Un mes estuvo en el Área de Delincuencia Especializada Internacional de la Oficina de Análisis (Ofan) de la Jefatura Nacional contra Robos y Focos Criminales (Jenacrof) de la PDI el agente estadounidense Justin Holgate. Se trataba de un enviado especial del Buró Federal de Investigaciones (FBI, por su sigla en inglés) que llegó con la misión de interiorizarse sobre las conductas y características del delincuente chileno, dado que ambas entidades han evidenciado que el arribo de connacionales que van a delinquir a territorio norteamericano ha ido al alza y se requieren mayores herramientas para hacerles frente.

No sólo en suelo chileno se ha notado la mayor presencia de perfiles criminológicos extranjeros (venezolanos y colombianos, por ejemplo), sino que en varios países de la región y de Europa han confirmado una mayor irrupción de los denominados lanzas chilenos, que, por cierto, han ido mutando su comportamiento y ampliando su serie de ilícitos.

Por lo mismo, desde 2018 que la Ofan comenzó a colaborar respecto de los perfiles de estos sujetos, compartiendo informes, pues como enfatizan, el foco está en la delincuencia transnacional. Así fue que hace unos meses -y en el marco del acuerdo de cooperación que suscribieron con la policía nacional- la agencia federal estadounidense les solicitó capacitar especialmente a un agente que operaría como enlace, ya que también advirtieron que tienen “blancos investigativos en común”, pues prácticamente el 95% de los chilenos que son detenidos en Estados Unidos por algún delito tiene antecedentes previos.

“Para nosotros como detectives ha sido un gran agrado recibir en nuestras dependencias al oficial Justin Holgate y compartir nuestro trabajo durante casi un mes, intercambiando conocimientos y conociendo mutuamente la diversidad de fenómenos delictuales que traspasan fronteras, generando escenarios en común, que hacen imprescindible el trabajo mancomunado a nivel transnacional”, manifestó a La Tercera el comisario Claudio Báez, de la jefatura Nacional Contra Robos y Focos Criminales.

Asimismo, hizo presente que “la experiencia adquirida y la reflexión en común nos dejan con la convicción de que la colaboración internacional es el camino a seguir para lograr la mayor eficiencia y eficacia en el combate a la delincuencia en permanente evolución”.

De ahí que la colaboración no terminará con la capacitación del mencionado agente, sino que también se espera la llegada de un segundo funcionario con similares objetivos. Además, desde el organismo comentaron que en un futuro no muy lejano podría haber un agente fijo en Chile trabajando con la Ofan.

La evolución del lanza

De acuerdo con la información que entregan desde la unidad de análisis criminal, en un principio los lanzas internacionales chilenos se caracterizaban por cometer delitos de baja violencia, como los llamados “carterazos” o robos por sorpresa. Eso les permitía mantener un bajo perfil en el extranjero y así evitaban ser procesados, condenados y eventualmente devueltos al país.

Pero ahora, como muchos ya son parte de una “tradición familiar”, según comentan desde la unidad, han normalizado la delincuencia como forma de vida, se jactan de sus robos en redes sociales y comenzaron a aventurarse en otro tipo de ilícitos que les permiten tener mayores réditos económicos y así continuar con el “tour delictual”.

Si bien los “lanzazos” se mantienen, al menos en Estados Unidos el robo en lugares habitados por parte de chilenos se ha incrementado, al igual que asaltos a joyerías y a cajeros automáticos, conforme a reportes policiales. Asimismo, han notado que la edad de estos delincuentes es cada vez menor, y que muchas veces adolescentes sin antecedentes están saliendo solos del país.