A partir de las 9.00 horas de este martes se retomará la audiencia de formalización del ex subsecretario del Interior Manuel Monsalve, a quien el viernes 15 de noviembre el Ministerio Público imputó cargos por los delitos de violación y abuso sexual, ambos en grado de consumado.
Dado que en dicha jornada inicial los fiscales que llevan la indagatoria, Xavier Armendáriz y Francisco Jacir, ya adelantaron que buscarán que la otrora autoridad quede en prisión preventiva, se espera que ahora puedan culminar con la exposición de sus argumentos y luego se dé la palabra a la abogada querellante, María Elena Santibáñez.
Tras ello será el turno de la defensa del ex militante socialista, la cual por primera vez desde que se estampó la denuncia por parte de una asesora, revelará en extenso sus descargos.
El equipo integrado por María Inés Horvitz, Lino Disi y Cristián Arias llevan días preparando la exposición, especialmente desde que pudieron conocer todos los antecedentes. Como han enfatizado, hasta la mañana del jueves no habían tenido acceso a la totalidad de la carpeta, por lo que durante los últimos días intensificaron las labores.
Al medio día de este lunes, además, retiraron discos duros con los más de 170 videos que la Fiscalía consideró relevantes, por lo que ya definieron, de acuerdo con fuentes consultadas por La Tercera, el marco en el que suscribirán sus alegaciones ante el Séptimo Juzgado de Garantía de Santiago.
Una primera prueba será intentar impedir que quede en prisión preventiva. Porque si bien para ellos no se estaría ante situaciones constitutivas de delitos que justifiquen cautelar alguna, de acuerdo con lo que han expuesto públicamente, quedarían conformes con que se decrete su arresto domiciliario. En caso de no lograrlo, buscarán que ingrese a un recinto penitenciario donde cuente con máximo resguardo.
Quienes conocen de la estrategia sostienen que se expondrían antecedentes sobre el rol que tenía como subsecretario, el trabajo que realizó con miras al combate del crimen organizado e, incluso, enumerarían el número de bandas que se desarticularon cuando él estaba a la cabeza de la repartición. De esta manera buscarán reforzar el argumento de que la integridad física de Monsalve pudiera estar en peligro si es enviado a un penal común.
Dos líneas discursivas
Según comentan cercanos al círculo de Monsalve, los descargos irían por dos líneas generales. En primer punto, haciendo frente a la imputación por violación, se insistirá en que, al igual que la denunciante, el ex jefe civil de las policías no recuerda lo que ocurrió durante la noche del 22 de septiembre.
Ese día, como publicó La Tercera, bebieron ocho pisco sour en total, por lo que se recalcará la tesis de que él no estaba consciente. Aquello ya fue esbozado por el propio ex subsecretario ante el fiscal Xavier Armendáriz la noche del 15 de octubre, cuando en medio de las primeras diligencias, indicó: “No me acuerdo de nada”.
Luego tendrán que hacerse cargo de la imputación de que Monsalve habría efectuado un segundo ataque sexual a su asesora una vez que ambos despertaron en el Hotel Panamericano. En ese sentido, se descartará que la exautoridad haya actuado en contra de la voluntad de la denunciante.
Desde el entorno del exsocialista manifiestan que se apuesta a evidenciar que previo a los hechos del 1 de septiembre -cuando salieron a comer por primera vez- tanto él como ella habrían aprobado tener un vínculo más allá de lo laboral. Para sostener este punto, dicen las mismas fuentes, apuntarían a la existencia de conversaciones por chat.
La visión de las declaraciones
En medio de las alegaciones de Monsalve, también se pretende desestimar el testimonio de uno de los garzones que los atendió en el restaurante y que afirmaba que había reconocido a Monsalve y que su acompañante estaba evidentemente más ebria que él. Apuntarán a que esa versión no es coherente con el resto de las declaraciones de los trabajadores del local.
Lo mismo ocurriría en el caso del personal del Hotel Panamericano, pues como indican, uno de los dos testigos habría aseverado que él estaba consciente mientras ella bajo notables efectos del alcohol.
De la versión compartida por el taxista que los trasladó ese día, en tanto, buscarán destacar que éste afirmó que primero Monsalve le pidió dirigirse al domicilio de la mujer y que sólo cuando ésta casi es atropellada, habría decidido que fueran juntos hasta el hotel. Respecto de la solicitud que la denunciante le hizo al conductor para que la “auxiliara”, pues no quería estar con el imputado, se intentará explicar que aquello nunca se lo advirtió al mismo y que éste siempre pensó que ella estaba de acuerdo con lo que hacían.