En entrevista matinal con radio Duna este miércoles, el presidente de la Asociación Nacional de Fiscales del Ministerio Público, Francisco Bravo, defendió la labor que realizó el persecutor José Morales, de la Fiscalía Metropolitana Centro Norte, en el caso contra el ex comandante en jefe del Ejército, Juan Miguel Fuente-Alba.

Esto, luego que el otrora uniformado y su esposa, Anita Pinochet, resultaran absueltos en el juicio oral que enfrentaron por lavado de activos.

“Yo descarto falta de rigurosidad. Nosotros cuando formalizamos investigación, más allá de este caso, lo hacemos ante los tribunales de garantía, las medidas cautelares nosotros las pedimos, pero son los tribunales quienes las dictan. Estos casos son revisados no solamente por los jueces de garantía, sino por los tribunales superiores, por las cortes de apelaciones. Es decir, hay una serie de controles, tanto horizontales como verticales, tanto administrativos como jurisdiccionales, de las decisiones que nosotros vamos tomando. Por lo tanto, aquí nosotros no actuamos solos en el proceso penal”, enfatizó Bravo.

El dirigente de los fiscales recordó que en este caso actuó también el Consejo de Defensa del Estado y “sostuvo la misma acusación que sostuvo el Ministerio Público, con la misma prueba y estuvo los nueve meses en el juicio”.

“Nuestra opinión es que había elementos suficientes para dar por establecido tanto el delito de malversación de caudales, que es el delito base o precedente, como técnicamente se denomina, y el lavado de dinero, que es un tipo penal o es un delito que es complejo de entenderlo y es complejo también de probar en el sentido de que la prueba generalmente del lavado de dinero es lo que se denomina prueba indirecta”, expuso Bravo.

Por otro lado, en conversación con radio Agricultura, el fiscal Eugenio Campos, director de la Unidad Anticorrupción, Lavado de Activos y Probidad Interna de la Fiscalía Nacional, abordó también las críticas que surgieron ante la decisión del 4° Tribunal Oral en lo Penal de Santiago e hizo hincapié en que “la prudencia indica” que debe conocerse el fallo para opinar con propiedad en el tema.

“Lo que tenemos el día de hoy es efectivamente un veredicto de un tribunal en el cual no logró convicción respecto a la existencia de ese delito. Tenemos que esperar una lectura de fallo para ver todo el razonamiento de la prueba que hizo el tribunal, del Ministerio Público, del Consejo de Justicia del Estado, como también de la defensa. Entonces, desde ahí, el Ministerio Público tendrá que analizar para ver si existe mérito o no para poder recurrir de nulidad”, expuso.

“Nosotros no nos miramos el ombligo todos los días diciendo que lo hacemos fantástico y cada minuto, con rigurosidad, vemos cómo podemos mejorar el desarrollo de las investigaciones y esta será también otra oportunidad más para ello”, aseguró.