Fiscalía retira desde comisaría dos cámaras personales que portaba el carabinero imputado por caída de menor en Pío Nono
A través de la PDI, el Ministerio Público requisó los artefactos que estaban en el casillero del policía, en la unidad de Control de Orden Público, en Lo Espejo. La institución se comunicó con el ente persecutor para hacer entrega voluntaria de las filmadoras.
Anoche Carabineros sorprendió con un comunicado que revelaba un nuevo antecedentes en la causa por homicidio frustrado contra el carabinero Sebastián Zamora (20), a quien la fiscalía indaga por su presunta responsabilidad en la caída del menor identificado como A.A.J.A (16), el viernes pasado en el puente Pío Nono.
La institución comunicó que Zamora reveló, por medio de su defensa, que el día de los hechos “portaba una cámara personal ajena a la institución y no autorizada”. “La omisión de este hecho constituye una grave falta administrativa, ya que existen instrucciones que norman el uso de cámaras personales en procedimientos policiales. El incumplimiento de este principio resulta inaceptable y es causal de expulsión de la institución, razón por la cual se inició el correspondiente proceso administrativo”, expresó la policía uniformada.
Sin embargo, no sería una cámara, sino dos las que portaba Zamora. Así lo señalaron fuentes del caso, quienes agregaron que durante la madrugada, y luego de que Carabineros se contactara con el Ministerio Público, el ente persecutor dispuso el retiro de los artefactos desde la comisaría Control y Orden Público, ubicada en Lo Espejo.
Fuentes policiales agregaron que el retiro se efectuó luego de un llamado telefónico a la fiscalía, quien dispuso que fuera la PDI quien llevara a cabo la diligencia. Ambas cámaras estaban en el casillero personal del uniformado -a quien se le inició un proceso administrativo para su baja-, el cual estaba aislado mediante cadena de custodia. Se hizo la entrega voluntaria por parte de Carabineros, lo cual quedó consignado en la ampliación del parte policial.
Trastienda
Fue ayer en la tarde noche cuando el imputado Zamora llamó a su abogada Nudia Vivanco para revelarle lo que no había dicho, ni a la Fiscalía, ni a sus superiores.
En una conversación reservada entre ambos, que se dio en el Centro de Detención Sucre (unidad donde son custodiados los policías que están en prisión preventiva), el carabinero le dijo que el 2 de octubre él portaba una cámara personal.
Enseguida, la abogada se comunicó con el Ministerio Público y la jefatura de Zamora. Como primer acto, la policía dispuso el resguardo de la evidencia. Según fuentes de Carabineros, el que el imputado no haya entregado la información en una primera instancia, es de “extrema gravedad”, pues nuevamente, y tal como ocurre con la arista penal de una eventual obstrucción a la investigación, retornan los fantasmas de casos como el de Camilo Catrillanca.
En esa causa, una cámara de video también terminó por sepultar la versión de Carabineros que atribuía los disparos al comunero mapuche a un supuesto intercambio de disparos. Esta tesis, finalmente, se cayó con la publicación de los videos del procedimiento, los cuales estaban albergados en una cámara que sí llevaba el policía imputado por homicidio.
En Carabineros aseguran que no conocen el contenido de las imágenes y que todo está en poder del Ministerio Público. Las cámaras, finalmente, serán claves en la causa que se sigue contra Zamora. Los peritajes ya están en curso.
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