La semana pasada, personal de vigilancia del Complejo Penitenciario de Rancagua detectó a dos personas que estaban lanzando objetos hacia el interior de la unidad penal, además de escuchar un estruendo atribuible a un disparo. Gendarmería informó sobre este hecho al fiscal de turno, quien ordenó a la Sección de Investigaciones Policiales (SIP) de Carabineros ir al lugar y más tarde las personas fueron detenidas por tráfico ilícito de estupefacientes y porte ilegal de armas. Este episodio es uno de los muchos en los que Gendarmería se ha coordinado con las policías para poder dar con bandas que operan tanto fuera como dentro de la cárcel.

En este contexto, ayer dependencias de la Dirección Nacional de Gendarmería se realizó la firma de convenio entre el director nacional de la entidad penitenciaria, Christian Alveal y el general director de Carabineros, Ricardo Yáñez. El objetivo del acuerdo es formalizar el trabajo que ambas instituciones realizan de manera integrada para combatir en crimen organizado al interior de los penales del país.

Entre las actividades que contempla el acuerdo están el intercambio de información para el cumplimiento de sus funciones y coordinar acciones que fortalezcan el quehacer de ambas instituciones en beneficio de la comunidad, entre otras.

Según Yáñez, “estamos muy conscientes de que en las cárceles se generan organizaciones criminales que siguen operando y que generan mucho daño a nuestra sociedad y es por ello que estimamos que este convenio va a permitir hacer un trabajo profesional, de mucho análisis, de mucho traspaso de información, para que finalmente se traduzca en la parte operativa para hacer más eficiente la función de la policía”.

En tanto, la máxima autoridad penitenciaria aseguró que “históricamente hemos trabajado colaborativamente, pero creemos que es necesario que estas ayudas y colaboraciones se plasmen en un documento que le den continuidad a la buena relación que siempre ha existido con esta institución, y en especial en el contexto en el que estamos enfrentando una delincuencia mucho más agresiva, más peligrosa, y que afecta a la seguridad pública del país, y esa delincuencia no deja de ser peligrosa cuando está privada de libertad”.