“Esperamos en los próximos días tener nuevos resultados”, dijo ayer el jefe de la Región Policial de Tarapacá de la PDI, prefecto inspector Cristian Lobo, tras la detención de uno de los implicados en el caso de secuestro extorsivo y muerte de un comerciante ocurrido la semana pasada en Iquique.
Su vaticinio fue acertado y este jueves se formalizará -en una audiencia de carácter reservado- a otros dos participantes en el crimen contra Nelson Murúa Páez, de 67 años.
Raúl Arancibia, fiscal regional de Tarapacá, explicó que la detención de estas personas, extranjeros sin nacionalidad confirmada, un hombre y una mujer, se concretó el jueves en Tocopilla, Región de Antofagasta. Según dijo, ambos están “vinculados directamente con los hechos que se estaban investigando”.
Se trata de una pareja que vivía en el inmueble en que estuvo secuestrada la víctima en la comuna de Alto Hospicio. Según detalló el fiscal regional, la mujer conocía al empresario y había trabajado temporalmente en su negocio.
La pareja -de 24 y 25 años- fue encontrada en Tocopilla sin portar documentación, por lo que fue necesario realizarles un control de identidad y controles migratorios. De acuerdo a lo expuesto por el prefecto, ambos “no habrían ingresado por pasos habilitados. Existen denuncias respecto del ingreso clandestino de ellos que fueron realizadas en su momento”.
Serán puestos a disposición de los tribunales -con el control de detención respectivo- para ser juzgados como coautores del delito de secuestro calificado con resultado de homicidio.
“Los antecedentes hacen presumir que podrían haber más personas involucradas”, señaló el fiscal. Respecto a este punto el prefecto subrayó que “tenemos otras personas individualizadas y se continúan realizando diligencias para lograr su ubicación”.
En tanto, el fiscal agregó que el motivo del secuestro fue “sacar una ventaja económica de esta persona secuestrada a través de un conocimiento previo que tenían de él, especialmente a través de la mujer detenida”.
Hasta el momento se desconoce si es que la pareja posee un prontuario policial en su país de origen, no obstante, la Policía de Investigaciones ya solicitó dicha información a la Interpol para establecer si es que han cometido delitos con anterioridad.
El análisis criminal y trabajo de inteligencia policial de un equipo multidisciplinario de detectives especializados en crimen organizado, junto a los fiscales del Ministerio Público, permitió establecer el lugar donde se mantuvo cautiva a la víctima, dar con la ubicación del cuerpo y luego identificar a quienes participaron en el delito.
El primer detenido, un ciudadano extranjero de nacionalidad venezolana, de 24 años, habría tenido participación en el rango de encubridor al haber colaborado con los secuestradores en el ocultamiento del cuerpo de la víctima, dejándolo en un sitio eriazo donde fue encontrado. El sujeto fue formalizado como encubridor del delito de secuestro calificado con resultado de muerte, quedando en prisión preventiva mientras dure la investigación que tiene un plazo de 120 días.
Cronología del caso
El hecho comenzó el jueves 6 de enero cuando Murúa Pérez sale de su casa con destino al centro de la ciudad para hacer trámites. A las 10.00 se comunicaría con su familia, sin embargo, no hubo noticias de él a la hora estipulada ni durante todo el día.
Es por esta razón que su familia, a las 4.00 del viernes 7 de enero, presenta una denuncia por presunta desgracia ante la PDI.
Horas más tarde el hijo de Murúa Pérez recibe un mensaje en su celular, de un desconocido, asegurando que tenían a su padre y solicitando $57 millones para su liberación. La suma de dinero, al ser tan elevada, no fue posible reunirla.
El cuerpo de Nelson fue encontrado cerca del mediodía del sábado 8 por la PDI, gracias a la georreferenciación de una foto que los secuestradores enviaron a su interlocutor extorsionado.