En entrevista matinal con radio Pauta este jueves, el fiscal regional de La Araucanía, Roberto Garrido, se refirió a la motivación del homicidio de los tres funcionarios de la 4° Comisaría de Los Álamos de Carabineros, ocurrido la noche entre el 26 y 27 de abril, y a las personas que habrían participado del crimen.
“Hoy estamos trabajando en evidencias para determinar a qué personas nos puedan llevar. No son solo estos cuatro sospechosos los que participaron, tiene que haber un grupo mayor”, señaló.
Esto, luego de la formalización de Jefferson Alexander Antihuen Santi, Felipe Antonio Antihuen Santi y Nicolás Rivas Paillao, tres de los presuntos responsables del crimen que fueron detenidos el lunes. Los tres sujetos quedaron en prisión preventiva. Un cuarto implicado en el crimen, de acuerdo a la investigación del Ministerio Público, Tomás Antihuen, permanece prófugo.
Garrido afirmó que “las organizaciones que operan en la Macrozona Sur y en esa zona en concreto de las comunas de Cañete y Tirúa, son organizaciones directamente criminales, no persiguen más que el lucro”.
“Son organizaciones que, bajo una cierta denominación que aparenta vincularse a reivindicaciones del pueblo mapuche, en realidad enmascaran con ello actividades ilícitas como la sustracción de madera o el robo con intimidación. Bueno, son muy prolíficos en la comisión de delitos de robo con intimidación, lo que llamamos en la zona urbana encerronas”, explicó el persecutor.
En esa línea, Garrido señaló que hay otro denominador común que se repite en estos grupos de criminalidad organizada en el sur del país que es el control territorial.
“Ellos necesitan el control territorial y lo repiten simplemente con un eslogan. Control territorial porque estamos en un territorio ancestral. Ahora, el control territorial es un espacio en lo que ellos impunemente pueden cometer delitos porque están exentos de la fiscalización del Estado. Ese es un elemento relevante en esta investigación, porque la presencia de la policía, de efectivos militares, genera una molestia en estas organizaciones criminales y la demostración de fuerza a través del ataque directamente a Carabineros es una manifestación de esa posibilidad de ejercer efectivamente el control territorial”, planteó.
Igualmente, Garrido apuntó a que otra motivación “muy relevante” que habrían tenido los responsables del crimen, es el armamento que arrebataron a los funcionarios policiales.
Pasadas las 23.30 horas del 26 de abril, los carabineros Sergio Arévalo, Misael Vidal y Carlos Cisterna, acudieron a controlar el cumplimiento de una medida cautelar de arresto domiciliario respecto a Carlos Antihuen Riquelme, tío de los hermanos detenidos. De acuerdo a la investigación, luego de una planificación de varias semanas, los imputados emboscaron a los tres patrulleros para quitarles sus armas y sus chalecos antibalas. Luego los ejecutaron y los trasladaron en la camioneta policial hasta el kilómetro 24 de la Ruta P-72 S, que conecta Tirúa, Quidico y Cañete, para incendiar el vehículo y los cuerpos con el combustible de una motosierra. El crimen quedó al descubierto poco después de la medianoche, cuando la policía uniformada se preparaba para los festejos de su aniversario institucional. Según el Ministerio Público, la fecha no es casual.
“Cuando uno piensa que hay una planificación detrás, la elección del día, la verdad es que no parece ser algo casual, sobre todo considerando que el control de las medidas cautelares era diario, es decir, se podría haber perfectamente escogido una fecha distinta”, comentó Garrido.
“Creemos que participan más personas”
Sobre la participación de más personas en el ataque, el fiscal indicó que se mantiene esta hipótesis considerando “lo rápido que se ejecuta la acción”.
“Hay un tiempo muy breve para atacar a los carabineros, darles muerte, desprenderse de las especies que portaban y luego trasladar la camioneta e incendiarla. Si consideramos que se trataba de tres funcionarios policiales, entrenados profesionales, que tenían armamento, la reducción de ellos tendría que haber implicado por lo menos una cantidad de personas que los superara en número. Y por eso es que creemos que participan más personas. También, por antecedentes que tenemos y otras líneas de investigación, todo parece indicar también que hubo labores de cobertura de la acción que ellos ejecutaban para seguramente advertir, en el caso que se aproximara otra patrulla de Carabineros, por ejemplo. Pero no podemos precisar exactamente el número por el momento”.