A eso de las 4.30 de la madrugada de este lunes, los miembros de la comunidad de la escuela Las Cardas, de la comuna de Victoria en la Región de La Araucanía, comenzaron a ser alertados de un hecho que penosamente no les es novedoso: el recinto educativo estaba siendo consumido por el fuego luego de que desconocidos iniciaran las llamas. En el lugar, aunque no se pudo dar con los responsables, personal de la 4ª Comisaría de Victoria sí encontró pancartas con consignas mapuches, tal como en otros ataques similares registrados durante la jornada.
“Personal verificó la efectividad de lo denunciado, ignorándose la cantidad de personas que habría participado en el ilícito, comprobando que parte de la infraestructura había sido siniestrada”, señaló el mayor Pablo Frei, comisario de la 4ª Comisaría de Victoria.
Con el correr de las horas y ya con la visibilidad que la luz de día permite, las autoridades comunales comenzaron a ver con sus propios ojos la magnitud del ataque, el que según el catastro inicial afectó a más del 75% de la escuela. Algunos, incluso, hablan de cerca del 90%.
La primera decisión fue suspender las clases (habían empezado el 3 de marzo) y las reuniones de emergencia comenzaron a sucederse. Y es que el incendio no sólo dejaba sin un recinto donde estudiar a los 43 alumnos que componen la matrícula, sino que dejaba a toda una zona de la comuna sin una escuela.
Ocurre que, fruto de ataques incendiarios similares, el municipio de Victoria, que tiene bajo su responsabilidad 21 escuelas y 13 jardines infantiles, ya se vio obligado a cerrar las otras dos escuelas que hasta hace no mucho funcionaban en el sector: Trangol y Pailaquehue. Esos estudiantes fueron trasladados y, por tanto, Las Cardas era el único establecimiento que quedaba en el lugar.
Lo anterior, a pesar de que esta es la cuarta vez que la comunidad ve atacada su escuela: desde noviembre de 2018 ya sufrió tres ataques incendiarios y uno con armas de fuego. Por ello es que incluso la preocupación de los habitantes de la comuna ahora también se traslada a otros recintos, como las escuelas Toquihue y California, donde temen que puedan ocurrir hechos similares.
Con todo, buena parte de los apoderados de Las Cardas no quiere ser trasladado hacia la zona urbana de la comuna. La lejanía y los problemas de traslado inciden mucho en esto. Por eso es que el alcalde, Javier Jaramillo, quiso reunirse de inmediato con ellos y los docentes una vez controladas las llamas. La idea era levantar cuanto antes un plan de contingencia para una comunidad que, según miembros de la misma, está cansada y golpeada. “El perjuicio es tremendo”, señalan algunos.
“Por supuesto que lamentamos tremendamente este atentado y para nosotros resulta incompresible que alguien queme una escuela y le termine haciendo daño a los niños de una misma comunidad”, dijo el edil tras el siniestro.
Pero ¿cómo seguirán adelante con sus dependencias incendiadas? Según conocedores de la escuela, el municipio pretende no tener que llegar a tomar la decisión de cerrarla y lograr retomar todo ahí mismo. Así, como solución de contingencia se estudia la opción de habilitar un espacio que antes era una casa para los directores y que tiene dos salas, lo que no fue consumido por el fuego. Los intentos apuntarán ahí para poder retomar, ojalá en una semana, soluciones que permitan reiniciar las clases.
Incluso la entrega de alimentación Junaeb quedó en el aire, toda vez que el comedor y cocina del recinto fueron totalmente quemados. Por ahora, se analiza la opción de entregar colaciones frías, aunque aquello todavía está en el ámbito de las definiciones.
Por lo mismo, pasado el mediodía de ayer lunes el alcalde Jaramillo sostuvo una reunión con María Isabel Mariñanco, seremi de Educación de La Araucanía, en la que también participó Carolina Gutiérrez, jefa del Departamento de Educación Municipal. Ahí quedaron de acuerdo en levantar informes para luego poder definir la línea de financiamiento de emergencia que se seguirá, ya sea directamente a través del Mineduc o bien, a través de la Subsecretaría de Desarrollo Regional (Subdere).
“Consideramos que esto, como también lo ha dicho el Presidente, son actos que no sólo son intolerables, sino que uno no entiende. Cuando un grupo señala que están por una causa, pero a la vez los afectados -no estamos hablando de dueños de forestales, estamos hablando de niños, niñas y adolescentes- tienen que ir a los establecimientos con mucho esfuerzo, establecimientos rurales, que con dificultad esas familias quieren sacar adelante a sus hijos (y) necesitan una infraestructura. Hoy esos grupos organizados queman esa escuela diciendo que protegen una causa como la que han señalado”, expuso al respecto José Montalva, delegado presidencial.
Y añadió: “Ha habido varios ataques, gran parte de esto tiene que ver con una respuesta que han tenido grupos organizados frente a persecuciones penales que se han llevado a cabo por parte del Ministerio Público. Lo que quiero dejar muy claro es que hay una visión muy clara por parte del gobierno: tenemos que trabajar coordinadamente para que estas personas que hacen este tipo de hechos no queden impunes”.