El jueves 24 de octubre, un día después de la explosión que terminó con más de 30 estudiantes del Internado Nacional Barros Arana (INBA) quemados, el ministro de Educación, Nicolás Cataldo; la subsecretaria de Educación, Alejandra Arratia; el delegado presidencial de la RM, Gonzalo Durán; y el director de Educación (DEM) de Santiago, Rodrigo Roco, anunciaron diversos ejes de acción para intervenir el establecimiento educacional, apuntando en ese momento a contención psicosocial, la convivencia educativa, el refuerzo de la seguridad en el entorno del recinto y el apoyo administrativo a la DEM para que los estudiantes afectados pudiesen terminar su año escolar.

Con el inicio de un retorno progresivo de estudiantes produciéndose desde este martes, la mentada intervención ve algunas acciones concretas desarrollarse, con profesores y equipos de Convivencia Escolar del INBA y de la DEM de Santiago como sostenedora del establecimiento siendo parte de ella. Los alumnos, por supuesto, también.

Y es que además de que el colegio zanjó una vuelta voluntaria y en bloques de horarios según nivel; el cierre de ciertos espacios del internado; y evaluar caso a caso los cierres anticipados de años escolares, lo cierto es que tras el hecho se activó casi inmediatamente el trabajo de la Secretaría Regional Ministerial de Educación del Mineduc.

“Desde el inicio nuestro propósito fue ocuparnos y ponernos a disposición del sostenedor y la comunidad educativa, con herramientas sectoriales, a fin de sus integrantes puedan superar esta crisis, con foco en que todas y todos sus integrantes puedan retornar a sus actividades, velando por su bienestar y seguridad”, dice la seremi Raquel Solar.

En este contexto, agrega, el plan de apoyo considera acciones de corto mediano y largo plazo, con los ejes ya mencionados.

Y así, por ejemplo, si de corto plazo se trata, la semana pasada se desarrollaron acciones con el equipo directivo y de gestión del establecimiento, docentes y asistentes de la educación, tendientes a propiciar un diálogo sobre lo ocurrido y abordar estrategias de acompañamiento, salud mental y herramientas para la resolución de conflictos. En dichas instancias tomaron parte equipos del Mineduc, de la Superintendencia de Educación y de la Universidad Alberto Hurtado. También estuvo disponible un dispositivo de atención a cargo de la Seremi de Salud.

Durante esta semana, en tanto, y con el regreso de alumnos al recinto, la Seremi de Educación realizó gestiones con el equipo directivo del INBA, el área especializada de la DEM, asistentes de la Educación y el consejo docente del establecimiento, con la idea de, justamente, planificar el retorno paulatino de la comunidad educativa y las actividades que se desarrollen durante este periodo. Acá, por ejemplo, se estableció involucrar a estudiantes y la comunidad educativa en general.

Pero este trabajo, según detallan desde la Seremi, también incluye a otras instituciones públicas, en línea con lo que ya se había adelantado el día que desde el Mineduc se anunció la intervención. En esa línea, hay un apoyo de un equipo especializado de Primera Atención Psicológica (ARSAM) a cargo de la Seremi de Salud y que estará disponible en el internado entre el 29 de octubre y el 15 de noviembre.

Asimismo, desde el mismo miércoles 23 de octubre se implementaron puntos de Primeros Auxilios Psicológicos (PAP) para disposición de la comunidad educativa, los que funcionarán hasta el mismo 15 de noviembre. ¿Y cómo funciona esto? Por medio de la conformación de duplas especializadas para brindar primera ayuda psicológica a estudiantes y funcionarios, aunque el servicio está disponible para todo el establecimiento. Por otro lado, este miércoles se desarrolló una jornada para funcionarios sobre PAP.

Tras esta primera etapa se tiene planificado habilitar desde el 18 de noviembre y hasta fin de año un Dispositivo de Apoyo Psicosocial (DAPS) de Junaeb. En este sentido, en la planificación se incluye que un equipo de profesionales del área psicosocial desarrolle un plan de trabajo para la comunidad desde el modelo de intervención en crisis, y se evaluará dar continuidad a esta iniciativa durante el inicio del año escolar 2025.