Desde que fue nombrado como nuevo ministro de Educación, los días de Marco Antonio Ávila han sido frenéticos. Y es que aunque formalmente asumirá sus funciones a partir del viernes 11 de marzo y llegará a su nueva oficina el lunes siguiente, el trabajo para el profesor de Castellano ya comenzó.

Desde el 21 de enero, el excoordinador nacional de Educación Media del Mineduc (2015-2018) ha sostenido una serie de reuniones presenciales y telemáticas con diversos actores relevantes de la educación chilena. Estas, esencialmente, se han centrado en el retorno a clases, que este año será obligatorio y con un protocolo para aquello ya establecido. Este elimina los aforos, mandata un distanciamiento “en la medida de lo posible” y el aislamiento de casos sospechosos en un área especial.

El protocolo, sin embargo, pende de un hilo, según se ha podido reflejar en las diversas reuniones que a diario copan la agenda del militante de RD. Entre otros, ha conversado con el Colegio de Profesores, tres asociaciones municipales, la Federación de Instituciones de Educación Superior (Fide), la Coordinadora de Colegios Particulares Subvencionados (CCPS), el Consejo Nacional de Asistentes de la Educación (Conaech), la Asociación Nacional de Funcionarios Junaeb (Afaeb), además de gremios de la Junji, sindicatos de educadores municipales y de colegios particulares subvencionados.

A ello se suma una gran cita virtual con alcaldes de municipios como Santiago, Maipú, San Miguel, Estación Central, Melipilla, Valdivia, Quinta Normal y Viña del Mar, entre varios otros.

Estoy convencido de que el protocolo lo vamos a cambiar entre todos, porque así como está es casi imposible llevarlo a la realidad”, señala Gustavo Alessandri (UDI), alcalde de Zapallar, presidente de la Asociación de Municipalidades de Chile (Amuch) y quien estuvo en la cita en tal calidad. Y añade: “Estoy seguro de que con el ministro Ávila vamos a avanzar mucho más que con el ministro Figueroa, porque ya demostró que nos va a escuchar antes y no nos va a imponer. Ávila nos invitó al diálogo con un conocimiento de causa que realmente llama la atención. Podemos pensar distinto, pero la reunión fue participativa, fue una mesa de diálogo”.

En ese sentido, el edil entrega las razones de la asociación que preside para haber planteado en esta cita la necesidad de revisar el protocolo, sobre todo cuando éste habla del fin de la restricción de aforos: “Creemos que las primeras tres semanas tiene que ser de manera gradual para demostrar que están tomadas las medidas de seguridad, cosa que vamos a hacer. La frase del protocolo “en la medida de lo posible” es sumamente irresponsable, porque lo deja a una interpretación innecesaria”, dice.

Pero la Amuch no fue la única asociación de municipios con que ya dialogó el futuro titular de la cartera de Educación. También lo hizo la Asociación Chilena de Municipalidades (Achm), donde como contraparte estuvo Bernardo Vásquez (UDI), alcalde de Pelarco y presidente de la Comisión de Educación de dicha agrupación.

El jueves 24 por la mañana justo tuvimos una reunión presencial con el ministro Figueroa y luego en la tarde una telemática con el futuro ministro Ávila”, cuenta el alcalde Vásquez. Asegura que según extrajo de la cita, para la nueva autoridad la obligatoriedad “es un punto básico de continuidad”, pero que también “se comprometió a revisar los protocolos”, especialmente, según detalla, “el tema de los aforos y la jornada escolar completa”.

El edil agrega que, en lo personal, “sentí que tuvo la posibilidad de escucharnos, de abrirse a un diálogo y que cuando asuma nos va a convocar a todos los actores en mesas de trabajo para poder conversar sobre diferentes puntos de la educación”. La sensación, cierra el expresidente regional de la UDI, es que fue un buen apronte. “Va a ser un ministro con la posibilidad de dialogar y escuchar. Hacerlo ahora ya habla muy bien de él”.

Y así como las asociaciones de municipios, también han existido citas con varios alcaldes. Entre ellos, la máxima autoridad de Melipilla, Lorena Olavarría (CS). “Fue un diálogo inicial para recoger la apreciación y el estado de cada comuna. Fue un espacio súper nutritivo, donde los municipios tuvimos la oportunidad de visibilizar lo que está ocurriendo en nuestras comunas y las dificultades durante la pandemia”, asegura. También agrega que fue la oportunidad para “a través del diálogo mejorar el protocolo”.

Y aunque Ávila no se ha comprometido públicamente a modificar el protocolo actual, sí, cuentan en su entorno, quiere al menos discutirlo con los distintos actores de la educación. Y es que desde que se hizo público, muchos han sido sus críticos, sobre todo en cuanto a la eliminación de las restricciones de aforo. Esto último ha llevado a las entrantes autoridades, tanto de Educación como de Salud, a no descartar revisarlo antes del cambio de mando, según cuentan en la interna del futuro gobierno de Gabriel Boric.

Karina Delfino (PS), la alcaldesa de Quinta Normal, agrega que se conversó “sobre la flexibilización del protocolo y le hicimos presente al ministro la necesidad de contar con un fondo Covid para la compra de materiales de protección que no pueden ser asumidos con recursos propios del municipio”.

En ese mismo sentido, agrega la edil, “se planteó que para este año el Mineduc evalúe la forma de entregar la subvención escolar en función de la matrícula y no de la asistencia, ya que al haber muchos contagios, puede que los establecimientos deban suspender sus clases”. En lo pedagógico, cierra la alcaldesa, se le planteó la necesidad de contar con un plan nacional de nivelación, “para generar una estrategia que nos permita abordar los déficit de conocimiento y brechas educacionales que se han generado por la pandemia”.

Desde Ñuñoa, Emilia Ríos (RD) cuenta que su reunión se produjo este mismo martes y que se habló principalmente sobre el retorno a clases. “Pudimos actualizarlo con las medidas que hemos tomado desde Ñuñoa para prevenir los contagios”, reseña. Y agrega: “Sin duda, compartimos diagnósticos comunes, lo cual es una muy buena noticia para los miles de estudiantes de Ñuñoa”.

Felipe Muñoz (ind.), alcalde de Estación Central, destaca como principal aspecto de la cita que “la subvención no provenga de la asistencia de los estudiantes”. Es importante, añade la autoridad comunal, “reconocer que este año vamos a tener características similares a los años anteriores y, por tanto, tiene que estar asegurada la transferencia”.

Otras organizaciones

El Colegio de Profesores también entabló conversaciones con el futuro ministro en dos oportunidades, la primera de carácter informal y la segunda formal. “En la primera compartimos y expusimos algunos temas como la presencialidad. En la segunda, que fue convocada por él, nos pidió opinión sobre la presencialidad y el protocolo”, cuenta Carlos Díaz, presidente de la gremial.

El sindicalista asegura que Ávila no entregó su opinión sobre el protocolo, pero que “tomó nota de lo que creemos debe ser para volver a la presencialidad que todos queremos, en condiciones seguras, cuestión que el actual protocolo no logra generar”.

El viernes 25 de febrero, a las 2 de la tarde, por una hora aproximadamente y secundado por Nicolás Cataldo (subsecretario de Educación) y María Isabel Díaz (subsecretaria de Educación Parvularia), Ávila también se reunió con la Fide, la Corporación Nacional de Colegios Particulares y la CCPS. “Fue un momento grato”, revela Pedro Díaz, presidente de la primera entidad, quien asegura que “desde la educación particular y desde las nuevas autoridades de un gobierno de izquierda había recíprocos prejuicios”, pero tras la cita, y en ambos sentidos, “se bajaron mucho esas barreras y quedó un muy grato clima de conversación y diálogo a futuro”.

Así, asegura que el futuro ministro se comprometió a mantener el criterio que estableció el actual ministerio con el pago de subvenciones por motivo de la pandemia y que una vez que asuma se crearán mesas de trabajo compartidas para hablar temas más técnicos y específicos.

Asimismo, Luis Cañas, presidente de la CCPS, dice que se revisaron “detalladamente los protocolos para un retorno presencial a clases” y que “cumpliera con todas las recomendaciones entregadas por la autoridad, las que se traducirán en una mayor tranquilidad para toda la comunidad educativa”.

Un punto muy importante para Cañas es que en la oportunidad, según asevera, el nuevo secretario de Estado se comprometió a reunirse a la brevedad nuevamente con su sector. “Esperamos conversar con él en detalle sobre diferentes aspectos pedagógicos, revisar el currículo, los contenidos mínimos obligatorios y entregarle las 11 propuestas que tenemos para mejorar la calidad de la educación chilena”.