Según la OCDE, el sistema educativo chileno es el undécimo más desigual del planeta: de acuerdo con el CEP, en 2017 el 56% de quienes obtuvieron 700 puntos o más en la PSU estudió en colegios particulares, y sólo 13% de ellos en liceos municipales, siendo que estos agrupan el 37% de los estudiantes del país, versus el 9% de los particulares.
La pandemia sólo llegó a empeorar ese escenario: mientras ocho de cada 10 estudiantes de escuelas privadas tiene clases online diariamente, tres de cada 10 estudiantes de escuelas gratuitas accede a clases todos los días; y más aún, dos de cada 10 de niños de estas mismas escuelas declara “nunca tener clases online”, según la encuesta experiencias educativas en casa de niñas y niños durante la pandemia COVID-19.
En este contexto, un programa educativo busca ser un aporte a los problemas de la educación en Chile, favoreciendo un acceso equitativo. Se trata de Formando Chile, corporación autónoma que nació en 2009, y que, desde marzo del 2020, a raíz de la pandemia, se vio obligada a adaptar todos sus programas gratuitos a una modalidad virtual en cuestión de semanas.
Formando Chile surgió hace 12 años como un simple grupo de amigos que decidió organizarse y trabajar para cambiar la desigualdad de la educación en nuestro país, formando un preuniversitario con 18 voluntarios, que se instalaron en La Pincoya con una casa que sigue activa hasta la fecha, con el fin de entregar su trasfondo educacional y cultural a estudiantes de la zona, y así aumentar sus posibilidades de entrar a la universidad.
“Notamos que la desigualdad educativa es uno de los problemas base de Chile; por la realidad del país, el acceso a trabajos y sueldos dignos va muy de la mano con el colegio o institución de educación superior en donde estudió la persona. Esta segmentación genera brechas de acceso a la educación, que es un derecho fundamental de las personas, lo que nos motiva día a día a trabajar desde nuestro lugar para cambiar esta situación”, indica Pablo Hormazábal, director ejecutivo de Formando Chile.
Siempre entendiendo que la educación como la principal herramienta para luchar contra la desigualdad, en 2016 se profesionalizó como organización, dividiéndose el trabajo entre tres programas 100% gratuitos que hoy llegan a más de 700 jóvenes de más de 25 comunas de la Región Metropolitana desde 3° básico hasta 2° año de educación superior. Entre ellos se encuentran:
Mentorías para apoyar la educación básica: programa que entrega a niños, niñas y jóvenes, de 3ro básico a II° medio, herramientas académicas y socioemocionales a través de técnicas que ponen al estudiante como protagonistas de su propia educación, impartidos por voluntarios y voluntarias capacitados. Se busca que cada uno sea capaz de encontrar la manera de resolver problemas según sus capacidades, y que avancen en conocimientos y habilidades tomando como base su propio conocimiento inicial.
Escuela de Formación para el Ingreso a la Educación Superior (EFIES): preuniversitario gratuito sin selección académica, que ha trabajado por años en preparar a los estudiantes para la PSU, con el desafío de enfrentar el nuevo formato que se introdujo para la prueba de este año, a través de herramientas académicas, pero también acompañado de una preparación socioemocional y vocacional. Además, este año se realizaron simulacros de la prueba ajustados al contexto, para muchos de los estudiantes siendo la primera vez que daban un ensayo de este tipo.
Continuidad de Estudios Superiores (CES): La deserción después del primer año de educación superior es un hecho recurrente. Ante ello, Formando Chile creó el programa de Continuidad de Estudios Superiores, destinado a acompañar a egresados y egresadas del programa EFIES a lo largo de sus dos primeros años en la educación superior, entregando las herramientas necesarias para esta etapa y un programa de tutores académicos, disminuyendo la brecha académica y socioemocional.
Logros y pandemia
En sólo cinco años, la cobertura de Formando Chile aumentó desde 100 a más de 700 estudiantes entre todos sus programas, que funcionan en 9 sedes alrededor de Santiago. Además, un promedio de 85% de sus estudiantes de IV medio ha logrado ingresar en la Educación Superior, siendo varios de ellos los primeros en sus familias.
Cuenta con el sello de Fundación Lealtad y la FECU Social, distintivos que certifican principios de transparencia y buenas prácticas dentro de la organización. También, es parte de la Comunidad de Organizaciones Solidarias, un organismo del Ministerio de Desarrollo Social que vela por la transparencia y buen funcionamiento de las ONG en Chile.
La pandemia fue el desafío más grande que enfrentó la organización, por la que debió transformar rápidamente sus programas a un formato virtual, para seguir acompañando a los estudiantes. En el 2021, el objetivo es consolidar los programas a distancia, esperando retomar la versión presencial de estos cuando la crisis sanitaria lo permita.
Este desafío, que consistió en un trabajo profundo, también abrió la puerta a nuevas oportunidades, como la llegada de Formando Chile –por primera vez en sus 11 años de historia– a regiones, instalando el programa de Mentorías en residencias de menores del Sename en la V y VI Región, además de escuelas en La Araucanía.
La pandemia convirtió las salas de clases en la pantalla de un celular, tablet o computador, sacando a la luz otra brecha que existe en nuestro país: la de acceso a la tecnología. En el mes de marzo, solo el 70% de los estudiantes de Formando Chile podía conectarse a sus clases.
Por lo mismo, se realizó una campaña (“Que su techo no sea la desigualdad”) para recaudar fondos y eliminar esta brecha. El resultado fue la compra y entrega de chips de internet (gracias a WOM y Movidos x Chile), tablets (gracias a Fundación Olivo) y computadores (gracias a CMPC y United Way), que ha permitido al 90% de los estudiantes poder conectarse a sus clases con normalidad.
Desigualdad en la educación
“Vemos con preocupación lo normalizada que está la brecha de acceso a la educación. Lo vemos en nuestra Escuela de Formación, en donde recibimos 800 postulaciones para 400 cupos, reflejando la necesidad de un complemento adicional a la educación escolar para preparar una buena PDT. Esto refleja la necesidad de un servicio gratuito, que no distinga del contexto del estudiante para entregarle las herramientas que tanto necesita”, señala Hormazábal.
Por ello, continuar avanzando en la mejora de los sistemas de acceso hacia la educación superior a través de sus programas educativos y gratuitos es uno de los desafíos que se plantea Formando Chile como organización para el 2021.
“Formando Chile fue un gran apoyo para mí, tanto en el estudio como en lo mental. Me ayudaron bastante a pesar de las dificultades, y tanto mis profesores como compañeros de la EFIES se han convertido como en una segunda familia”, señaló Samuel Tamayo, estudiante EFIES.
“Es necesario equiparar la cancha. Ha sido probado que el acceso a la educación es el factor de movilidad social en Chile. Desde Formando Chile, buscamos ser un proyecto que pueda promover la educación y el desarrollo integral de nuestros estudiantes sin importar factores económicos o sociales, reconociendo que la educación es un derecho de todos y todas”, concluye Hormazábal.