Al completar su periodo de tres años a la cabeza de la Defensoría Penal Pública, Carlos Mora Jano, se despidió de todas las funcionarias y funcionarios del organismo a través de una carta, en la que reflexionó sobre los avances y desafíos que sorteó durante su administración.
“Tuve el privilegio -creo único entre todos los Defensores Nacionales- de formarme aquí, en la Defensoría, aprendiendo un oficio y construyendo una carrera en la institución”, afirmó en ese texto el abogado que ingresó a la institución en 2001.
En su carta, el jefe saliente de la Defensoría Penal Pública expresó también que está “orgulloso de los avances y logros alcanzados” durante su gestión, aunque mencionó estar consciente de que quedan retos próximos que deberá abordar la siguiente administración”.
“Las instituciones son lo que son por las personas que las componen y el corazón de la Defensoría son ustedes, sus funcionarios, a quienes entrego mi más grande gratitud y saludo sincero”, expresó Carlos Mora Jano en su adiós a la institución.
Asimismo, el abogado enfatizó la importancia de lograr la autonomía institucional
“Necesitamos ser independientes, responder única y exclusivamente ante la ley y ante nuestros representados”, sostuvo.
”En los tiempos que vivimos, debemos no solo parecer autónomos, sino que realmente serlo en lo funcional, pues es lo que nos otorga la legitimidad y libertad completa para enfrentarnos a quien sea en defensa de los derechos de quien ha confiado su destino a nuestra labor”, expuso la autoridad saliente.