Son 17 carabineros los que han declarado en la investigación penal que lleva la fiscal de Alta Complejidad Occidente Paola Zárate, por lesiones graves gravísimas en contra de Fabiola Campillai Rojas (36). La mujer fue impactada por una bomba lacrimógena en su cabeza cuando se dirigía a su trabajo, el 26 de noviembre de 2019. Quedó ciega y con una serie de lesiones en su rostro. Así, el trabajo de la fiscalía ha sido intentar reconstruir qué pasó esa jornada y, para eso, los testimonios de los presentes es una pieza fundamental.
“Eran cerca las 20.45. Nos dirigimos hacia calle Fermín Vivaceta, para salir a Portales Oriente a tomar la micro. En ese lugar debemos bajar un paso peatonal, para tomar un bus de acercamiento al trabajo de Fabiola”, declaró su hermana Ana María Campillai a la fiscalía el 28 de noviembre pasado. Añadió que la acompañó porque había disturbios en el sector.
Según su testimonio “pusimos los pies en calle Fermín Vivaceta y ahí dispararon al tiro y en ese momento no había niños ni desmanes, no sé por qué la tiraron, si no había nadie”. Declaró, además, que “dispararon carabineros que estaban en Portales Oriente”, a 15 o 20 metros de distancia. “Yo vi un solo disparo y comenzó a salir humo y veo que mi hermana va cayendo”. Señaló que fue a pedir ayuda a los mismos carabineros, pero que uno de ellos le tiró una granada en los pies.
Versiones contrapuestas
En lo único que coinciden las versiones de la hermana de la víctima y de los carabineros que estaban en ese lugar cuando fue atacada Camipillai, es en que había mucho humo. Todo el resto de su historia es otra.
De acuerdo a los antecedentes de la investigación, son cuatro los uniformados que estaban en el lugar donde fue lesionada Campillai y usaron su armamento en esos momentos. Se trata de los capitanes Patricio Maturana (37) y Jaime Fernández (37), del teniente Edgar Maldonado (29) y del carabinero Jorge Garrido (27). Todos declararon en calidad de testigos y forman parte de la 14° Comisaría de San Bernardo, pero solo uno de ellos es representado el abogado Mario Vargas, de la Corporación de Asistencia Jurídica para Carabineros.
Él es el capitán Maturana, apodado Matu, quien declaró el pasado 3 de marzo que “no me di cuenta de que se lesionó una persona. Siempre hubo humo por lo que no vi nada, perdí la vista de la multitud. No escuché pero cuando revisamos las cámaras escuché una vociferación, no sabría decir porqué fue. A posterior de mi disparo hicieron esa vociferación que fue como un ‘uuu’ (…) Cuando íbamos a subirnos a los vehículos, el capitán Fernández me dice que deje constancia que se efectuó disparo de lacrimógena de parte mía”.
Señaló que todo partió cuando se trasladaron a la calle Fermín Vivaceta para disuadir a los manifestantes y el capitán Fernández le instruyó que se devolvieran a calle Portales. “Al momento de retroceder estas personas avanzaban lanzando objetos (…) Luego de ello la gente sigue avanzando, llegaron a 25 a 30 metros de nosotros (…) El capitán Fernández usa su carabina lanzagases, posteriormente el teniente Garrido también dispara su carabina lanzagases y el tercer disparo lo efectué yo”, declaró.
Dijo que después el capitán Fernández le mencionó que lo llamó la gobernadora y le preguntó “qué efectividad hay de que haya resultado lesionada una persona que ingresó al Hospital Parroquial”. Ante esto, vieron las imágenes de la cámara Go Pro que portaba Fernández pero, según Maturana, “no se apreciaba el hecho en sí”.
Añadió que “entre nosotros se comentaba” la lesión de Campillai, luego de publicarse en prensa. “Nunca podíamos mantener una certeza de que si lo que le provocó la lesión pudo ser una lacrimógena, pudo haber sido cualquier tipo de armamento”, aseguró a la PDI.
El 11 de febrero declaró el teniente Maldonado. “En Fermín Vivaceta lo único que vi fue una señora que estaba en dicha calle que iba a dirección a carabineros, no escuchando si decía algo, momento en que lanzo la bomba para que la alcance”, aseguró. Indicó que se enteró por redes sociales que alguien fue lesionado.
Un día antes, el 10 de febrero, declaró el capitán Fernández. Dijo que estaba en la esquina de Vivaceta con Portales, al ver venir un grupo de manifestantes disparó un proyectil lacrimógeno, pero rebotó en la rama de un árbol. Por esto, aseguró, “recuerdo que el teniente Garrido, quien se encontraba a mi costado izquierdo efectúa un segundo disparo con su carabina”, que no sabía dónde había caído. Y que luego el capitán Maturana hizo un tercer disparo en la misma dirección. “No observé a ninguna persona que haya sido lesionada, solo recuerdo que al retirarnos un carabinero de mi grupo gritó que algo había caído, entre el tercer y cuarto disparo, por lo que comenté que al parecer había sido el Matu (Patricio Maturana), no obstante, nunca vi lo que ocurrió”, señaló Fernández. Agregó que “recuerdo ahora que se me exhibe la grabación que mientras nos retirábamos del lugar y estando ya al interior del vehículo, le comentó al conducto que el Matu se había piteado a alguien”.
El mismo 10 de febrero fue el turno de Garrido. Dijo que luego de que realizaran los disparos vio que “entre tres a cuatro personas sacaban a una persona desde la calle Fermín Vivaceta (…) pero debido a mi disparo no escuchaba lo que se gritaba”.
Vargas, abogado de Maturana, dijo que “en esta investigación se le han vulnerado los derechos fundamentales del capitán Maturana y, como consecuencia de ello, hemos solicitado una audiencia de cautela de garantías”. Agregó que “no existe ningún antecedente serio para acreditar su responsabilidad”.