Luciano Rivas (Evópoli), quien asume esta jornada como gobernador regional de La Araucanía se refirió a la violencia en la región, y otros desafíos como la pobreza rural que forma parte de su programa de gobierno.

En entrevista con el Diario de Cooperativa, Rivas explicó que buscan enfrentar problemas como la falta de acceso a agua potable en algunas comunidades y usar el diálogo para terminar con el conflicto en la zona. “Nuestra Araucanía tiene 19 mil familias que todavía dependen de camiones aljibe, tenemos la peor conectividad a nivel nacional, lo que quedo al desnudo en esta pandemia, el mayor crecimiento de campamentos se vio en La Araucanía (...) pero también desde la gobernación regional hacer este llamado al diálogo a todos los actores políticos, sociales, empresariales, y de la iglesia”.

El gobernador electo también se refirió al velorio Pablo Marchant Gutiérrez -quien falleció en medio de enfrentamientos con la policía el día viernes en Carahue- donde de acuerdo a las imágenes difundidas en redes sociales la ceremonia fue custodiada por comuneros mapuche armados.

“Esas personas tienen que salir de circulación son un peligro; y no es posible que en un Estado de Derecho existan grupos de este nivel”, declaró.

Consultado respecto al recorte de $1.415 millones del presupuesto de los gobiernos regionales para transferirlos a los delegados presidenciales. La autoridad electa señaló que cuando se dio a conocer esta información se vivió una situación “bastante compleja”.

Ante ello, los gobernadores electos pidieron una reunión con el ministro del Interior, Rodrigo Delgado, para expresar el tema y finalmente el gobierno retrocedió y se entregaron dichos fondos. “Este es un proceso muy importante, comienza la centralización con la elección de los gobernadores regionales y debía haber sido un proceso mucho más fluido”, concluyó.