institución de educación superior llamaron a sus autoridades a romper relaciones con planteles israelíes en condena a los ataques del gobierno de Benjamin Netanyahu en Gaza.

Desde la comunidad hebrea afirman que en la ocasión se quemaron banderas de Israel y se realizaron cánticos que “promueven un discurso que amenaza la existencia misma del pueblo judío en la zona y la destrucción del Estado de Israel”.

En este sentido, destacaron que “condenamos enérgicamente cualquier tipo de manifestación que avale actos violentos y discursos de odio”.

Desde la organización, sostuvieron que la convocatoria realizada por los estudiantes, “que podría haberse dado en el marco del legítimo derecho a manifestarse y la libertad de expresión, fue escenario para que se traspasara la frontera de lo aceptable en nuestras universidades y nuestra sociedad”.

“Presenciamos actos vandálicos como la quema de las banderas de Israel y Estados Unidos, así como el cántico “del río al mar, Palestina vencerá'. Este cántico, que los activistas pro-palestinos afirman simboliza la esperanza de un Estado palestino desde el río Jordán hasta el mar Mediterráneo, en realidad encierra un mensaje de eliminación y limpieza étnica de la población judía en la región”, afirmaron desde la comunidad judía.

Al respecto, destacaron que “es así como en sus manifestaciones ‘supuestamente pacíficas’, promueven un discurso que amenaza la existencia misma del pueblo judío en la zona y la destrucción del Estado de Israel”.

Asimismo, indicaron que “resulta especialmente alarmante que durante la manifestación se haya llamado a una Intifada (nombre con que se conoce a las rebeliones de los palestinos de Cisjordania y la Franja de Gaza contra Israel), glorificando un movimiento que en el pasado ha significado la muerte de miles de personas debido al terrorismo. La glorificación de la violencia solo sirve para perpetuar un ciclo de sufrimiento y no contribuye en absoluto a la búsqueda de una solución pacífica y justa para el conflicto en Medio Oriente”, destacaron.

Tras llamar a rechazar “categóricamente” cualquier forma de violencia y odio y afirmar que “la promoción de los derechos humanos debe ser coherente con la práctica del diálogo abierto y el respeto mutuo”, desde la comunidad judía indicaron que “la libertad de expresión es un derecho fundamental. Sin embargo, es importante recordar que este derecho tiene límites, especialmente cuando se utiliza como una excusa para incitar al odio y polarización, fomentando así la intolerancia y la división en la sociedad”.