De tanto en tanto, el Crédito con Aval de Estado (CAE) y su promesa inconclusa de condonación vuelve a saltar al ruedo. Este miércoles fue el Presidente Gabriel Boric el que puso el tema en el tapete en el marco de la firma de los “estatutos democráticos” de las instituciones universitarias del Estado.
“El año 2006 era presidente de la Fech quien hoy es ministro de Economía, Nicolás Grau. El actual subsecretario de Educación Superior, Víctor Orellana, era parte de la mesa directiva de 2005 si no me equivoco, cuando estábamos peleando contra el CAE… todavía estamos peleando contra el CAE”, bromeó inicialmente el Mandatario, en una primera alusión al CAE.
Luego ahondaría: “Desde el gobierno hemos impulsado algunas iniciativas que modernizan, fortalecen y expanden a las universidades públicas (…) también hemos estado trabajando y lo vamos a estar socializando prontamente, una propuesta para un nuevo sistema de financiamiento que no sólo desbancarice, sino que sea más justo. Y una modernización académica de la educación superior. Para eso, subsecretario (Víctor) Orellana y ministro (Nicolás) Cataldo, sepan que cuentan con todo mi respaldo para llevar adelante esta agenda”.
Sin miramientos ni consultas previas, el Presidente Boric se refirió así a una promesa que se mantiene sin novedades e incluso con críticos dentro del oficialismo, quienes, como casi toda la oposición, han señalado que hay otras prioridades a las que atender.
Pero, a pesar de esas aprensiones, la Subsecretaría de Educación Superior sigue trabajando en una propuesta para, como presionó el Mandatario, presentar prontamente un proyecto de ley con un nuevo sistema de financiamiento, el que, según cercanos a su elaboración, trae aparejado un mecanismo que le pone fin al CAE.
Y aunque oficialmente se insiste en la idea que ya han señalado ciertas autoridades, eso de que la propuesta será presentada antes del próximo ejercicio presupuestario, la idea es poder hacerlo entre marzo y mayo de 2024, aunque en el pasado el Ejecutivo ya ha puesto otras fechas límite que no logró cumplir. El nuevo cuándo es algo que está siendo aún materia de análisis y que involucra, entre otros, a Dipres, Segpres, Presidencia y Mineduc.
¿Su contenido? En los pasillos de la cartera educativa insisten en la idea de que tendrá un componente de condonación con todos los deudores beneficiados, pero no todos condonados al 100%, así como que el posible nuevo sistema mejora el uso del gasto.
Nuevos estatutos
El contexto de las palabras para el CAE, dicho está, fue la firma de los estatutos de las universidades estatales mandatados en la Ley 21.094, que establece que las instituciones debían proponer una adecuación de sus estatutos -escritos en dictadura- o bien, un mecanismo permanente que asegure la participación y corresponsabilidad del Estado en ciertos aspectos para aquellas casas de estudio cuyos estatutos hayan entrado en vigencia después del 11 de marzo de 1990.
Así, todas las casas de estudio hicieron entrega de una propuesta y luego de las respectivas revisiones se procedió a firmar los decretos que promulgan los nuevos estatutos, para que ahora lleguen a la toma de razón en Contraloría.
“Para remarcar la importancia de este momento, les cuento que los estatutos son equivalentes a las leyes de un país. Y en la mayoría de los casos seguían vigentes las leyes ilegítimas de la dictadura. Por ello es que hoy damos un paso más en el largo proceso de ir desatando estos nudos y amarras que han sido heredados. Un paso que nos enorgullece y nos acerca al país que queremos construir”, señaló al respecto el Presidente Boric.
¿Qué debían contener como mínimo los estatutos? Misión y principios de la universidad, un domicilio principal y un ámbito territorial preferente, el gobierno de la universidad con ciertos órganos establecidos, como un consejo superior, un rector o rectora, un consejo universitario, una contraloría universitaria y una organización interna de facultades y escuelas, entre otros.
El ministro de Educación, Nicolás Cataldo, señaló al respecto: “Lo que vivimos después del golpe de Estado fue una pérdida de autonomía y de democracia de las instituciones, donde tuvimos rectores designados y estaba prohibida la participación de la comunidad educativa. Por lo tanto, este es un hito histórico que comienza a consolidar un proceso, al que todavía le falta camino, de democratización interna”.
Mientras, el subsecretario de Educación Superior, Víctor Orellana, expuso que “este es un hito muy relevante, dado que es un reconocimiento a una lucha de generaciones y de décadas por la democratización de las universidades del Estado, y por terminar con la herencia dictatorial en ella”.