“Nos culpan injustamente de una situación en la cual seguimos hasta el final. No incumplimos el contrato, no fingimos, no manipulamos información, no tergiversamos. Somos una empresa chilena pequeña”, dice Jorge Cayumán Bustos (42), gerente general de Pirotecnia SpA, empresa que debió haber estado a cargo de los frustrados lanzamientos de fuegos artificiales para Año Nuevo en Valparaíso y Viña del Mar.
El ingeniero en Maquinaria y Vehículos Automotrices ha liderado durante varios años eventos pirotécnicos en 50 municipios en Chile y en el extranjero, y también ha trabajado en Brasil y en la inauguración del Canal de Panamá (2016). Pero está vez se quedó de manos cruzadas.
“Nosotros no hemos estafado a nadie”, dice a El Mercurio de Valparaíso, en referencia a la querella que anunció el alcalde de la ciudad puerto, Jorge Sharp. “Fue una decisión externa (suspender el show), que se tomó dos días antes del espectáculo. Este hubiera sido un espectáculo 2.0, el primero hecho por una empresa chilena. Queríamos algo diferente”.
Cayumán sostiene que la Dirección General de Movilización Nacional (DGMN) no quiso ayudarlos. “Los fuegos tiene una vigencia de diez años, por eso la propia DGMN cambió el reglamento. Solicitamos muchas veces un testeo presencial y nunca lo hicieron. Querían desquitarse con el mercado, creo yo. ¿Cómo es posible que sancionen a todas las empresas del país para que no haya fuegos? Nunca pensamos usar esos fuegos. Hicimos la solicitud de exportación de esos elementos a Colombia (...), pero la rechazaron y luego nos sancionaron”.
¿Y qué fuegos se iban a utilizar en Valparaíso? “Pagamos la importación, pero en China hay un problema de Covid y hasta hoy hay líos con eso. Instalamos las luces, trajimos los drones y de un día para otro nos anularon todo. Hicimos el gasto en gente, se contrataron equipos en el extranjero, se viajó a testear, se hizo un diseño, se bajaron tubos, se hizo el montaje, se bajaron balsas, pero a último momento hubo presiones externas más fuertes que nosotros. Un testeo que se hizo en dos días, lo estábamos pidiendo hace mucho tiempo. Hoy nuestro problema son los bancos”.
El ingeniero insiste en que el plan inicial y comprometido -la licitación es válida hasta 2025- era con fuegos artificiales traídos para la ocasión desde China, pero que al enfrentar los problemas de traslado por el Covid, se optó por usar los que estaban almacenados.
“Se pagó la fabricación e importación de otra partida. Por el Covid, los barcos en China están dedicados al transporte de material bélico (por la guerra en Ucrania). Nuestra segunda opción era un contenedor que tenemos en España, pero no se nos permitió. La tercera, traerlos desde Argentina. Tampoco nos dejaron hacer el ingreso de carpetas de importación. Como última opción, pedimos que hicieran el testeo de los famosos fuegos, válidos según el fabricante. Esto no fue la última semana. Lo llevábamos trabajando hace tiempo. Pero recibieron dos cartas de una empresa extranjera y se dejaron llevar por el fabricante que antes tenía las licitaciones (Pirotecnia Igual, España)”.
Finalmente, respecto al rol de las municipalidades y sus alcaldes, Cayumán agradeció el apoyo de Jorge Sharp. “Siempre nos apoyó. Y tiene razón cuando alega porque nos dejaron para el último día. Si ni nos contestaban los teléfonos (...). Nosotros mantuvimos informados a los municipios. A fines de noviembre, el mismo general de la DGMN también les dijo. No es que el día 29 de diciembre se hayan enterado. Yo me entendía con los ITO (inspectores técnicos de obras), Jorge Reunalt en Valparaíso y en Viña la comisión encargada. Siempre dijimos la verdad. La alcaldesa dijo que habíamos hecho una licitación con triquiñuelas. Nunca fue así. El show de drones y de luces tenemos que pagarlo igual”, dijo.
“Hoy tengo miedo de que me quiten hasta mi hogar. Supongo que ahora vendrá el proceso de cobro de las boletas de garantía (...) Está toda nuestra disposición a seguir trabajando con ellos. Pero no sé si será posible”, cerró el ejecutivo.