El 3 de agosto de 2021, en el límite de las regiones de Ñuble y Maule, un adolescente divisó restos humanos en el río Perquilauquén y dio aviso a Carabineros. Tras el hallazgo, detectives de la Brigada de Homicidios de Chillán de la Policía de Investigaciones, con apoyo del Departamento de Operaciones Subacuáticas, realizaron diligencias en el lugar en coordinación con el Ministerio Público. Comenzaba así a develarse un crimen que conmocionó a la zona.
La fiscal Tamara Cuello dirigió rastreos en el puente Perquilauquén con buzos tácticos y ejemplares caninos apoyados por drones. En paralelo, el Laboratorio de Criminalística de la PDI y el Servicio Médico Legal trabajaron para establecer la identidad de la víctima.
Se trataba de Reinier Sánchez, un dentista cubano de 32 años que residía en Chile desde 2016. Su cuerpo fue cortado en pedazos y envuelto en bolsas plásticas que arrojaron al río.
Los presuntos responsables fueron detenidos el 10 de septiembre. Eran Rolando Villagrán Retamal y Clara González Figueroa, una pareja dueña de una clínica dental en Lampa en la que la víctima trabajó.
El homicidio se habría concretado entre el 4 y 5 de julio de 2021. Los análisis al posicionamiento de los teléfonos celulares de la víctima y la pareja dieron cuenta de un traslado de los tres, por aproximadamente 12 horas, desde la capital hasta Ñuble, en esa fecha.
Según la fiscalía los responsables del crimen golpearon a la víctima en distintas partes del cuerpo, para luego estrangularlo “comprimiendo su zona cervical hasta provocarle la muerte”.
Para evitar sospechas, los asesinos mantuvieron encendido el teléfono del dentista e incluso mandaron mensajes desde su cuenta de WhatsApp a cercanos.
Este jueves, el Tribunal Oral en lo Penal de Chillán dictó veredicto en el caso y los condenó como autores del delito de homicidio calificado.
La fiscalía está solicitando penas de presidio perpetuo.