El día D de la vacuna en Chile

El azote de la pandemia del coronavirus ha dejado en la memoria colectiva del país varias fechas negras.

El 3 de marzo cuando el Ministerio de Salud confirmó el primer caso de Covid-19 en Chile o el 21 de ese mismo mes cuando se dio a conocer la primera muerte de una persona contagiada.

El 15 de mayo cuando el encierro total de la Región Metropolitana afectó al 92% de la población o en junio cuando enfrentamos el peak de la pandemia y una persona fallecía cada dos minutos y 42 segundos.

Quizás ya es tiempo de buenas noticias asociadas al Covid-19.

Ayer el Presidente Sebastián Piñera afirmó que “esperamos iniciar el proceso de vacunación la próxima semana y vamos a empezar con las personas que han estado en la primera línea en las unidades críticas atendiendo a los pacientes críticos”. “Después vamos a seguir con los adultos mayores, los enfermos crónicos, las personas que están desplegadas combatiendo el covid 19″, comprometió.

El gobierno ha mantenido en estricta reserva no sólo los pormenores de los contratos suscritos con farmacéuticas para asegurar la llegada de la vacuna a Chile. También han sido cautelosos respecto de la logística que implica el proceso.

Lo han justificado por la llamada “guerra de las vacunas”. Una suerte de reedición de la “guerra por los ventiladores” que marcó la primera etapa de la pandemia.

Es casi un hecho que esta semana llegarán a suelo chileno las primeras 20 mil dosis de la vacuna Pfizer. En La Moneda se asegura que ese desembarco se producirá este miércoles 23 alrededor del mediodía, vía Bélgica.

Es probable que en las horas siguientes ya tengamos la imagen del primer vacunado (a) en el país y con ello el inicio del fin (aunque quede mucho aún y no haya que relajar las medidas sanitarias) del coronavirus.

O quizás sea el jueves 24. Que gran Nochebuena tendríamos, con esperanza de que los tiempos más complejos podrían estar terminando.