A partir de las 11.00 horas de este viernes, en la Sala de Consejo de la Fiscalía Nacional en calle Catedral, se desarrolló la ceremonia de cierre de gestión 2015-2022 del fiscal nacional Jorge Abbott.

El 1 de octubre cumple 75 años y, con ello -según la actual Constitución- el máximo de edad para liderar al organismo persecutor.

La ceremonia -que se desarrolló en modalidad presencial y remota- contó con la presencia de las máximas autoridades de los organismos pertenecientes al Sistema de Justicia Penal y de Seguridad Pública.

El tercer fiscal nacional -sucesor de Guillermo Piedrabuena y Sabas Chahuán- deja el cargo luego de una trayectoria de 43 años de ejercicio profesional del derecho.

“Cuando asumí la conducción de la Fiscalía Nacional hace ya siete años, Chile era un país distinto”, comenzó diciendo Abbott.

Durante la ceremonia, a la que asistió la ministra de Justicia, Marcela Ríos, el subsecretario del Interior, Manuel Monsalve, y el presidente de la Corte Suprema, Juan Eduardo Fuentes, la ahora exautoridad del organismo persecutor realizó un repaso de su gestión.

Jorge Abbott y autoridades en la ceremonia de cierre de su gestión. Foto: Sebastián Beltrán Gaete / Agencia Uno.

Sus siete años en el Ministerio Público estuvieron marcados por su pugna con el fiscal de O’Higgins, Emiliano Arias, una solicitud de remoción que rechazó la Corte Suprema y fue impulsada por figuras del actual gobierno, además del estallido social, el proceso constituyente y la pandemia.

“Hemos actuado con entereza y decisión frente al delito”, aseguró, sin embargo, advirtió que el mayor desafío que enfrenta el sistema de persecución penal se relaciona al “recrudecimiento de la violencia” y la expansión del crimen organizado.

“Todo esto conforma un escenario de criminalidad que debe ser combatido con nuevos enfoques, con miradas distintas a las que hemos tenido hasta hoy, miradas también como institución”, planteó.

Abbott señaló que no podía eludir que “en las últimas décadas hemos asistido a un dramático deterioro de la legitimidad de la democracia y de sus instituciones”.

En esa línea se refirió a las “clases de ética” que se impusieron a los controladores del grupo Penta, Carlos Alberto Délano y Carlos Eugenio Lavín en el marco de las investigaciones sobre el financiamiento irregular de la política.

“En numerosas ocasiones hemos escuchado críticas desinformadas y también malintencionadas respecto a los fiscales y el resultado de investigaciones de alto interés”, expuso, dando ese caso como ejemplo.

“Sigo abogando por la total autonomía de las y los fiscales para perseguir todo tipo de delito”, recalcó.

Tras su discurso de 25 minutos, se oficializó su salida y el abogado Juan Agustín Meléndez, fiscal regional de Los Ríos, asumió como fiscal nacional suplente.